Nacionalizaciones: La respuesta anticipada del MAS a la derrota por Sergio P. Luís

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         El gobierno se ha desbocado. No le son suficientes las dificultades que parece ha ido buscando. Sigue en el afán provocador, con acciones insensatas en el más claro estilo del autócrata de Caracas. Ahora, en tiempo de tensiones, con su ya conocida conducta populista e irresponsable, el régimen procura contrarrestar, por anticipado y con demagogia, su inminente y contundente derrota en el referendo del 4 de mayo sobre el estatuto autonómico de Santa Cruz.
 
         Podía suponerse que el populismo, en la situación de deterioro político en que se encuentra, con una economía en retroceso, con una inflación creciente, con notoria ineficiencia en la administración, carente de nuevas e indispensables inversiones, con ostensible intervención foránea, con deudas por promesas y ofertas incumplidas, no se buscaría otros problemas, por lo menos en el frente externo donde afanosamente procura apoyos para salir de sus tribulaciones.

         Pero la obstinación puede más: el populismo no advierte que el ambiente ya no le es favorable en el mundo democrático. Es que ya se conoce su torpeza y su empecinamiento en avasallar las instituciones republicanas y en desconocer las libertades y los derechos democráticos. Ya han quedado atrás las simpatías de 2006, cuando el presidente electo fue recibido en varios países, luego de una incuestionable victoria electoral.

         Sí, el oficialismo ahora está empecinado en dar palos con los ojos vendados. Todo vale, aun el disparate destinado a satisfacer a los insaciables extremistas, que sueñan con cerrar la sociedad y encapsularla en un modelo indigenista anacrónico e imposible, con el patrocinio de los nostálgicos de la vieja izquierda extremista. Y, para esto, cree que lo mejor es el canto de sirenas de las nacionalizaciones, seduciendo a turbas aleccionadas, con discursos encendidos y agresivas arengas. Ese es el espectáculo buscado la callejera algarabía, procura el aplauso fácil, el grito estertóreo y se suceden, inducidos por agitadores, los “muera”, “abajo” y “viva” como alimento para la aventura de un populismo sin rumbo ni destino.

         Se sabía que uno de los objetivos del MAS era capturar la Empresa Nacional de Telecomunicaciones (ENTEL). Como YPFB, esta empresa puede ser fuente de reparto de puestos de favor para militantes y activistas. Pero el asunto es peliagudo. El consorcio italiano Euro Telecom International (ETI), propietario del 50 % de la empresa capitalizada ya demandó al gobierno ante el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI) a fines de abril de 2007 por la decisión del gobierno de ordenar días antes a dos administradoras de pensiones a transferir al Estado 47 por ciento de las acciones que poseían en ENTEL. Y vino nomás la torpe “avivada criolla”: el gobierno, en los primeros días de mayo de 2007 anunció el retiro de Bolivia del CIADI.

         Ahora ya nacionalizó ENTEL, y tendrá que pagar por ello, tanto en dinero por la inevitable indemnización a la empresa italiana, como en eficiencia. Ese será el precio de  del aventurerismo que usa todo para imponer caprichos y voluntades torcidas. Un nuevo paso hacia el desastre y un  nuevo instrumento para servir intereses políticos espurios..

         Es también, un renovado esfuerzo del centralismo cobijado en el gobierno del MAS, para subsistir como fuerza dominante. Para esto se avasallan instituciones,  empresas y espacios.

         El camino de los libres, entonces, es la autonomía.