Manchas en el monopolio de la limpieza

N. MOJÓN - santiago

La dirección de Tragsa, la empresa llamada por la Xunta para coordinar la limpieza de petróleo de playas, reconoce que existen tensiones entre sus empleados y los voluntarios llegados desde toda España para retirar el fuel-oil de los arenales. Fuentes de la compañía admiten que, en los últimos días, se han producido "enfrentamientos", como el que se vivió ayer en O Grove, donde hubo de intervenir el Ayuntamiento para apaciguar el enfado de los marineros.

El director de Relaciones Externas de esta firma, Antonio Imízcoz, acepta que surgen conflictos, pero los atribuye al agotamiento físico y psicológico del personal Ð"algunos trabajan entre 15 y 17 horas", explicaÐ y también a la afluencia masiva y descontrolada de voluntarios, en especial los fines de semana.

"El Puente de la Constitución llegaron diez mil y se esperaban 3.500 (...) Somos conscientes de que ha habido problemas, aunque normales en grupos tan numerosos", se queja Imízcoz. De hecho, entre hoy y mañana se aguarda una segunda oleada de voluntarios que pondrá a prueba la capacidad de organización de estas tareas.

Tragsa, empresa de capital íntegramente público, ha reclutado en Galicia a 850 personas de oficios diversos: peones, técnicos, operarios de máquinas o ingenieros. Todos con contrato, seguro y salario (el más bajo, de 30 euros por jornada). Además, la compañía ha desplazado a personal especializado de sus delegaciones en Andalucía, Navarra o Castilla la Mancha. En total, casi un millar de personas trabaja a las órdenes de la sociedad.

Conflicto en O Grove

El malestar con los empleados de Tragsa desembocó ayer en un altercado en O Grove. La cofradía de este pueblo pesquero, al enterarse de que la empresa ofrecía contratos a algunos marineros para limpiar, reaccionó enfurecida contra lo que ve como una táctica para dividir a los afectados ya que unos cobrarán Ðlos de TragsaÐ por hacer el mismo trabajo que los otros Ðlos voluntariosÐ.

"Ahora nos toca calmar a la gente porque estamos muy cabreados", confesó Manuel Iglesias, vicepatrón mayor de O Grove. El enfado obligó a convocar una asamblea de marineros para intentar sosegar el ambiente.

Los testimonios de personas relatando que técnicos de Tragsa les han prohibido el paso a las playas o les han pedido que vuelvan a sus casas de malos modos son vox populi y han llegado hasta los oídos de la dirección de la compañía e incluso al Parlamento de Galicia, donde el líder del BNG, Xosé Manuel Beiras, lamentó que existan limpiadores en regla y otros sin papeles.

Preocupada por la imagen que la empresa está transmitiendo en un tema de especial calado en la sociedad, la compañía se ha visto obligada a reclamar a toda su plantilla desplazada en Galicia un "especial tacto y sensibilidad" con los voluntarios, al igual que con los soldados o científicos que colaboran.

Quieren poner remedio cuanto antes a las disputas que estos días afloran entre los marineros, ofendidos al recibir órdenes de empleados de una empresa, en no pocas ocasiones venidos de fuera, que les dicen cómo han de hacer su trabajo. o por dónde deben moverse en lugares en los que se han criado.

La UE amonestó a Tragsa en mayo por diversas anomalías en la contratación

L. ROUCO - a coruña

La Comisión Europea amonestó a la Empresa de Transformación Agraria Sociedad Anónima (Tragsa) el pasado mes de mayo por anomalías en la contratación. Esta empresa pública recibió hace tres semanas la orden del Ministerio de Medio Ambiente para coordinar la limpieza de la costa afectada por la marea negra. Los marineros y las autoridades de los ayuntamientos afectados por el vertido han mostrado su malestar por el comportamiento de Tragsa. Afirman que la empresa pública obstaculiza el trabajo de los voluntarios.

La Comisión Europea ha acusado a esta sociedad de no respetar las reglas de publicidad y transparencia en sus contratos. La Dirección General de Mercado Interior de la Unión Europea ha mandado un emplazamiento al Gobierno español para que obligue a Tragsa a cumplir los principios del Derecho de Contratación Pública.

"Le informo de que la Comisión ha decidido enviar al Gobierno español una carta de emplazamiento, en aplicación del artículo 226 del Tratado. En dicha carta, la Comisión formula objeciones respecto de la adjudicación de determinados contratos por Tragsa sin respetar las reglas de publicidad y transparencia impuestas por el Derecho comunitario de la contratación pública", se puede leer en la notificación que la Comisión Europea ha enviado a la Asociación Nacional de Empresas Forestales (Asemfo), el colectivo que ha denunciado el comportamiento de la sociedad pública en Bruselas.

Un portavoz de Tragsa negó, sin embargo, que la carta enviada por Bruselas al Gobierno española fuese un emplazamiento. Este responsable de la empresa pública aseguró que la misiva enviada por la Comisión Europea era, solamente, una "petición de información".

Tragsa recibió el encargo del Ministerio de Medio Ambiente de limpiar la costa gallega hace tres semanas, cuando ya hacía varios días que el fuel oil había llegado a la Costa da Morte. Su actuación en las playas gallegas ha provocado momentos de gran tensión entre los voluntarios y el personal contratado. Los marineros y todos los que colaboran de forma altruista en la recuperación del combustible han mostrado su malestar por trabajar codo con codo con empleados que cobran dinero público por limpiar el litoral. El Ayuntamiento de Pontevedra acusó, además, a Tragsa de poner "trabas" al trabajo de los voluntarios y de no asignarles playas para que aumenten los beneficios de la sociedad.

Asemfo acudió a la Unión Europea para denunciar a Tragsa después de un litigio en el Servicio en Defensa de la Competencia y en el Tribunal en Defensa de la Competencia. Este colectivo denunció en Bruselas que Tragsa subcontrata los trabajos encargados por el Gobierno sin respetar los principios de publicidad y transparencia.

La Comisión Europea dio la razón a Asemfo y mandó un emplazamiento al Gobierno español que llegó a Madrid el pasado mes de mayo. El Ejecutivo no tiene que aplicar, inmediatamente, esta orden comunitaria. El Gobierno puede retrasar el cumplimiento de la directriz hasta 2004. Si entonces no ha obligado a Tragsa a cumplir el Derecho de Contratación Pública, el caso pasaría al Tribunal Europeo.

Tragsa es una sociedad en la que participan los ministerios de Agricultura, Medio Ambiente y Hacienda. En el año 2000, se pusieron, además, a la venta varias acciones de Tragsa para que las comprasen las comunidades autónomas.

La crisis de las "vacas locas" y la extinción de incendios

"Galicia es una de las comunidades donde más trabaja Tragsa", explica Arancha López de Sancho, la gerente de Asemfo, el colectivo que ha llevado el comportamiento de esta sociedad hasta la Comisión Europea y que ha conseguido que la UE amoneste el procedimiento de contratación de esta empresa.

Las actuaciones de Tragsa más conocidas en Galicia son las llevadas a cabo durante la crisis de las vacas locas y las de extinción de incendios. Su trabajo más polémico fue, sin embargo, el de las inspecciones veterinarias. La Xunta de Galicia decidió despedir en 1998 a todos los veterinarios que, de manera autónoma, realizaban este trabajo en la comunidad autónoma.

Estos profesionales habían pedido convertirse en personal laboral de la Xunta y ésta decidió despedirles y contratar a Tragsa. Los veterinarios acudieron a los tribunales para denunciar este comportamiento. El Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) declaró improcedentes los despidos.

Las actuaciones de Tragsa han provocado la formulación de varias preguntas por parte de la oposición a la Xunta, tanto en Santiago como en Bruselas. Varios diputados del BNG preguntaron sobre las actuaciones de Tragsa durante la crisis de las vacas locas y en la extinción de incendios.