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Apuntes sobre Cuba
por Cr. Ricardo Puglia
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Según el informe preliminar del Gobierno cubano divulgado el 15/9/2008, los huracanes “Ike” y “Gustav” ocasionaron pérdidas por 5 mil millones de dólares. Más de medio millón de personas han quedado sin hogar o con viviendas severamente dañadas. La devastación ha agudizado el deterioro socioeconómico.
Desde hace cuatro décadas, la escasez de alimentos y viviendas son dos de los principales problemas que afectan al cubano. Según el Gobierno, a comienzos de este año el déficit habitacional ascendía a 600 mil viviendas; necesita reparación el 85% de los inmuebles de más de tres pisos; en el 60% de las viviendas conviven hasta cuatro generaciones; la situación más crítica es en la capital, donde el 70% de las viviendas estaba en un estado precario; y unos mil 400 edificios en mal estado son desalojados anualmente por el peligro de derrumbarse.
Desde hace más de una década, las “posadas” (push botton) se utilizan para albergar a personas sin vivienda. La crisis habitacional obliga a muchos divorciados a seguir conviviendo bajo el mismo techo, incluso hasta en el mismo cuarto.
Por mucho empeño que ponga una familia cubana en reparar su vivienda, es imposible que lo pueda hacer si no recibe ayuda de sus familiares que han emigrado. Por ejemplo, si necesita sustituir el inodoro, el más barato le cuesta 110 dólares; como el salario mensual promedio es de unos 17 dólares, tendría que utilizar los salarios correspondientes a seis meses.
Cuba, que hace medio siglo exportaba hortalizas, viandas, leguminosas, frutas, carne, etc., actualmente tiene que importar el 85% de los alimentos que consume, siendo Estados Unidos su principal abastecedor: 42% de los suministros. La alimentación del cubano depende del extranjero, debido a que solo el 47% de la superficie agrícola cubana está cultivado. El 80% de la superficie agrícola pertenece al Estado.
Con los alimentos racionados –vendidos a la población a bajos precios mediante la libreta de abastecimientos– el cubano puede comer 10 días de cada mes; además, los niños pierden el derecho a la leche a precio subsidiado cuando cumplen siete años.
Según Karl Marx, el salario debe ser de tal cuantía que satisfaga las necesidades básicas del trabajador y su familia. Esto no se cumple en Cuba para la mayor parte de los trabajadores. El salario mensual de un médico es de 20 dólares y un profesor universitario devenga 30 dólares al mes, por lo que hasta ellos dependen de las remesas monetarias que envían los emigrados. Los familiares pueden comer los 20 días restantes de cada mes, gracias a que los más de 2 millones de cubanos que han emigrado remiten más de mil millones de dólares anualmente; esta cifra es un estimado, dado que la mayor parte de las remesas no se hace por vía oficial.
La historia reciente de Cuba demuestra que cuando se han liberalizado las actividades económicas (1980–1985 y en 1994–1996), se ha producido una vigorosa reactivación económica. Lamentablemente, el Gobierno eliminó las medidas que permitieron esas mejoras.
Y nos ponen como ejemplo a Cuba - Democracia y Bienestar -. Despierten uruguayos, despierten !!!!!!!!!!!!!!!
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