Guía Contra Propaganda Política
por Eduardo García Gaspar
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El tema de este resumen es una idea de Gula y que puede verse como una guía del ciudadano para evitar ser engañado por gobernantes y candidatos en campaña. El libro del autor es una ayuda para el buen ejercicio de la razón, examinando falacias y errores en las argumentaciones. Muy al principio, Gula escribe sobre la propaganda, es decir, los intentos de persuasión sustentados en emociones y sentimientos, no en razones sólidas.
La idea que es tema de esta carta fue encontrada en la obra de Gula, Robert J. Nonsense : Red Herrings, Straw Men, and Sacred Cows : How We Abuse Logic in Our Everyday Language. Mount Jackson, VA: Axios Press, 2007., pp. 22-30. Quien quiera ser vacunado en contra de la propaganda política en las campañas electorales, encontrará aquí una últil guía.
El tema del capítulo aquí tratado es el de la propaganda, del lenguaje emocional. Inicia el autor hablando de que en un sentido amplio, la propaganda es una de las formas de las acciones que persiguen persuadir apelando a las emociones. Una estrategia que descansa en la ingenuidad o descuido de la audiencia, usando medios sutiles para la aceptación del plan, no expresamente expuesto, del propagandista.
Un buen propagandista capitaliza las emociones de la audiencia, hablando de lo que ella quiere escuchar, ganando su confianza para así cambiar sus actitudes en favor de algo o de alguien. No usa razones sólidas. Los argumentos que presenta son parciales. Usa simplificaciones extremas. Usa engaños.
Nada como los ejemplos para ilustrar las herramientas que el propagandista utiliza en su provecho. El autor, a continuación, hace una lista de tales herramientas: argumentaciones equivocadas y falacias que la audiencia puede no reconocer.
• El truco de todos. Es el uso de la argumentación que todos lo hacen, que todos lo piensan y por eso, un tercero también debe pensar y hacer lo mismo que todos. Crea la impresión de gran número de personas en su favor, lo que debe indicar aceptación, y una consecuencia indeseable de aislamiento para quien decide quedar independiente. Es una falacia de popularidad y que trata de convencer sin razones lógicas, simplemente porque todos piensan de una manera.
• El truco de la repetición. Es el decir algo una y otra vez, sin descanso, aunque con diferentes palabras, presuponiendo que al final la idea será aceptada sin cuestionamiento. Es una repetición consistente de una idea cualquiera que al cabo del tiempo, sin apoyo sólido, termina siendo aceptada por las personas y aprovechada por el propagandista.
• El truco de la confianza. Es el uso la seguridad con la que se dicen las cosas, la que crea una imagen de gran conocimiento. La forma de expresión es de atrevimiento y seguridad en lo que se dice. Usa una voz fuerte y clara, citando datos y argumentos de manera continua y fiable. Da la impresión de ser un ganador, alguien en quien se puede confiar y eso atrae a las personas. Es mera imagen, sin sostén sólido interno.
• El truco de la sinceridad. Es el uso de la apariencia de la sinceridad y la honestidad, lo que hace a la persona más creíble. El propagandista asevera ser espontáneo, veraz, sincero y honrado, sin nada que ocultar. Es una mera imagen exterior que da credibilidad a lo que sea que diga y haga.
• El truco de la simplificación extrema. Es el presentar de manera sencilla sólo un lado de las cosas y hacerlo con tal habilidad como si fuese lo único. El propagandista toma al más complejo de los asuntos y lo reduce a un extremo simplificado en el que el propagandista es la única opción positiva. Es él quien conoce la sola solución posible, la suya (aunque en realidad existan muchas más). Incluye la simplificación extrema de las causas que crearon los problemas.
• El truco del insulto. Es el empleo de adjetivos, favorables para su causa, desfavorables para sus oponentes. Incluye el empleo de los calificativos genéricos negativos; cualquier enemigo es racista, antidemocrático, enemigo del pueblo, reaccionario, fascista, totalitario, fundamentalista. En cambio el propagandista se califica de amigo del pueblo, democrático, incluyente, tolerante y el resto de los adjetivos políticamente correctos.
• El truco del estereotipo. Es el empleo de la simplificación extrema y de los insultos en la descripción de sus oponentes: se toma uno de sus rasgos, se simplifica, se hace extremo y se convierte en uno negativo que tiene ciertas bases reales que la audiencia toma como verdad.
• El truco de la generalización. Es el uso de afirmaciones genéricas, simples y totales que tienen grandes consecuencias, pero ignoran las complejidades del asunto. Es la carencia de detalles en las propuestas, lo que impide críticas sólidas. Aprovecha el desconocimiento completo de los asuntos, para simplificarlos irrealmente.
• El truco de los eslóganes. Es el uso de frases atractivas y memorables que no admiten examen. Son frases contagiosas que pueden volverse populares y servir como argumentaciones y justificaciones de la postura del propagandista.
• El truco de la transferencia. Es el uso de imágenes y actitudes positivas que la audiencia tiene, trasladándolas a sí mismo, como por ejemplo, un sentimiento patriota y nacionalista.
• El truco del testimonial. Es el uso de personas reconocidas que apoyan las ideas que el propagandista sostiene. El reconocimiento de esas personas ayuda a dar credibilidad e importancia a su persona.
• El truco de la gente común. Es el uso de la identificación con la audiencia, con el que el propagandista se hace pasar como una gente común, parte del pueblo, y no parte de una elite.
• El truco de las estadísticas sin significado. Es el uso de cifras y números, que siempre impresionan, pero de los que no se dan fuentes ni antecedentes.
• El truco del problema creado. Es la detección de un problema, su amplificación y el encuentro del culpable acompañado de la solución que el propagandista sólo conoce. Se refiere a la invención de un villano a quien pueda culparse con indignación y que es también su enemigo.
Lo que Gula ha hecho en esta parte de su libro es al final de cuentas una lista útil de trucos empleados por los propagandistas, sean o no políticos, y que ellos usan para convencer a la audiencia de las opiniones que ellos tienen. Con la lista en mente, un ciudadano cualquiera tiene a su disposición una serie de herramientas que harán más difícil que sea engañado por esos trucos de convencimiento.
La utilidad central, sin duda, está en los casos de las campañas políticas y lo que los candidatos hacen para ganar, un tema también tratado en El Lodo Bajo El Mármol. Y, por supuesto, hay más material en ContraPeso.info: Falacias.
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