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La reunión de la OMC en Cancún
Por Helena Arce
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Cuando una persona comercia con otra, es porque esto le da ventajas comparativas, veamos un ejemplo:
Yo puedo fabricar zapatos, lo puedo hacer mejor que los demás y más barato, entonces busco alguien que pueda fabricar comida en las mismas condiciones, yo le vendo los zapatos que produje, y él me vende la comida. Los dos ganamos, y nos sobra dinero, ese dinero que nos sobra lo reinvertimos en mejorar la producción para lograr mejorarla, mejor calidad, precios más bajos, y más remanente, y además gastamos en nuestro propio sustento, este gasto le da trabajo a otras personas que a su vez comercian con cada uno de nosotros. Si cada uno pretende no comerciar con los demás y autobastecerse en todo, pierde dinero. Pues a mí que me puedo especializar en fabricar zapatos, me resulta mucho más caro fabricar comida, lo mismo le sucede al otro. Cual es el problema con los subsidios de los países desarrollados. Ellos están más aptos para dedicarse a otros productos, en su mayoría de alta tecnología, el producir productos agrícolas les resulta más caro. Pero los remanentes que quedan de lo obtenido por la venta de sus tecnologías a los países que no los tienen, en vez de utilizarla en comerciar con estos, los utilizan en subsidiar su producción agrícola. ¿Por qué no lo hacen? ¿No conocen las ventajas que da el comercio? Sí, pero con una política cortoplacista, prefieren financiar el trabajo no rentable de su gente, y además asegurarse así un precio tope a pagar por los productos que necesariamente deben comprar.
La última reunión de la Organización Mundial del Comercio, en Cancún, ha sido catalogada por varios como un fracaso. Sin embargo, personalmente no lo veo así. No se ha llegado a un acuerdo, los países llamados "desarrollados", que por su poderío económico, son en definitiva quienes marcan las pautas de cómo se manejan las relaciones de intercambio internacional, se niegan a terminar con los subsidios a su producción agrícola. Pero esta vez los países llamados "emergentes" han hecho oír sus voces. Hay un hecho claro estos países cada día están más pobres, porque incluso aquellos en los cuales la crisis ya ha comenzado a pasar, no pueden de una buena vez salir a flote, pues sus economías están tan endeudadas que para cumplir con ellas deberían sacrificar a su población por generaciones enteras, y ni aún así. Y estos países piden que los dejen comerciar en igualdad de condiciones..
Durante décadas los países del mundo desarrollado han sacado ventajas innegables, no cabe duda. Han visto florecer su economía y la calidad de vida de su gente, pero de mantenerse esta situación en el largo plazo, este florecimiento se cortará. Esto será así porque los deudores dejarán de pagar sus deudas, y de comprarle al mundo desarrollado.
Si claro, no hay duda que las deudas contraidas hay que pagarlas, pero razonemos que fue lo que sucedió en nuestro país. ¿Por qué casi la mitad de la población económicamente activa (o sea aquellos que están aptos para trabajar, sí encuentran donde) está endeudada, con deudas a las que, por lo menos en el corto o mediano plazo, no podrán hacer frente? Porque esas deudas fueron adquiridas en determinadas condiciones económicas, con ingresos y egresos promedios habituales, que permitían hacerles frente a las deudas. Al haber menguado los ingresos y haber crecido los egresos, el remanente sobrante, cuando existe, no alcanza para hacer frente a las deudas. Entonces se da el corte en los pagos.
En los países sucede lo mismo, los gobiernos se endeudaron y debieron cumplir las pautas establecidas por los prestamistas en su economía. Se suponía que las pautas establecidas buscaban que la situación económica de los países mejoraran, para que pudiesen hacer frente a las deudas contraidas. Sin embargo la realidad no les da la razón. Hoy vemos a los países endeudados con problemas serios en su capacidad de pago, inmersos en una profunda recesión. Se liberaron las economías, se desbarataron los aparatos productivos, los países están endeudados y para poder pagar sus deudas dependen de que esos mismos acreedores le presten más dinero, dinero por otra parte cada vez más caro, pues la tasa de interés al que se les presta es mayor.
Sin duda los acreedores quieren cobrar sus deudas, esas mismas que los países deudores quieren pagar.
Lo mismo sucede a nivel familiar, las familias quieren pagar las deudas que en su momento adquirieron. Asi también los bancos, tarjetas, etc quieren cobrar el dinero que prestaron a las familias. Pero si no hay trabajo que permita aumentar los ingresos familiares, si los gastos para solventar una familia son cada vez mayores, será muy difícil que quede el famoso remanente que permita a las familias hacer frente a las deudas.
Con los países sucede lo mismo. Los ingresos no aumentan, pues es imposible colocar los productos en el mercado internacional a un precio aceptable y al mismo tiempo los gastos en que hay que incurrir para acceder a los productos que deben adquirirse en otros países, son cada vez mayores. Los países desarrollados venden sus productos a un precio cada vez mayor y no permiten que suban los precios de los productos que les podemos proporcionar pues subsidian los suyos propios. Resultado es cada vez más difícil hacer frente al endeudamiento.
¿Por qué pienso que no fue un rotundo fracaso, la cumbre de Cancún?
Porque es un comienzo, los países endeudados han hecho oír su voz, reclaman que se levante la política de subsidios, que comercien con ellos, en igualdad de condiciones. Y lo hicieron en bloque.
No queremos más préstamos, no queremos mas donaciones, queremos trabajo para nuestra gente, que compren nuestros productos, que a través del comercio ingrese el dinero a nuestros países. Al existir realmente un libre comercio, cada país tendrá un remanente que le permita financiar su presupuesto y al mismo tiempo terminar de una vez con todas con el endeudamiento que los tiene atados. En la medida en que la situación no cambie, los países pobres lo serán cada vez más, hasta que llegue un momento en que simplemente no podrán pagar. Y en ese momento, tampoco podrán comprar los productos que venden los países más ricos. Y esto no sucederá por una posición asumida, ni por una manifestación de deseo, ni porque decidan políticamente no pagar sus deudas, simplemente no tendrán dinero para pagarlas.
Si esta relación actual en los términos de intercambio se mantiene, ya no solamente no se podrán pagar las deudas, además los países ricos no tendrán a quienes venderles sus productos, pues los países pobres no podrán comprarles. No hay que olvidar que la gran demanda de las tecnologías que venden los países desarrollados, la componen justamente los países no desarrollados. Así de mantenerse esta situación, el resultado que se obtendrá es que todos los países serán más pobres.
Esta posición que han asumido los llamados "Grupo de los 27" es sin duda un comienzo, falta que los demás entiendan lo que puede ocurrir sino se les cae la venda de los ojos.
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