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INFORME ESPECIAL PARA UNA EDICIÓN INTERNACIONAL |
ANTEL, Gabriel Gurméndez demostró en el diario "El País del sábado 9 que el ente corre hacia el despeñadero
Las declaraciones que efectuó el pasado sábado en el diario "El País" de Montevideo el Presidente de ANTEL, Ing. Gabriel Gurméndez, exhiben evidente desconocimiento de lo que tiene entre manos -nada menos que las telecomunicaciones de la República Oriental del Uruguay- ; son demostrativas de su cabal ignorancia en lo que hace a la gestión empresarial, y confirman con acabada plenitud que el organismo avanza inexorablemente hacia niveles de deficiencia en todos los sectores de la administración, suministros, inversión y gerenciamiento, no vistos hasta ahora en la historia del ente y del país.
Cuando asumió la conducción del ente autónomo, la gente esperaba que accediese a la presidencia un hombre razonablemente preocupado porque coincidía su asunción al cargo con la pronunciada bajada, prolegómeno de inevitable camino hacia el despeñadero.
Sin embargo, y a estar por sus más que frívolas declaraciones sabatinas, la población ha podido advertir con asombro y tremendo dolor de bolsillo a un hombre satisfecho de lo que está haciendo y que, incluso, trata de explicar lo inexplicable. Tiza y pizarrón. En el mejor recuerdo de mi querida profesora de Idioma Español, Raquel Irisarri de Boix, lo invito a pasar al frente "a tiza y pizarrón". Hagamos, Ing. Gurméndez, un pequeño ejercicio como se efectuaría en cualquier escuela de negocios de otro país.
Supongamos una empresa que creció rápidamente (léase ANTEL) que genera importantes excedentes sobre los costos operativos, y que destina los mismos a fuertes inversiones y a distribuir importantes sumas entre sus propietarios. Era justamente su caso en los gloriosos años de 1997-1998-1999. Facturaba más de 700 millones de dólares anuales; los costos operativos no llegaban a 300 millones; invertía 250 millones de dólares al año, y todavía se daba el lujo de entregarle a Rentas Generales 150 millones de dólares a ejercicio cumplido.
Ahora bien; supongamos que los consumidores tienen una debacle en sus ingresos y no pueden seguir gastando lo que hacían en el trienio mencionado. Además se instala la competencia en varios de los rubros que antes eran monopólicos.
La pregunta al alumno de la escuela de negocios sería: ¿qué hacer? Cualquier alumno aplicado de primer año respondería:
a) Con esos márgenes, primero efectuemos una fuerte reducción en las tarifas para permitir que los usuarios no bajen los consumos, así no perderemos clientes ni servicios. Pero, además, para no perder mercado en los sectores donde se compite.
b) Por otra parte, bajemos las distribución de utilidades a los dueños (Rentas Generales) pues ese excedente ya no existe.
c) Bajemos algo las inversiones de ese ritmo tan fuerte impreso en los años anteriores, pero por lo menos vayamos reponiendo la obsolescencia pues corremos el riesgo de perder rápidamente la competitividad.
El presidente hizo todo lo contrario. Pues bien, lo que hizo la ANTEL, de la mano del Sr. Gurméndez, (pese a la opinión contraria del director Dr. Óscar González Álvarez) fue EXACTAMENTE LO CONTRARIO: a) aumentó las tarifas, b) mantuvo las mismas transferencias a rentas generales, c) llevó a cero las inversiones en 2003 . Echó abajo la recaudación. Al aumentar las tarifas desmedidamente para cubrir las necesidades del gobierno central, provocó que la facturación se ubicara en 360 millones de dólares anuales, es decir en la mitad de lo obtenido en el trienio 1997-99. Es lógico que así sucediera, pues si hubo problemas en la demanda, cuánto más aumentaron las tarifas, más se restringió el consumo.
(Uno más uno son dos, y dos más dos son cuatro). Entramos entonces en el ojo del huracán, inmersos, todos, el país entero, en una espiral, en un tornado interminable que destruye todo cuanto encuentra a su paso.
Pero no paró aquí la cosa. Se creó un escenario artificial para que aparecieran empresas de telefonía internacional y prosperaran mientras ANTEL mantuvo tarifas muy por encima de los costos, invitando al usuario a que se fueran con otro proveedor. Y los usuarios se fueron, (expulsados por ANTEL) y se siguen yendo, contándose por miles.
Por otra parte, nadie crea que las tarifas internacionales bajaron por la competencia. La verdad es que bajaron porque la FCC norteamericana obligó a sus empresas a disminuir sustancialmente las tarifas internacionales, medida que aparejó, efecto dominó, que se redujera el costo de los corresponsales. Entonces las tarifas de todos los países cayeron sustancialmente.
Sólo el Presidente de ANTEL parece no haberse enterado de que tiene que bajar las tarifas, no porque haya competencia, sino porque el nivel que tienen desafina y están obviamente desalineadas con la región y el mundo.
Reconoce Gurméndez que la tarifa de fijo a celular es muy alta y que es el principal ingreso de ANCEL. Los uruguayos pagamos tarifas de ópera. Antel se queda con un 142%. Según hemos podido averiguar con algunos expertos (estimados compañeros universitarios que hoy ocupan cargos de jerarquía en el ente) el minuto de fijo a celular, cuyo precio es $9.75, en realidad le cuesta a ANTEL $3,00. Si uno calcula los impuestos en alrededor de $ 2,50, quiere decir que ANTEL se queda con $4,25. Es decir, aplica un margen de 142%. Y para peor, eso no se dedica a nueva infraestructura o tecnologías, sino que, haciendo buena letra, naturalmente que con intenciones de puntada con hilo, eso se lo manda todo a Rentas Generales: ¡un disparate!.
¿Qué ocurrió? Este mamarracho de gestión ha conducido a que todo el mundo haya restringido las llamadas a celulares, sin perjuicio de que se ha clausurado la posibilidad domiciliaria de llamar a larga distancia mediante la inutilización del cero. Se ha trancado fuerte, muy fuerte, a la familia uruguaya.
¡Los uruguayos pagamos tarifas de ópera para tapar los agujeros que produjo la crisis de los bancos de 2002!!!
Vaciamiento de la empresa. Las transferencias a Rentas Generales alcanzaron a la tercera parte de la facturación de ANTEL. Eso llevó a que muchas personas hablaran de “vaciamiento” de la empresa. Eso quedó cabalmente demostrado pues Gurméndez ahora anuncia una disminución en las transferencias en 2004. A confesión de parte, relevo de prueba.
Además, dando razón a sus críticos, Gurméndez admitió que las inversiones de ANTEL han caído estrepitosamente y lo atribuye a que en los últimos años las inversiones de ANTEL fueron altísimas. No parece entender el Sr. Gurméndez, que preside una empresa de tecnología, que, si no invierte, en un año o dos puede hacer desaparecer a esa empresa sin que se precise un Mago Houdini para ello, ni un flautista de Hamelin que ahogue las ratas en el río.
ANTEL ofrece por Internet pagar desde el exterior las tarifas telefónicas de las familias uruguayas. En el mismo nivel de los latinos muy pobres y cubanos Con verdadero dolor cabe difundir que ANTEL está ofreciendo a los uruguayos que se han ido al exterior el servicio de pagar por Internet las facturas telefónicas de sus familiares en el Uruguay. Según se ha dicho de esta manera el país se iguala con otros ciudadanos de países latinoamericanos que, desde los Estados Unidos o Europa, deben hacerse cargo del pago de los consumos de los servicios públicos o privados de sus familiares en sus países de origen.
ANTEL "se fabricó" un cuello de botella
Se lee en el diario "El País" del domingo 10, fragmento de la página de Don Carlos Maggi: "LOS PLANES PLANOS. Hay otro frente simultáneo, en la batalla por Internet. Antel que cobra mucho y gana cada vez menos, adelanta sus inversiones para los próximos dos años:
En el Presupuesto aprobado recientemente, su contribución a Rentas Generales para el 2004, disminuye en 20 millones de dólares. Antel destinará durante el 2004, 51 millones de dólares a remunerar su personal y la mitad de eso, a la actualización y ampliación de sus sistemas, unos 23 millones por año.
El proyecto "insignia" al cual se destinarán U$S 13 millones procura instalar la tecnología GSM para abaratar el costo del equipamiento y mejorar la velocidad. A eso se suma la tecnología GPRS de transmisión de datos por vía inalámbrica lo cual facilitará el acceso a Internet del sector rural y el interior del país.
Se destinarán U$S 10 millones para ampliación de redes de acceso de telefonía fija en todo el país y la sustitución de telefonía fija inalámbrica por la de redes de cobre. U$S 5 millones para actualizar las centrales digitales mediante nuevos programas informáticos.
U$S 2 millones para mejoramiento de redes de datos empresariales; y U$S 2,3 millones se invertirán en acceso a Internet residencial ADSL con el objetivo de duplicar el número de usuarios llegando a 20.000.
Uruguay en situación de notable inferioridad en cuanto a fibra óptica. Nada prevé ese presupuesto bianual para superar la inferioridad en la cual se mantiene el país en cuanto a conexiones internacionales de fibra óptica.
Cuello de botella desesperante. Dependemos de Argentina, padecemos un cuello de botella que por momentos se hace desesperante, y pagamos más de lo debido.
La solución de Internet para tener tarifa plana y velocidad `VERDADERA Y CONSTANTE", obliga ahora a prescindir de Antel, que sigue sin tener una conexión suficiente en materia de fibra óptica. En estas condiciones, los 20.000 usuarios que Antel piensa conseguir bloquearán definitivamente el estrecho canal de salida con el cual cuenta el ente".
Seis empresas privadas denunciaron a ANTEL por competencia desleal. Cobra 200% más que a empresas extranjeras
Seis empresas privadas de telefonía internacional denunciaron a Antel por prácticas anticompetitivas y reclamaron la inmediata intervención de la Unidad Reguladora de Servicios de Comunicaciones (Ursec), acaba de informqar hoy el diario "El País" de Montevideo.
Intercanal, Telephone 2, Districorp (Directo Telecom), Uniotel, Telstar (Techtel) e Imelar argumentan que Antel les cobra por el servicio de terminación de llamadas en un celular, 200% más que a empresas extranjeras.
Los denunciantes reclamaron a la Ursec que ordene a Antel que cese el "trato discriminatorio" y cobre el mismo precio por el mismo servicio.
El recurso fue presentado ante la unidad reguladora.
Se aportaron pruebas contundentes. En el texto, los operadores nacionales aportan como prueba dos llamadas realizadas desde Miami a celulares (Movicom y Ancel) en Montevideo, con una tarjeta prepaga llamada "Hola Uruguay".
Según los denunciantes, el costo por minuto de la comunicación, utilizando esta tarjeta, fue de U$S 0,166, o $ 4,482. Deduciendo otros gastos (armado y distribución y ganancia del vendedor), llegan a la conclusión de que el costo del servicio de conectar esa llamada internacional con la red celular uruguaya, provisto por Antel, fue de
$ 2,9133 para el comercializador de la tarjeta Hola Uruguay. En cambio, sostienen, Antel cobra a los operadores privados uruguayos, por el mismo servicio, tres veces más, U$S 0,33
($ 8,91) el minuto.
Tratamiento discriminatorio. Los denunciantes se quejan de que esta práctica comercial los coloca "en desventaja respecto a la competencia" de las empresas que obtuvieron el precio más conveniente. En el texto presentado, fundamentan el reclamo en lo dispuesto por el Decreto 393/002, que prohíbe el "tratamiento discriminatorio". La norma establece que los prestadores tienen derecho a obtener condiciones técnicas y económicas que "guarden razonable equivalencia en la interconexión que solicitaren a otro operador, las que éste otorgue a terceros, a sí mismo, o a empresas vinculadas".
En este caso, según la denuncia, mientras el ente aprobó por resolución de su directorio una tarifa para el servicio, ésta solo se aplicó a los operadores nacionales, mientras que otras empresas establecidas en el exterior obtuvieron precios sensiblemente más ventajosos. Los reclamantes sostienen que los privados locales han debido soportar costos notoriamente superiores para sus insumos esenciales —terminación en la red móvil— respecto a los que determina Antel para el desarrollo de sus servicios o los que pacta "respecto de terceros foráneos a la inversión nacional".
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