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Tiempo de elecciones,
¿tiempo de cambios…?
por Marcelo Ostria Trigo (Perfil)
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A las elecciones en Uruguay y Honduras, seguirán las de Bolivia el 6 diciembre y de Chile el 13 de diciembre de 2009. En Costa Rica, el 7 de febrero, el 30 de mayo en Colombia y en el Brasil el 3 de octubre de 2010. Estos comicios se celebrarán cuando la división latinoamericana se ha acentuado poniendo en peligro la paz regional.
Las recientes elecciones en el Uruguay y Honduras se realizaron en distintas circunstancias. En el Uruguay se repitió el respeto tradicional a los resultados electorales. José Mujica, el controvertido ex guerrillero tupamaro, triunfó en la segunda vuelta, y todo hace prever que no habrá cambios dramáticos; la idea –¿será nuestra expresión de deseos?– es que, en general, no variará la política internacional de Tabaré Vásquez.
En Honduras, las elecciones marcaron un cambio importante. Resultó electo el opositor Porfirio Lobo con más del 50% de los votos y con récord de asistencia de electores. El congreso ha confirmado el alejamiento definitivo del aliado de Chávez, Manuel Zelaya. Para el campo populista, esta es una baja sensible.
Las elecciones del 6 de diciembre en Bolivia se realizarán sin que se hayan resuelto las denuncias de una gran distorsión –un sospechoso incremento de 400.000 inscriptos (el 8% del total)- del padrón electoral biométrico que, inicialmente, se consideró a prueba de fraude. Así las cosas, las encuestas pronostican la victoria tramposa del candidato–presidente Evo Morales. No se prevé una alteración de la obsecuente alianza del gobierno de Morales con el de Hugo Chávez.
Las elecciones del 13 de diciembre en Chile pueden terminar con las dos décadas de gobiernos de la Concertación (coalición de los partidos socialista y demócrata cristiano y otros menores). Chile no integra la alianza populista chavista y es impensable que, si gana la oposición, se repitan algunas actitudes de la señora Bachelet, como cuando se banderizó con Evo Morales en la consideración de los sangrientos sucesos de Pando, Bolivia, nombrando como investigador a un ex terrorista argentino propiciado por la presidenta Kirchner.
Tampoco es previsible un viraje hacia el populismo de la estable Costa Rica como resultado de las elecciones presidenciales de febrero de 2010. Los moderados que figuran en los primeros lugares en los sondeos, guardarán las tradiciones democráticas costarricenses.
En Colombia, independientemente de que el presidente Álvaro Uribe busque o no un tercer período, las elecciones de mayo de 2010 garantizarán la continuidad democrática. Las encuestas: “A tan solo 7 meses (octubre de 2009) de las elecciones… Uribe obtiene el 63% de la intención de voto, seguido por el 8% de (Gustavo) Petro del izquierdista Polo Democrático Alternativo (PDA), y el 5% de Rafael Pardo del opositor Partido Liberal” (La Tercera de Santiago. 02.10.2009).
No hay duda que el peso de Brasil es gravitante. El presidente Inácio “Lula” da Silva, termina su segundo mandato con una inédita popularidad de más del 70%. Sin embargo, su partido está en problemas. La candidata designada por Lula da Silva, por la que éste lucha infructuosamente para transferirle su alta tasa de aceptación, es Dilma Rousseff “…de color rojo profundo. La “…ex guerrillera, miembro de Vanguardia Revolucionaria Armada Palmares, Comando Liberación Nacional y Política Operaria, fue condenada a tres años de prisión en los 70, por asaltar la casa del gobernador de Sao Paulo, Ademar de Barros” (Marta Colmenares, 01.12.2009). Esta candidata no despega en las encuestas frente a Jose Serra del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), favorito para convertirse en el próximo presidente de Brasil.
Si en próximas elecciones en Chile, Costa Rica, Colombia y Brasil, se imponen las opciones democráticas alejadas del populismo chavista –como lo indican las tendencias– se iniciará una nueva etapa en la región. Entonces, se encontrarán espacios de diálogo que faciliten la concertación para consolidar la armonía continental.
Este es tiempo de elecciones que podrán mover el péndulo de la historia reciente…
© Marcelo Ostria Trigo para Informe Uruguay
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