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Ausentismo docente
por José Carlos Cardoso
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El pasado miércoles se dio un episodio penoso en un liceo de Rocha. Una madre, que encontró a su hijo en horario de clase en la calle, fue al instituto de educación, discutió y agredió a una Adscripta. Rechazable como todo acto violento.
Pero vayamos mas allá de lo episódico, vayamos al tema de fondo, el ausentismo docente y la incertidumbre de los padres que, en el trabajo, no saben cuando su hijo esté en el liceo y cuando en la calle.
El tema es grave, pero ¿es sólo un problema de los profesores?
No. El sistema condiciona y mucho.
Cuando los profesores eligen las horas docentes a dictar, en realidad eligen el sueldo a cobrar.
Un caso promedio, si elige 30 horas semanales ganará $U 12.000, si elige 40 horas, ganará $U 14.500 y si elige 60 horas semanales su salario será $U 20.000.
¿Quién no quiere volver a casa y contarle a la familia que su sueldo será de 20 mil pesos? Es lógico, aspiración legítima de llevar a casa el mayor salario posible.
Pero poder cumplir es otra cosa. Después vienen las coordinaciones con la Dirección de los distintos Liceos para ajustar horarios con turnos de ómnibus que hagan estar en el lugar indicado a la hora indicada.
A las horas docentes se le agregan las del viaje.
¿Cómo se elije? Son cuatro rondas, la 1° ronda, los Efectivos eligen hasta 20 horas. La 2° ronda, los Egresados eligen hasta 20 horas y enseguida, de nuevo, los Efectivos 10 horas más cada uno hasta llegar a 30 horas, y en la misma otra vez los Egresados hasta completar 30 horas cada uno. La 3° ronda, empieza por los Interinos y eligen hasta 20 horas, a continua ción, aparecen otra vez los Egresados y, enseguida, los Interinos de nuevo. Los topes son, para un Efectivo 60 horas, para un Egresado -de Literatura por ejemplo- 48 horas y un Interino puede llegar a dictar 30 horas semanales. Pero al final… hay una 4° ronda, donde todos pueden llegar a 60 horas, Egresados e Interinos también. En esta última ingresan también quienes no son profesores, pero habiendo aún horas disponibles, eligen.
Este intrincado sistema de elección de horas docentes tiene alguna responsabilidad. Secundaria no tiene Cargo Docente, como sí lo tiene Primaria, sino elección de Horas Docentes.
En Secundaria lo que se elige es el sueldo, entonces mal puede culparse a los profesores por el cansancio, en algunos casos hasta el agotamiento, que desemboca finalmente en el ausentismo. Las horas funcionan como una zanahoria, atraen al docente por el dinero que otorgan.
Este año, allá por agosto, le propusimos -por escrito- a Secundaria hacer una experiencia piloto y cambiar de Horas Docentes a Cargos Docentes por Liceo.
Silencio total fue la repuesta.
El tema no aguanta más. El episodio referenciado al inicio, muestra un quiebre en la relación de los padres con la institución. Los padres que trabajan no quieren a sus hijos en la calle y todos no quieren que sus hijos pierdan horas porque sus aprendizajes se empobrecen. Los Adscriptos, en número insuficiente, no pueden atender las clases libres.
En otros tiempos esa solución se implementaba y los jóvenes en horas libres eran atendidos por los Adscriptos que hasta llegaban a poner pruebas. No hay aulas con videos educativos para ocupar ese espacio, entonces la puerta se abre de par en par y los muchachos, adelantadamente, van a la calle.
Un problema severo que merece atención.
Las autoridades debieran abrir más los ojos y destapar sus orejas.
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