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Año V Nro. 311 - Uruguay, 07 de noviembre del 2008   
 

 
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Rodrigo Blás

De trajes, bandos y bandidos
por Rodrigo Blás

 
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         El ejercicio matinal de informarme por la radio más de una vez me depara malestares que nos acompañan durante todo el día .En más de una ocasión declaraciones y declarantes nos hacen navegar por lugares más parecidos al Macondo de García Márquez  que al Uruguay donde vivimos o por lo menos que a el Uruguay que queremos..

         Desde la radio, llegan de tanto en tanto y con más asiduidad de la que quisiéramos cosas que asemejan por su incredibilidad al realismo mágico de las primeras novelas del Nobel colombiano.

         De paseo por Maldonado, el senador Eleuterio Fernández Huidobro nos decía por radio la semana pasada,  hablando de la gente que usa traje y corbata y tiene asesores, lo siguiente: “gente de esa a la que a usted le dice pase por favor señor. Por eso yo cada vez que veo gente así, sospecho. Yo cuando asaltaba bancos, me ponía traje y corbata”.

         No me quiero detener hoy en cosas de las que ya hemos hablado como el mensaje erróneo que baja desde los más altos (un Senador se supone que lo es)  cuando nuestro Senadores han pasado por el Robo, el Secuestro y el Asesinato, tampoco  en relacionar estos mensajes con la ausencia de valores que hoy reina en nuestra sociedad, o lo difícil que debe ser tratar de mantener comportamientos acordes a la Ley, o moralmente aprobados cuando los Señores de la República son en sí mismo  ejemplo en contrario, no es de eso que hablaremos hoy sino de lo que nos parece más simple y peor de las palabras del conocido Ñato, su vil intento de seguir sembrado odios y divisiones en nuestro Uruguay,  trasmitiendo el viejo concepto de la burguesía opresora, del dominio  de  “la aristocracia burguesa uruguaya” que llevó al levantamiento tupamaro en los 60 “.

         Dice el senador que desconfía de las personas rodeadas de asesores y que visten traje y corbata, sin detenernos a pensar que quizás era otro de los interminables y cansadores mensajes para la interna frenteamplista  y se refería al Presidente Vázquez que bastante asesores tiene y gusta del traje como  vestimenta( Gracias  a Dios), o de algún Ministro o ex ministro  frenteamplista   de los  que también  tienen un manojo de asesores y usan trajes variados; nos parece que las palabras del Senador  era una más de las usuales siembras de rencor. y división entre los uruguayos que surgen desde el Frente Amplio, tratando de separar al Uruguay en dos entre esa invisible masa de trabajadores de overol y los vampiros de traje y corbata, viles explotadores, apropiadores indebidos del trabajo ajeno, y muchas otras atrocidades sesentistas.

         Ese Uruguay es el que no queremos, el de la división, el Uruguay clasista, el del prejuicio entre iguales por su vestido, su credo, su filosofía política o por cualquier otra cosa que a alguien se le ocurra que pueda separarnos en bandos.

         Yo soy uno de ustedes, dice el senador al obrero y para robar me disfrazaba como uno de ellos. El facilismo del mensaje es tan triste como peligroso,  es barrera para la Unión Nacional, es avivar la llama de la separación, es alentar la revancha y hasta justificar la violencia o el delito  si este se produce desde uno de alpargatas a otro de traje, es seguir empujando el Uruguay de los unos y los otros, de los malos y los buenos.

         El senador sospecha de los que ve así vestidos, la confesión es buena,  ahora sabemos por confesión de parte lo que ya conocíamos, qué este no es un gobierno para todos, que es un Gobierno que pone a los ciudadanos bajo sospecha, ahora conocemos un motivo, la vestimenta de estos, seguramente habrá otros más, como la filiación política del gobernado, su cuadro de fútbol preferido, su barrio de residencia o cualquier otra situación ridícula que permita suponer que el sospechado integra el bando contrario. 

         Lejos está el camino elegido por el Senador Tupamaro  del camino necesario para un Uruguay mejor, lejos está su mensaje del mensaje necesario para una Nación mejor, lejos está  su visión de la que precisamos para encarar un destino común .Gobernando desde el prejuicio, la sospecha y la división y la estupidez, seguiremos caminando rengos. Ayer las divisiones nacieron por que estos mismos, hoy senadores, pensaron que desde la violencia arreglaban el Uruguay, hoy apuestan a la sospecha, habrán cambiado su forma de actuar pero siguen tan equivocados como siempre en los caminos que eligen .

         El Uruguay es otra cosa, es el de traje y el de overol  buscando lo mismo, el del campo y el de la ciudad queriendo lo mismo, el rico y el pobre encontrando destinos en común, el Uruguay es la confianza y no la sospecha, la fraternidad y no el rencor y la dejamos por aquí, ya  que quizás  el Senador sospeche también de los que escriben en su contra y por las dudas que Daisy haya escuchado a Huidobro voy a esconder el traje y la corbata.

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© Rodrigo Blas para Informe Uruguay
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