No estoy obligado a revelar mi voto, aunque admito que nunca voté por el Movimiento al Socialismo, MAS. Ahora, tampoco votare por el MAS,
-Porque este no es un partido; es una organización delincuencial que carece de principios y de propuestas honestas.
-Porque, nacido de un núcleo cocalero ligado al narcotráfico y en medio de sus desvaríos socialistas, pretende restaurar el incario, o sea un anacrónico sistema absolutista y teocrático (el culto a la “Pachamama”), violentando los valores democráticos contemporáneos.
-Porque ha forzado la adopción de un mamotreto constitucional que consagra, entre otras necedades, la absurda y primitiva “justicia comunitaria”, desconociendo las buenas tradiciones republicanas.
-Porque sus militantes agitan la “wiphala” que les es ajena y que, ahora, es bandera que marca la segregación de los bolivianos.
-Porque a los masistas se les ha ocurrido hacer un ridículo saludo al himno nacional y porque pretenden torpemente cambiar el nombre de la Patria, es decir “estado plurinacional”, en vez de la venerable República.
-Porque en todos los actos electorales convocados desde 2006, el oficialismo deformó el padrón de votantes y montó gigantescos fraudes. Y, ahora, porque ha inflado el número de los inscritos en el padrón biométrico, con la sospechosa intervención de una empresa venezolana.
-Porque el gobierno se aventuró en la “nacionalización” de los hidrocarburos, convertida en una penosa charada que se agrava por la ineficiencia de la empresa estatal del petróleo, llena de ineptos militantes del oficialismo.
-Porque los vociferantes grupos de choque masistas también llamados “movimientos sociales”, marcharon y acosaron al Congreso Nacional pretendiendo forzar la voluntad de los parlamentarios y ya amenazan repetir la “hazaña” contra la Corte Nacional Electoral.
-Porque sus dirigentes y militantes tienen una voracidad irrefrenable para capturar y ocupar todos los espacios del Estado, segregando a grandes sectores de la sociedad.
-Por la estridente acción internacional de un gobierno sin ideas, sin planes ni cursos de acción planificados, actuando, simplemente, como provocador, poniendo en ridículo a la Nación.
-Porque el presidente-candidato del MAS declaró ante el mundo que es marxista, leninista, comunista y socialista, con una insultante obsecuencia al el demente de Caracas, a quien imita y halaga.
-Por su amistad y cooperación con las satrapías de los países de la ALBA, y por sus sumisos nexos con la fanática eclesiocracia de los ayatolas de Irán.
-Porque es una “nomenkatura” que ha incitado a la matanza de Pando y a la posterior ocupación militar y policial, acosando cruelmente a un pueblo noble, solamente para satisfacer la megalomanía de un enajenado.
-No voy a votar por el MAS, por el uso ciego y perverso que hace de la violencia que ya ha cobrado la vida de muchos bolivianos y porque debo honrar a las víctimas de Huanuni, Cochabamba, La Calancha y Pando.
-No voy a votar por el MAS, porque tiene a un jefe cocalero y porque ha acogido a dirigentes corruptos, como Santos Ramírez, destacado exponente de la corrupción; como San Miguel y Arce, tránsfugas que provienen del gonismo; a Rada que destila odio y presteza en la mentira; a Sacha Llorente, más payaso que político; al pelafustán, traidor y corrupto Torrico, que merece el nombre de “llocalla” que le dio el viejo dirigente minero Filemón Escóbar; al acomodaticio Iván Canelas que, de oscuro reportero, se ha convertido en el que alienta el desconocimiento de la libertad de expresión y traiciona su ex-colegas periodistas; al bobo de Choquehuanca que nos avergüenza con sus primitivos cuentos; a doña Ana María que da pena cuando pretende justificar su incorporación a la incuria gobernante, al diputado Silva con su sonsonete socarrón y estúpido, y a tantos más, iguales o peores exponentes de la cofradía de los mentirosos, corruptos, violentos e ineptos…
-No voy a votar por la lista que encabeza Evo Morales por su desprecio a la ley y a la majestad de la justicia.
-Por su corrupción creciente, que llegó hasta el crimen sangriento.
-Porque respalda a los cocaleros, y por su tozuda defensa de la coca, a sabiendas de que es el origen del flagelo del narcotráfico.
-Por la renuencia de sus candidatos a debatir sus propuestas, denotando cobardía intelectual y temor a exhibir su acusada inopia moral.
-Porque sus dirigentes y militantes odian cerrilmente a cruceños, tarijeños, sucrenses, benianos y pandinos y a los sectores sensatos de La Paz, Cochabamba, Oruro y Potosí.
-Porque los masistas, en horrible conjura, están destruyendo la Nación.
Voy a oponerme a Evo y al MAS en las elecciones y en el llano, porque sus militantes, imitando a su jefe, insultan, persiguen y apresan a mis conciudadanos, violando sus derechos individuales, y usa la prisión como arma electoral contra Leopoldo Fernández.
Finalmente, no voy a votar por el MAS, por decencia y por respeto a la patria, a mis conciudadanos y a mí mismo.
