Análisis Internacional La cumbre de Manaos por Lic. Washington Daniel Gorosito Pérez (Perfil)

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         Hace unos días se realizó la Cumbre de los países amazónicos en la ciudad brasileña de Manaos, estando presente los representantes de Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú, Guyana, Surinam y el anfitrión Brasil.

         El mensaje final ha sido positivo, en él se exhorta a los países ricos a colaborar financieramente con la conservación de la Amazonia.  Pero también hay que tener cuidado, ya que se puede transformar en un arma de doble filo, debido a que dichos países podrían tener “injerencia” en la administración del territorio amazónico.

         Desde la década de los cuarenta, del siglo pasado, una corriente bajaba desde el norte planteando que la Amazonia, que cuenta con el 75% de los bosques tropicales del planeta, debería estar bajo un mecanismo de control o supervisión internacional. El planteamiento se basaba en que la zona es muy importante para dejarla únicamente en manos de los países a los cuales pertenece por su ubicación geográfica.

         Dicho planteamiento era claramente colonialista y no prosperó. En parte porque los países amazónicos no tenían la capacidad de afectar significativamente el ecosistema, y por otra parte los intereses económicos prefirieron tratar directamente con los estados tercermundistas. Pero desde entonces la preocupación ambientalista ha avanzado en el mundo y con ella la preocupación sobre esta región del mundo.

         Los países amazónicos y las empresas han incrementado su capacidad de afectación al medio ambiente y ecosistemas en la zona. La Cumbre de Manaos, marca el reconocimiento  en este hecho, y le suma una cierta conciencia de que la tarea supera los recursos disponibles en la región hoy en día.

         Por otra parte, nadie expresó claramente en la Cumbre, como sería implementado ese “operativo de rescate”  para frenar el deterioro de la zona amazónica. Pero se piensa que podría ser por medio del veto a determinadas actividades negativas ambientalmente, como la explotación de yacimientos de petróleo, gas, minas, el combate a cultivos depredadores, etc.

         Obviamente que la conservación de la Amazonia y  el financiamiento de este proyecto, implicaría sustituir actividades económicas como las citadas anteriormente, que proveen de muy significativos recursos económicos a los países de la región.

         Aunque esta conservación con apoyo internacional significaría inevitablemente una “erosión” de soberanía, lo que la Cumbre de Manaos ha declarado no desea.

         Acá el cuestionamiento sería si, ¿Están los países amazónicos en condiciones de conservar este invalorable patrimonio de la humanidad por sí solos? Si bien, allí se encuentran hoy, zonas de reserva y parques nacionales, legislados  por los distintos países, la explotación comercial de la región ya tiene más de un siglo en un crecimiento constante.

         Si bien, Brasil el país amazónico por excelencia, por voz de su presidente Lula, ha declarado los comprometido que está su país con los temas medio ambientalistas y de conservación del entorno, eso no es suficiente.

         Los países amazónicos deberían tener en cuenta que la Amazonia en el presente siglo puede ser más que un importante activo económico, no pasando necesariamente por la explotación y contaminación de sus recursos naturales.

         ¡Hasta el próximo análisis…!

© Lic. Washington Daniel Gorosito Pérez para Informe Uruguay

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