Renuncio Mi General por Pedro A. Lemos

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         - Renuncio General.

         -¿Porqué renuncia ciudadano?

         - Porque los ciudadanos que el soberano ha elegido para que me represente, no tienen, para mí, la autoridad democrática de hacerlo.

         - Como usted, vencido por intereses populista, hegemonistas, anarquistas y desintegradores de nuestra identidad Republicana, me amparo en el derecho de los seres libres y renuncio hoy, porque mañana será tarde.

         - América Latina está infectada de populismo, con honrosas excepciones, que está demás mencionarlas.

         - Porque no concibo a la República Oriental del Uruguay,  como una Nación que discrimina el pensamiento disidente.

         - Porque nuestra Nación que se forjó en el más profundo sentimiento Republicano, hoy va camino hacia el hegemonismo anarquista y desintegrador.

         - Porque la agresividad de la personas, frente al pensamiento diferente, contaminará todas los extractos sociales y las seguridades individuales, estarán en manos de personas inescrupulosas, que serán dueñas de la vida de las personas por pensar, obrar o ambicionar de manera diferente.

         - Porque habrá mares de letras, volcando a los océanos tinta roja, de indefensos individuos por ambicionar un destino diferente, por el cual usted, su estrategia y su pensamiento, demostrara que es posible construir día a día, para que nuestra Nación a Porrazos se convirtiera en tal.

         - Porque como País pequeño, pasaremos como figuritas, de mano en mano por las Naciones de América Latina, para que alguno nos cuelguen en su Album.

         - Porque dejamos de tener un destino integrador, para pasar a tener un destino complaciente. Hoy aplauden mis conciudadanos dictaduras, se regocijan de modelos de pobreza y marginación, aplauden  la expropiación de la propiedad por manos de los Estados, piden apoyos políticos a nuestros vecinos. Condenándose a sí mismo a la dependencia y lo que es peor, condenan a los habitantes de la República Oriental del Uruguay a ser los individuos de cuarta de un mundo globalizado.

         - Este salto al vacío, producto de necesidades comprensibles y no satisfechas, será quizás el fondo donde la desintegración como colectividad libre se mezclará con la soberbia y la prepotencia.
Como seres libres pudimos sobrellevar con pánico, dolor, angustia e impotencia, a un aparato del Estado represor e inconstitucional. Pero como seres libres, cuando una mitad es clara confesa de la desintegración, hacia eso nos someteremos y por ello, Sr General, renuncio.
Nunca seré un ‘’apátrida’’, porque mis documentos no son expedidos por Organizaciones Internacionales protectoras de los perseguidos y no soy, ni jamás seré un perseguido porque dentro de mí, obra el libre pensamiento, la discrepancia en las ideas y los proyectos, pero no he nacido en una cuna de Libertades, para que me entierren en un ataúd de despotismo.
A los cuatro vientos hoy, se puede respirar aire de democracia, no condenaré mis pulmones a respirar aire de intolerancia.
A los cuatro vientos hoy se puede encontrar vida,
¿Porqué condenarme a morir en manos de intransigentes?
No seré yo quien se sumará a ese 50 % que respira odio, decadencia,  venganza, y como tales se someten a una lucha encarnizada,  para poner sobre la mesa una tinaja de sangre, sin tener la más paupérrima idea, de cómo se condenan y condenan a sus hijos y nietos.
Hoy renuncio mi General, porque quiero ser como el Hornero, construir mi casa en el árbol que yo elija y ponerle la puerta con un destino, para que los vientos agresores o las lluvias caladas de frío, no perturben mis sueños. Para que no interrumpan mis anhelos de libertad, no coarten de manera chabacana mis aspiraciones, no castren mis ambiciones.

         - Renuncio mi General, porque dentro de mi ignorancia debo de reconocer que los que antes fueron Doctores, hoy han sido sustituidos por ilustres ciudadanos sin diploma, sin curriculum, con muchos antecedentes y sin libreto para solidificar nuestra convivencia pacífica, democrática y republicana.
Con más pretensiones de uniformizarnos, de protegernos diciéndonos que tenemos que creer y pensar, de sumirnos en valores que ya no son importantes, de someternos a otros interese espurio, de dejar nuestros hijos en manos de un Estado depravado, de regalar nuestros nietos a un Estado degenerado.
 Renuncio mi General además, porque veo una clase intelectual, profesional, técnica, que adora el modelo al cual el mundo ya no concibe. Aplaude constantemente y de manera eficiente una promoción de valores que desintegrarán a sus propios hijos.  Se la rebuscan día a día, para tirar piedras al pasado, sembrándole un lecho de flores al futuro, sin darse cuenta que cuando quieran opinar diferente, tendrán su boca tapada y sus ojos vendados.

         - Renuncio mi General, porque  usted como el Protector de los Pueblos Libres se vio superado, podrá comprender que yo con mucho menos sabiduría, coraje y visión, no tengo en mi legítima defensa una lanza, porque ya la he hecho mil pedazos tratando de que los Orientales sean tan ilustrados como valientes.
Pero al final de su camino y mi camino, debemos comprender que para las nuevas generaciones, el concepto de que: ‘’Mi autoridad emana de vosotros y ella cesa ante vuestra presencia soberana’’, ya fue.
Ahora vendrán tiempos en que la voluntad soberana, ya no tendrá valor ni poder.
Renuncio Mi General, pero no será mi complaciente silencio cómplice. Haré que mis letras sigan vivas y estaré al servicio de quien me necesite en pro de una vida de Libertades y
Derechos.

© Pedro A. Lemos para Informe Uruguay

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