El humor webón en Informe Uruguay

Una pareja fue entrevistada en un programa de televisión porque estaban casados desde hacía 50 años y nunca se habían peleado.
El periodista, lleno de curiosidad, pregunta a la mujer:
- Pero ustedes, ¿nunca han discutido?
- No-, respondió la mujer
- ¿Y cómo es eso?-
- Cuando nos casamos mi marido tenía una burra que apreciaba muchísimo. Era la criatura que él más quería en la vida. El día de nuestra boda fuimos de luna de miel en nuestro carro, tirado por la burra.
En el camino hacia nuestro destino la burra se empacó.
Mi marido le dijo con voz firme:
- Uno.
A mitad de nuestro destino la burra volvió a empacarse. Mi marido miró a la yegua y dijo:
- Dos.
Al llegar a nuestro destino nuevamente se empacó y no se movía, y mi marido bajó y le dijo:
- Tres!!. - Acto seguido sacó su pistola y le pegó cinco tiros. Yo, totalmente sorprendida, le recriminé:
- ¡Hijo de mil puta, asesino!, ¿por qué has matado a la burra?
Mi marido me miró fijamente y me dijo:
- ¡Uno!

Había un gellego con las dos orejas quemadas y su amigo le pregunta:
- ¿Por qué tienes las dos orejas quemadas?
El gallego le responde:
- Porque estaba planchando y llamaron por teléfono y contesté con la plancha.
- ¿Y la otra?
- Porque el muy idiota volvió a llamar.

Una vez un hombre llama a una casa y coge el teléfono el sereno (el guardián) y el hombre le pregunta:
- ¿Y mi esposa?
Y el sereno responde:
- En su cuarto.
Luego el hombre dice:
- ¿Con quién?
- Con un hombre, le responde el sereno.
- ¡Diantre! ¡Mátela! Dice el hombre.
- No, no, yo no puedo hacer eso.
- Claro que sí, yo le doy esa orden, dice el hombre.
- Esta bien, esta bien, - y mata a la mujer.
- Ya la maté, - dice el sereno.
Y el hombre le responde;
- Ahora sáquela de ahí y métala a la piscina.
- Pero señor, aquí no hay piscina dice el sereno.
- ¿Este no es el teléfono 232-5492?
- No, dice el sereno.
- Ah pues, ¡Perdóneme!

Dos frentistas se encuentran hablando sobre el envejecimiento, :
- Mira, la peor parte se la llevan nuestras mujeres dice uno de ellos. Además, ellas siempre se negarán a admitir que envejecen y tratan por cualquier medio de esconder sus achaques.
- Sabes que si?... Tienes toda la razón dice el otro.
- Pero te cuento que he encontrado un buen truco para hacerles ver sus discapacidades por medio de un jueguito: Si quieres saber si tu mujer se está empezando a quedar sorda, colócate a 10 metros de ella y hazle una pregunta. Cuando veas que no te responde, acércate a 5 metros. Después a 2 metros y luego a 1 metro. Ya no le quedará más remedio que darse cuenta que esta sorda.
El frentista uno encuentra que la idea es buena y cuando llega a casa se coloca a 10 metros de su señora y pregunta, levantando la voz:
- Cariño, ¿Qué hay de cena?
No recibe respuesta. Entonces se acerca a 5 metros y le pregunta de nuevo:
- Cariño ¿Qué hay de cena?
No recibe respuesta por lo que decide acercarse a 2 metros:
- Mi amor ¿Qué vamos a cenar?
¡Nada de nada! Se acerca a 1 metro de ella y...
- mi vida ¿Qué vamos a cenar?
Y la esposa enfurecida le grita:
- Viejo güevón, te he dicho 4 veces que pollo con papas fritas!!!

Este es un señor que va a embarcar en un barco y llevaba a su cabra. En esto que el de la aduana le dice:
- ¡La cabra no pasa!
Entonces, el hombre se va y le ve un amigo y le dice:
- Pinta la cabra de negro y ponle un bozal y pensará que es un perro.
El hombre lo hace y el de la aduana le dice:
- ¡He dicho que la cabra no pasa!
Y el hombre le responde:
- ¡Sino es una cabra, que es un perro!
Y el de la aduana le dice:
- ¿Y los cuernos?
Y el hombre contesta:
- ¡Con la vida privada de mi perro no se meta!

Un hombre estaba cortando el césped en el jardín frente a su casa cuando Manolo, su vecino, sale de su casa y se dirige al buzón de correos. Lo abre, lo vuelve a cerrar y regresa a su casa.
Un rato después, Manolo vuelve a salir de la casa, se dirige otra vez al buzón, lo abre y lo cierra con un golpe y hecho una furia, regresa a su casa.
El hombre estaba terminando de cortar el césped cuando ve que Manolo sale de nuevo, va al buzón, lo abre y lo cierra con todas sus fuerzas.
Intrigado por sus acciones, el hombre le pregunta:
- Oye Manolo, ¿te pasa algo?
- ¡¡Claro que me pasa algo!! Mi estúpida computadora me sigue dando un mensaje que dice: TIENES CORREO

» Arriba