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La reforma de no se qué
por Javier García
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No hay nada más peligroso que no saber qué se quiere. Y mucho más que un partido político lance una iniciativa de la cual sus impulsores esperan cosas distintas. El Frente Amplio quiere convocar, a partir del año próximo y en caso de ganar las elecciones, a una Convención Nacional Constituyente, que es el verdadero nombre.
Veamos lo variado de lo eventualmente “reformable” y apreciemos como los mismos dirigentes de la coalición plantean iniciativas hasta antagónicas para incluir en la Constitución. Consultados por “El País” manifestaron sus ideas disímiles y contradictorias.
La senadora Topolanski afirmó, sin chiquitas, que para ella que representa al sector mayoritario del FA, y que además es esposa del futuro candidato de ese partido, se debe “revisar del artículo primero al último” de la Constitución.
Recordemos que el primero de los artículos define nuestra República, y reza que ella es “la asociación política de todos los habitantes comprendidos dentro de sus territorio”. Casi nada, hasta nuestra definición como país. De allí en adelante, según ella, todo debe ser revisado. Las garantías individuales y derechos también quedan en cuestión. “Nos proponemos revisar el texto constitucional y ajustarlo a la realidad”, dijo. ¿A qué realidad?
En lo específico señaló que desean eliminar el balotaje, porque es “muy duro”. El senador comunista Lorier dijo que deben analizarse los derechos de las minorías y “el límite de extensión de la tierra”. Agregó la unificación de las elecciones nacionales y departamentales.
Un diputado del MPP sostuvo que se debería habilitar el voto cruzado o votar en mesas distintas con sobres diferentes. Sin embargo un colega suyo pero de la Vertiente Artiguista, Brenta, afirmó que los temas electorales no deberían centrar el debate. Su idea, no sabemos si la de su grupo, es que se discutan temas como el de la salud sexual y reproductiva a través de la habilitación de consultas populares. Sumó el tema del medioambiente y por lo tanto suponemos que quiere incluirlo. Y además señaló que la reelección presidencial podría ser establecida, a pesar que él mismo no veía oportuno discutir temas electorales.
Otro diputado frentista, pero del grupo de Nin, declaró que sería interesante incluir la reforma del Estado, del Poder Judicial y de los organismos de contralor y la separación de las elecciones nacionales y departamentales, que otros de sus colegas quiere, como vimos, unificar. Unos separan elecciones y otros las unen.
Mujica afirmó en “Brecha” que “para meternos en una constituyente en un país capitalista tenemos que discutir la propiedad, sino estamos discutiendo bobadas. Ante el sinceramiento, Topolanski aclaró, días después, que se refería a la propiedad pero… del conocimiento. El derecho de propiedad, la extensión de la tierra, la salud sexual y reproductiva, el balotaje, el Poder Judicial, la reforma del Estado, un enorme entrevero. Confunden la Constitución de todos los uruguayos con el programa del Frente Amplio, y para muchos de estos “reformadores” efectivamente es lo mismo, porque como confesó Mujica, en “Brecha” cada vez “estoy más cerca de Marx”.
No creo, sin embargo, que Marx esté cada vez más cerca de los uruguayos. De Mujica muchos han comprado la música sin haber escuchado la letra. Esta ensalada es impresentable y es otro motivo para votar el 28 de junio y ganarles.
La reforma que buscan es la que les permita perpetuarse en el poder. Por eso el tema de fondo es la libertad.
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