Los alumnos de Göebbels en Informe Uruguay

	Los alumnos de Göebbels por Raúl Seoane

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Esta aparece como una semana tranquila en cuanto al enfrentamiento político, aunque algunas escaramuzas han aparecido no han tenido mucha repercusión mediática.

El Pepe, varias semanas atrás había pedido que se hiciera una campaña sin agresiones, y el Partido Nacional instruyó a sus candidatos a no responder ninguna chicana que pudiera provenir del frentismo.

Hasta aquí lo conocido. El Pepe diciéndose y desdiciéndose como es su costumbre y dejando picando frases para que los cronistas y humoristas puedan tener trabajo, pero sin atacar con chicanas a sus adversarios políticos más directos, los blancos.

Pero aparentemente, o el Frente tiene dos caras o el que vive de la heroica historia de su padre, Rafael Michelini, es un díscolo y no acepta las instrucciones de José Mujica, o quiere “crecer” como el chico malo que enfrenta a los poderosos, porque su Nuevo Espacio continuamente saca comunicados y envía correo electrónico tergiversando situaciones acaecidas en otros gobiernos, como por ejemplo esta:

Al cabo de veinte años de gobiernos blancos y colorados, tuvimos la peor crisis económica y social de toda nuestra historia. El país no solo no creció sino que tuvimos un retroceso acumulado del orden del 20% y un enorme deterioro de toda nuestra capacidad productiva.
Sufrimos un proceso de cierre de industrias y pérdida de fuentes de trabajo. La inversión fue prácticamente nula. Colorados y blancos afirmaron que el Uruguay industrial era inviable, que el único modelo posible era el país de servicios y plaza financiera. En 2002, la plaza financiera que se impulsó durante 20 años, en 2 meses se hizo añicos, tocamos fondo, el gobierno se equivocaba todo el tiempo, mientras el presidente decía disparates y luego lloraba pidiendo disculpas.
Javier Cha - Diputado del Nuevo Espacio - Diario La República - 30/07/09

Por centésima vez debo aclarar que no fui, no soy y no seré batllista, pero es tan fácil pegarle al presidente Jorge Batlle que cualquier imbécil lo hace sin reflexionar sobre la magnitud de lo sucedido y las consecuencias exógenas que sufrió Batlle durante su gobierno. Sin embargo, Batlle consiguió de Bush un crédito puente inmediato y en efectivo, mientras se tramitaba un préstamo con el FMI para solucionar la corrida bancaria del 2002, y solucionó los problemas que no fueron de su autoría sino que eran exógenos y provenientes del mal manejo de la economía argentina por Eduardo Duhalde.

Es cierto que Rafael Michellini y sus adláteres son algo así como “el último orejón del tarro” en el Frente Amplio, porque no nos olvidemos que en las últimas elecciones obtuvo muy pocos votos, y muy probablemente cree que con este tipo de ataques desvirtuando las realidades, pueda conseguir algún “puestito” en las próximas elecciones, ya que su capacidad política e intelectual no le permite obtenerlo por otro modo.

También se está enviando spam desde con el siguiente material:

Montevideo amaneció cubierta con estas imágenes

y no critico las imágenes, porque realmente me parecieron cómicas, y considero que entran dentro de lo posible en una campaña electoral. Lo que sí critico fuertemente es que me lo haya enviado alguien anónimo, porque una cuenta de Gmail es muy fácil de conseguir, y sin ningún texto explicativo, por lo que infiero que mediante spams están haciendo una campaña de degradación y degradante, mientras el candidato a presidente únicamente habla de bueyes perdidos.

Complejo persecutorio

Siempre he mencionado el complejo persecutorio que parecen tener los populistas frentistas. Esto no sólo está relacionado con su persistente intento de degradar a las fuerzas armadas y policiales, sino también en las denuncias fallidas de persecución.

El caso más reciente es el del vice-presidente de Antel, Gonzalo Perera, pero si hacemos memoria hace bastantes meses atrás otro militante del Frente Amplio denunció haber sido agredido por “elementos de derecha” por motivos políticos y haber recibido un tiro, por lo que debió ser atendido médicamente. Luego de que la policía investigara, se descubrió que él mismo se había disparado manipulando un arma. ¿Recuerdan?

Sin embargo, el caso de Perera es mucho peor, porque se trata de un ejecutivo nombrado por el Gobierno como vice-presidente del monopolio estatal Antel. Y es peor porque se supone que para ocupar ese cargo un individuo tiene que tener conocimientos, carácter, estudios y una personalidad no influenciable. Y es peor, porque todo el gobierno cayó en la mentirosa trampa de Perera y hasta el presidente Vázquez salió a repudiar la agresión.

Puedo aceptar un farsante con manía persecutoria, pero… ¿dos? ¿Será que cuando las papas le queman al partido gobernante sacrifican algún peón para victimizarse? Creo ahora entender los porfiados y repetidos intentos de muchos sectores frentistas para denigrar a la Policía, ya que éstos fueron los que descubrieron las mentiras en ambos casos. Interesante para pensar y tener en cuenta. ¿No?

Buenos Alumnos

De casualidad, buscando otro material en Internet, tropecé con el sistema de propaganda de Joseph Göebbels. Léanlo como remate de este artículo y si son inteligentes, lo cual no descarto, podrán notar la gran cantidad de coincidencias existentes entre Göebbels y las actitudes de la gran mayoría de los dirigentes del Frente.

Pensé en remarcarlas y hacer notar las similitudes, pero creo que nuestros lectores son lo bastante inteligentes como para descubrirlas por sí solos. Si desean hacer un ejercicio intelectual, fíjense en la propaganda del partido Nuevo Espacio, de Rafael Michellini y las que hace o hizo el candidato a vicepresidente, Danilo Astori, y comparen las coincidencias con las instrucciones de Joseph Göebbels.

El doctor Goebbels fue el ministro de propaganda del gobierno de Adolf Hitler (en alemán Propagandaministerium) en la Alemania Nazi. Fue una figura clave del régimen, conocido por sus dotes retóricas, y su capacidad de convencimiento.
Su ideario publicista era este que aquí refiero. ¿Cuántos de estos principios siguen usándose para la propaganda 100 años después?

1.-	Principio de simplificación y del enemigo único. Adoptar una única idea, un único símbolo. Individualizar al adversario en un único enemigo.
2.-	Principio del método de contagio. Reunir diversos adversarios en una sola categoría o individuo. Los adversarios han de constituirse en suma individualizada.
3.-	Principio de la transposición. Cargar sobre el adversario los propios errores o defectos, respondiendo el ataque con el ataque. "Si no puedes negar las malas noticias, inventa otras que las distraigan".
4.-	Principio de la exageración y desfiguración. Convertir cualquier anécdota, por pequeña que sea, en amenaza grave.
5.-	Principio de la vulgarización. Toda propaganda debe ser popular, adaptando su nivel al menos inteligente de los individuos a los que va dirigida. Cuanto más grande sea la masa a convencer, más pequeño ha de ser el esfuerzo mental a realizar. La capacidad receptiva de las masas es limitada y su comprensión escasa; además, tienen gran facilidad para olvidar.
6.-	Principio de orquestación. La propaganda debe limitarse a un número pequeño de ideas y repetirlas incansablemente, presentarlas una y otra vez desde diferentes perspectivas, pero siempre convergiendo sobre el mismo concepto. Sin fisuras ni dudas. De aquí viene también la famosa frase: «Si una mentira se repite suficientemente, acaba por convertirse en verdad».
7.-	Principio de renovación. Hay que emitir constantemente informaciones y argumentos nuevos a un ritmo tal que, cuando el adversario responda, el público esté ya interesado en otra cosa. Las respuestas del adversario nunca han de poder contrarrestar el nivel creciente de acusaciones.
8.-	Principio de la verosimilitud. Construir argumentos a partir de fuentes diversas, a través de los llamados globos sondas o de informaciones fragmentarias.
9.-	Principio de la silenciación. Acallar las cuestiones sobre las que no se tienen argumentos y disimular las noticias que favorecen el adversario, también contraprogramando con la ayuda de medios de comunicación afines.
10.-	Principio de la transfusión. Por regla general, la propaganda opera siempre a partir de un sustrato preexistente, ya sea una mitología nacional o un complejo de odios y prejuicios tradicionales. Se trata de difundir argumentos que puedan arraigar en actitudes primitivas.
11.-	Principio de la unanimidad. Llegar a convencer a mucha gente de que piensa «como todo el mundo», creando una falsa impresión de unanimidad.

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