El que se fue a Sevilla (6)
Al mes que llegás te olvidás de todo lo malo de tu tierra de origen. Es un extraño fenómeno. A los dos meses te parece que hace siglos que te fuiste y es cierto: extrañás. La rambla , el mate, tus amigos, tu familia original, el árbol de enfrente, el fútbol, la televisión...Las cosas más maravillosas de acá te comienzan a resultar cotidianas y hasta les encontrás los defectos . Y aunque consigás el mejor trabajo del mundo, cuando la rutina te gana , empezás a extrañar. Binvenidos al terreno de la incomprensión. Los de acá te miran como diciendo("entonces para que te viniste"), los de allá (algunos dirán"entonces para que te fuiste" y otros "dejate de joder quien me diera estar en tu lugar"). El tema es que te sentís triste. Los psicólogos describen una "depresión por inmigración". Te deprimís, te contradecís. Recibís noticias de Uruguay y si son buenas te sentís mal por no estar y si son malas te sentís mal porque dificultan la esperanza de volver. A la vez si son muy malas te alegrás de la decisión que tomaste pero te entristecés por tus amigos y tu familia...en fin.
Te querés adaptar pero a la vez sentís que si te adaptás dejas atrás un montón de años y recuerdos que te hicieron la persona que hoy sos. El mayor miedo es que lo que extrañás sigue viviendo sin vos, y cambiando. Mis padres tuvieron 40 años de morriña por A Coruña , cuando volvieron deseaban regresar a su casa en el Cerro, ahí están ahora , en su lugar. A mi hermana la veía una vez por año, vivió 11 años en Venezuela. Luego se vinieron y se instalaron en Solymar, entonces la veía dos veces por año. A uno de mis mejores amigos hacía dos años que no lo veía, el otro día pasamos una semana juntos, acá en Sevilla. Es todo tan relativo.
El otro día estaba con dos compañeros franceses en la estación de trenes. Ellos vivían cerca y habían venido a buscar a otro de su grupo. De la nada aparecieron dos guardias civiles y , como si yo fuera invisible, les pidieron los documentos. ¿Por qué a los franceses y a mi no?. Fácil, ellos son negros. Con un ecuatoriano comentábamos el otro día una experiencia en común que habíamos tenido, nos costó encontrar un piso para alquilar cuando el contacto era un teléfono. En cuanto escuchaban tu acento le respuesta era:"el piso ya está arrendado". Se dan cuenta lo poco que hace falta para ser distinto ante quienes no aceptan las diferencias. Legalmente soy español, soy blanco, profesional, hasta hablo el mismo idioma...pero tengo acento rioplatense.
Como me encanta comprobar que el mundo tiene colores debo agregar que hay toda una onda de amor hacia el cine argentino, y que escuchás decir cada dos pasos que les encanta nuesto vocabulario y nuestra forma de hablar.¿ Te ayuda en algo esto para integrarte?.Depende. Ante algunos si , ante otros no.
Extrañás mucho a tus amigos, extrañás tu pasado, (esto te pasa aún viviendo allí).Extrañás tu infancia, tu adolescencia, tu barrio. Sabés que si hubieses ganado un buen sueldo quizás no te hubieses ido. Parece que el dinero pesa más que nada en la decisión. Es cierto, pesa mucho. ¿Por qué te querés ir?. ¿No podés comer?. ¿Qué es lo que te gustaría comprarte que no poder hacerlo te frustra tanto?. ¿No tenés trabajo?. ¿De qué?.Si ya sé :"de lo que sea"...¿Trabajarías acá de lo que sea y bajo cualquier condición?. ¿Por cuánto tiempo?. Todas esas preguntas ven variar sus respuestas con el paso de los días. Es muy difícil encontrar tu lugar, sobre todo si lo que sucede es que ya lo encontraste pero no podés subsistir en él. Hay que juntarse hermano. Tenemos que juntarnos con nuestros iguales, tener causas comunes. No importas donde vivas. No caigas en reproches mediocres:"vos te fuiste- a vos no te dió para irte"...En todos los sitios adonde vas hay gente que quiere lo que vos querés. Si vos querés :"Salvense quien pueda", eso vas a encontrar. Pero existe otra forma . Globalizar en las calles, lejos de los shoppings(que son iguales en todo el mundo), con los tintes de cada país, mirándonos a los ojos. Aceptar que lo más lindo del mundo es que somos diferentes, muchos colores, idiomas, culturas, opciones religiosas , sexuales, no somos iguales, somos diversos y eso está muy bien.
Vamos a juntarnos, hermano, en mi casa o en la tuya, vamos a escucharnos, a encontrarnos. Podemos ser libres. ¿Cuántos kilómetros nos separan ahora?.
Joaquín Doldán