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No preguntes lo que tu país te puede dar, sino lo que tú puedes darle a él.
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Año V Nro. 386 - Uruguay, 16 de abril del 2010 |
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Este servicio se implantó en la década de 1960 a efectos de paliar la falta de policías y como forma de aplicar un aumento en las retribuciones salariales de los mismos. Debemos señalar que en aquella época, se cubrían todos los servicios que corresponden a la policía, patrullajes, vigilancias en la zona de bancos y oficinas públicas, imaginarias, citaciones judiciales, eventos deportivos, fútbol, básquetbol, boxeo, ciclismo, eventos sociales (recitales, bailes, teatros) etc., y además otras actividades tales como repartir cartas, recolectar de residuos, (en forma extraordinaria, pero sucedió, cuando algunas actividades del quehacer nacional se paralizaban y hacían sentir su peso).
Estos servicios se cumplían muchas veces con recargo de horas que no se retribuían o compensaban de ninguna forma. Para agravar la situación, en esa época los paros y manifestaciones callejeras “relámpago” eran de todos los días y ello aparejó que se hicieran retenes de medio turno o de turno completo. Así las cosas, se pensó en una fórmula que resultó aprobada y fue el llamado Art. 222 de la Ley 13318, a fin de intentar que los policías no pidieran la baja y hacer un poco más atractivo el sueldo. En un principio dio sus frutos ya que con la misma cantidad de policías se cubrían todos los servicios y si bien el policía hacía más horas, también cobraba más. Anteriormente hacía más horas y no cobraba nada y a la Jefatura de Montevideo también le convenía porque aumentaba sus ingresos. Con el surgimiento de la sedición el Banco de Seguros y el Ministerio del Interior obligaron a los Bancos, a las empresas que hoy se dicen de “intermediación financiera” y a las industrias y comercios que manejaban mucho dinero a contratar la vigilancia por el Art. 222.
Esto se manejó como algo provisorio y urgente hasta que se hiciera un estudio profundo del tema. Estos contratos se realizaban en la Jefatura de Policía de Montevideo, en una Oficina que estaba instalada en la Dirección de Seguridad y dependía de la misma. Esta oficina se encargaba del cobro y del envío del personal que aceptaba voluntariamente cumplir con este servicio. A pesar de que esto era voluntario el policía estaba sujeto a la disciplina policial, era una prolongación del servicio. Han pasado más de 40 años y aquello que fue provisorio, como tantas cosas en nuestra Policia (“hasta que se haga un estudio profundo”) sigue firme. © Círculo Policial para Informe Uruguay Compartir este artículo en Facebook
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