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Año V Nro. 356 - Uruguay, 18 de setiembre del 2009
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La ciudadanía nunca se acostumbrará, a los desbordes verbales del Senador Mujica. En todo caso, los percibe como una forma que ha adoptado, de comunicarse con la ciudadanía, cuyo rédito político, llegada la hora, creemos, poco le aportará. Nuestra cultura, nuestra forma de ser y actuar, ha sido siempre motivo de orgullo y de excepción, por no ser ello muy común en otras sociedades del continente. Y, muy particularmente, se había desarrollado en nuestro país, la tolerancia. Y decimos: “se había”, porque en ciertas actividades, particularmente deportivas, en los últimos tiempos, esa tolerancia se ha sustituido por la violencia. Cabe entonces preguntarse, si no hay, en esa nueva actitud, responsabilidad del líder, entendido como tal, el conductor u orientador de un grupo. Es así que, cada integrante del grupo, como forma no sólo de seguir a su líder, sino de ser aceptado por el grupo, también asume la necesidad de insultar, descalificar y hasta agredir físicamente al ocasional adversario. Las reflexiones anteriores, vienen a cuento, por la actitud que ha asumido, en sus últimas intervenciones públicas el Contador Danilo Astori. En efecto, el Contador Astori, profesional reconocido, en ámbitos académicos, parece haber dejado de lado el respeto a las ideas de quienes no piensan como él, demostrando una llamativa falta de capacidad para aceptar una forma distinta de pensar. Así, ha descalificado a sus adversarios políticos, “asombrándose por su ignorancia” o “desconocimiento” y otros calificativos. Ha cambiado el Contador Astori. En efecto, en Setiembre de 2008, en el Hotel Lott (Seúl- Corea del Sur) consultado sobre las elecciones internas de su partido decía: “No hay que temerle en absoluto a elecciones internas, democráticas, porque tenemos que ser capaces de tener elecciones rayando a gran altura en el sentido del respeto, la tolerancia, la civilización del debate político”. Y justamente eso: respeto, tolerancia, civilización del debate político, ahora, de cara a las próximas elecciones, ¿no lo merece la ciudadanía? Ghandi repetía incansablemente: “dado que el mal sólo se mantiene por la violencia, es necesario abstenerse de toda violencia”; “si respondemos con violencia, nuestros futuros líderes se habrán formado en una escuela de terrorismo” Por supuesto que, como hemos dicho, la descalificación del adversario, el insulto, la burla, es indiscutiblemente una forma de violencia, que puede generar violencia física, la historia lo ha demostrado. En definitiva, sin aceptar ni tolerar, podemos tal vez comprender los desbordes del Senador Mujica, ello puede atribuirse a resabios de épocas pasadas, no terminado de asumir que ha conquistado posiciones políticas en base al perdón y justamente la tolerancia de toda la sociedad. Entendemos que el Senador Astori, tal como lo manifestó, ponga hasta la última gota de sus energías en procurar el triunfo de su sector político. Sin embargo, en él no entendemos la descalificación y el insulto. Ello es una falta de respeto para sus adversarios políticos y para toda la ciudadanía. Está a tiempo de reflexionar y de cambiar el insulto por propuestas. © Jorge Ciasullo para Informe Uruguay
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