Un presidente sin cartas que jugar
por Rodrigo Vera
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Al elegir un Presidente de la República, lo uruguayos no solo buscamos un ciudadano que nos represente en nuestras convicciones, visiones o ideologías, también buscamos un líder que nos guíe. Tabaré Vázquez puede no representar mi modelo de país, pero no puedo dejar de reconocerle que es un gran líder, capaz de imponerle a su partido y a sus votantes conceptos que se oponen radicalmente a su ideología. La nefasta privatización de Pluna o el fallido TLC con los Estados Unidos serían imposibles de imaginar con un presidente de izquierda, salvo que este fuera Vázquez, o sin duda Mujica. Así como solamente Nixon podía ir a China sin que nadie creyera que era comunista, solo Vázquez o Mujica pueden hacer las reformas necesarias para convertir al Frente Amplio en una izquierda moderna.
Vázquez usó al Frente Amplio para alcanzar su propio fin político que era ser Presidente y para eso lideró la fuerza política. El Frente Amplio necesitaba y necesita a Vázquez mucho más de lo que Vázquez necesita al Frente Amplio. Astori puede ser la herramienta del MPP para mantener el poder o alcanzarlo, como antes lo fueron las armas o la oposición sistemática a todos los gobiernos de los partidos tradicionales, pero Astori necesita del FA mucho más que este a Astori. Mujica dejó muy claro que es él, ¿el Gran Elector? del Frente Amplio. Si es Mujica quien elige a Astori como candidato, será Mujica quien desde la Vicepresidencia, el Senado o su chacra decida los destinos del próximo gobierno.
Astori, el elegido a dedo de acuerdo a la estrategia del MPP y Mujica, parece no dar la talla entonces para liderar el país. A los líderes los elige la gente, no un Senador. El Astori que nos acaba de mostrar Mujica es un Astori no-libre, un Astori marioneta. Así como Cristina Kirchner tiene a Néstor que maneja los hilos del poder desde la alcoba presidencial, un Astori presidente tendría a Mujica, como su gran elector, su gran legislador y su gran jefe. Los uruguayos queremos un presidente que no tenga más jefe que su pueblo y que no le deba más que al pueblo uruguayo su posición.
Los uruguayos en las próximas elecciones sin importar cual sea la fórmula presidencial frenteamplista, sea esta Mujica-Astori, Astori Mujica o Astori-Tourné, tendrán que saber que el que manda en el FA es Mujica, y es también quien impulsará o vetará las decisiones del Poder Ejecutivo. Bordaberry y Larrañaga o Lacalle, deberán enfrentarse a Mujica en las próximas elecciones.
Los partidos políticos deben pelear las elecciones con sus líderes naturales. El Partido Colorado fracasó en 2004 por ir a pelear con un candidato elegido a dedo por los Grandes Electores. El Frente Amplio debe ir a las elecciones con su candidato natural que mal que le pese a muchos moderados, es Mujica. Si esto no es así, en los debates presidenciales, si es que estos finalmente se realizan, Astori será interrogado por sus adversarios políticos por la opinión de Mujica, no por la propia. En definitiva, es quien tiene las cartas, todas las cartas. Y en definitiva, la opinión de Mujica será la única que importe en un eventual segundo gobierno del Frente Amplio, sea Mujica el presidente o lo sea Astori.
Si Astori parafraseara a Artigas siendo presidente diría: ¿Mi autoridad emana de Mujica y esta cesa, ante Su presencia soberana? Aunque no lo diga Astori, todos lo sabríamos. Y todos lo sabemos gracias a Mujica quien se autoproclamó ¿Gran Elector?
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