|
No preguntes lo que tu país te puede dar, sino lo que tú puedes darle a él.
|
Año V Nro. 399 - Uruguay, 16 de julio del 2010 |
|
No voy a hablar de fútbol. Pero las palabras con que se despidió el Director Técnico de la selección uruguaya, creo resume la gran enseñanza que estos 23 muchachos y Tavárez nos han dejado, a todos los uruguayos, y entiendo es el motivo por el cual, el mundo entero los ha cubierto de elogios. Somos cuartos en el campeonato mundial de fútbol, eso nos ha puesto a todos muy contentos, y es una alegría sin duda. Es muy interesante que aquellos que rodean los 40 años vean al fin un triunfo celeste en este juego, el preferido del colectivo social uruguayo. Todos nos alegramos y lo festejamos. Pero por encima de ello, rescatando las palabras de Diego Forlán, todo es posible cuando se hace un trabajo serio, con respeto y humildad.
Por ello comenzamos esta nota, con esta hermosa frase, recordada por el Maestro Tavárez. Salieron cuartos, lo mismo hubiese sido si fuesen terceros, segundos e incluso primeros. Lo importante que quiero rescatar, es lo que hicieron, se plantearon una meta, trabajaron para ello, lo hicieron en equipo, con seriedad, respeto y humildad. Siento de alguna manera, que este hombre serio, medido, respetuoso, callado que es el Director Técnico de nuestra selección, buscó encontrar en sus jugadores, además de la capacidad técnica de cada uno y ayudarlos a desarrollarlas, esas características remarcadas por el mejor jugador del mundo, un uruguayo, humilde, que en vez de hacer alarde de sus condiciones, se mostró sorprendido por el premio, y destacó su logro, adjudicándole el mérito a sus compañeros. Y no hay dudas que tiene razón, poco hubiese logrado, por mejor jugador que fuera, si no tuviera la compañía permanente, la ubicación justa de sus compañeros de equipo, la comprensión de cada uno de la parte que debía cumplir en el todo; si en vez de respeto y compromiso, hubiesen primado rivalidades y desacuerdos. Buscando en equipo, cumplir las metas propuestas y hasta el último momento, dar todo de sí y de la mejor manera.
Y me vuelvo a asombrar de mi misma, coincidiendo con el Sr. Presidente de la República, y con el Ministro de Turismo y Deporte, quienes resaltaron el logro más importante: todo el pueblo uruguayo se ha unido bajo una misma bandera, la bandera celeste, esa de un sol y sus nueve franjas que es por encima de todo, aquello que debe unirnos. No importa si somos ricos o pobres, si somos más o menos ilustrados, estamos todos en el mismo barco y tenemos que estar remando todos para el mismo lado, porque el bote en que vamos es el mismo. ¿Es el fútbol por si mismo que nos ha unido? ¿O fue todo el contexto, un resultado logrado por un grupo de gente, que nos muestra lo mejor de nosotros mismos, eso que alguna vez nos distinguió de todos los demás pueblos de la tierra? ¿Habrá tenido algo que ver, el que cada uno de esos chicos que integró la selección, se corresponden con el estereotipo al que los chicos, les gustaría parecerse? ¿El que se parezcan a los chicos, que queremos tener en la familia? Que este espíritu, se mantenga en todos los órdenes de la vida, basta de divisiones entre los uruguayos, basta de oficialismos y oposiciones, pongámonos todos al mismo lado del mostrador, que nuestros jóvenes sepan que es este el verdadero camino, el del esfuerzo. Los atajos no nos llevan a ninguna parte, los personalismos tampoco. No importa si ganamos o perdemos, lo que vale es el coraje, la fuerza, las ganas de salir adelante, hacerlo con humildad, con respeto y seriedad. Y por sobre todo teniendo presente que lo más importante es el camino, según como lo recorramos validará o no el resultado, como sabía decir nada menos que Ghandi. Han perdido los dos partidos que los separaron de ser los mejores del mundo, pero por como los jugaron, por sus reacciones ante los resultados, esas pérdidas no tiene el amargo sabor de la derrota, sino el dulce sabor del deber cumplido. Gracias a toda esta delegación uruguaya, que asistiendo a un campeonato mundial de fútbol, nos deja esta premisa tan hermosa. Así, como ellos se mostraron, es como nos gusta creer a los uruguayos que somos, todos debemos ser concientes que durante mucho tiempo, perdimos, todos sin excepciones la brújula y nos dejamos imbuir por el “exitismo”, por el individualismo, por las rivalidades, esas que tanto destruyen. Hoy nos dejan, con su conducta, señalado un rumbo. Salud, celestes, el sol más grande que nos regalaron, por encima del honroso cuarto puesto, es esta lección.Compartir este artículo en Facebook © Raúl Seoane para Informe Uruguay
|