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Crónica de una muerte (futura) anunciada
por Gustavo A. Küpfer |
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El manual de buenas costumbres dice que hay un límite para no contestar agravios. Pero nunca se debe caer en la grosería ajena.
Los dichos y comentarios del matrimonio presidencial insultan la inteligencia de todos los argentinos. Excepción hecha de quienes han reemplazado esta, por la obsecuencia.
Desinformación, ignorancia y/o cinismo
En el futuro, quizás algún historiador logre develar los motivos. Pero mientras tanto los argentinos debemos prepararnos para pagar una bacanal a la cual no hemos sido invitados.
“Estamos ante el fracaso de un modelo que se instaló a fines de los 80´s y dominó el escenario internacional: el modelo neoliberal, mas conocido como el Consenso de Washington” (Cristina Kirchner, Cumbre Iberoamericana, Octubre 2008).
Veamos que decía de manera muy resumida, el más famoso de los Consensos:
1.- |
Superávit fiscal o déficit financiables sin inflación |
2.- |
Redireccionamiento del gasto público hacia la educación subuniversitaria, salud e infraestructura |
3.- |
Reforma fiscal, eliminando las exenciones ampliando la cantidad de contribuyentes. |
4.- |
Liberalización del mercado financiero, liberando las tasas. |
5.- |
Tipo de cambio unificado y competitivo que permita el crecimiento de exportaciones no tradicionales. |
6.- |
Eliminación de las restricciones cuantitativas del comercio internacional, las que serán reemplazadas por tarifas, en un rango entre 10% y 20%. |
7.- |
Eliminación de barreras al ingreso de inversiones extranjeras directas. |
8.- |
Privatización de las empresas públicas. |
9.- |
Eliminación de las regulaciones que impiden el ingreso de nuevos jugadores o definen monopolios. |
10.- |
Aseguramiento de los derechos de propiedad, en especial hacia los sectores informales. |
En los EEUU no se cumplieron ni los puntos 1ro ni el 4to. Y algunos otros sólo fueron implementados de manera parcial. Y aun así, es este país quien más se ha acercado a su cumplimiento. Entonces es fácil interpretar cuanto del Consenso ha sido implementado en el mundo. Por lo que uno o más de los motivos antes mencionados llevaron a nuestra presidente a mentir.
La Reserva Federal americana (Fed) tiene como objetivo el velar por una inflación baja y por el valor de la moneda a través de instrumentos de política monetaria (tasas). Justamente el mal manejo de su principal instrumento permitió la creación de esta crisis (ver nota anterior “Subsidio equivocado”) que de haberse acatado el Consenso, seria una variable libre y no sujeta a los caprichos del presidente de la Fed. Fue entonces un exceso de regulación y no la aplicación de principios libertarios, una de las causas primigenias.
Claro que podemos agregar que en el caso de la Argentina, el único punto del Consenso que se aplicó de manera completa, fue el 8vo (privatización de empresas públicas) pero agravando la situación del 9no (creación de monopolios). Algunos del resto de los puntos fueron parcialmente aplicados y otros totalmente ignorados. La consecuencia está a la vista. El hecho que “Argentina puede dar cuenta de los resultados de ese modelo y de su fracaso inevitable” (CFK dixit) sólo es cierto en las palabras (¿ y la cabeza?) de la presidente. Pero no en la realidad.
En este contexto, los opositores a la libertad creen haber encontrado los motivos para impulsar lo que llaman “el fin del capitalismo”. Creer que una crisis mata al único sistema que ha permitido a la humanidad desarrollarse como lo ha hecho en los últimos tres siglos a través de las sucesivas crisis, es no comprender su esencia. La crisis lo único que hará será depurar el sistema de las distorsiones que el exceso de regulación e intervención le generó. Tal como viene sucediendo desde aquel entonces. Y el ser humano podrá aprender de sus errores o volver a cometerlos.
El tiempo y el costo de este proceso serán inversamente proporcionales al nivel de libertad que en cada país o región vivió. Sin contar con las crisis que cada uno quiera sumar a la que existe globalmente.
Muchos hablan de la falta de regulaciones o las falencias en su aplicación. Quizás sea tiempo de permitir un mercado mas libre que arbitre de manera constante y permanente la actuación de los distintos participantes en lugar de levantar regulaciones que “escondan” estas participaciones hasta que, con un efecto dique, la pared ya no pueda contener el embalse y muchos deban sufrir el agua al cuello.
Es con esta maraña de regulaciones, donde se pierde la posibilidad de transparencia y de igualar niveles de información, siempre a favor de un burócrata cuyo interés final es la propia acumulación de capital.
No es la igualación socialista la que va a permitir que siga adelante la evolución de nuestra especie, sino la igualdad de oportunidades. Y esta no se logra con funcionarios corruptos dueños de información privilegiada con poderes omnímodos sobre la propiedad privada, manejo discrecional de la Tesorería pública y la complicidad judicial que los vuelve impunes ante la ciudadanía.
“El neoliberalismo fue la crónica de una muerte anunciada” dijo la presidente argentina. Claramente no entiende de lo que habla. Seguramente no del capitalismo libertario, sino del prebendario y tan amigo de las regulaciones negociadas.
Puede creer que ella liderará una batalla a ganar contra la libertad. Pero más temprano que tarde, deberá aceptar que su acción no es más que una gota en el mar. Y que nada cambiará.
Claro que hasta ese instante, somos los argentinos quienes habremos de financiar esta cruzada Kijotesca.
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