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Año V Nro. 404 - Uruguay, 20 de agosto del 2010 
 
 
 
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Aquiles Julián
por Aquiles Julián

Una respuesta a Aristófanes Urbáez
Hugo Chávez, las FARC, la guerrita y otras "mentiras"

 
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“…y en esto hay que creerle más a Oliver Stone que a mi amigo renegado del PCD, Aquiles Julián”
Aristófanes Urbáez
Listín DiarioEl Roedor, sábado 14 de agosto 2010

         Soy amigo personal desde hace 40 años de Aristófanes Urbáez. Y creo que tenemos la misma cantidad de tiempo discrepando en unos puntos, y coincidiendo en otros. Lo aprecio y respeto, con mi cariño de “renegado”. Por lo mismo, su comentario sobre Chávez, en que aprovechó la declaración de éste sobre las FARC para descalificar a quienes en Venezuela le resisten su plan de castrificar al país, tildándolos de “oposición insensata y carnívora”, al tiempo que enaltece al caudillo venezolano que aspira a emular a Fidel Castro y hacer de Venezuela la Cuba de América del Sur, me parece valioso para comentar (no obstante el flagrante fracaso, el tollo en que ha devenido aquel infausto proceso, en que según Raúl Castro, el actual dictador militar “la gente se acostumbró a vivir sin trabajar”, lo que Chávez está reproduciendo en Venezuela, como veremos más adelante) y al tiempo reconocerle su posición sobre algo en lo que ambos coincidimos, el carácter narcoterrorista de las FARC.

         Había pensado dar un compás de espera a las iniciativas diplomáticas desarrolladas por el presidente de Colombia Juan Francisco Santos, pero conviene recoger el guante lanzado por Aristófanes, so pena de dar la impresión de que lo de la “guerrita” era “una total mentira” inventada por mí, y no un plan urdido ya en el 2004 por Hugo Chávez e impuesto a las Fuerzas Armadas Nacionales, FAN, de Venezuela, por los titiriteros cubanos que las han infiltrado y las manipulan.

         Uno escoge en quien confiar. Así que respeto que Aristófanes elija creerle a Oliver Stone, el director de cine norteamericano que gusta del papel de l´enfant terrible en su país, haciendo causa común con quienes lo antagonizan. Yo, por mi parte, nunca le pediría que “crea” en mí. Simplemente, que evalúe los datos que aporto y razone las conclusiones que derivo. Que ejerza su discernimiento. Yo busco formarme un criterio propio sobre personajes, acontecimientos y situaciones: indago, analizo, enlazo evidencias, persigo hechos, saco mis conclusiones y enriquezco con una red de amigos venezolanos: artistas, intelectuales, ciudadanos preocupados y gente que conozco y aprecio, mis impresiones; escucho y valoro las suyas, ricas, sustanciosas y bien fundamentadas. Busco hacerme una idea propia de la situación. Y es lo que expongo modestamente de manera pública por la red, los periódicos digitales y los blogs que me honran al amplificar mis artículos.

         Y el escándalo y las acumulaciones de epítetos, insultos, calumnias y odio de La Matraca Canalla, que pierde la compostura y se desborda en un torrente de inmundicias contra mí, exhibiendo un lenguaje de cloaca y aireando todo tipo de infamias y lo que ellos consideran ofensas, incluyendo expresiones soeces, calumnias y, cómo no, amenazas veladas o abiertas, me indica hasta qué punto mis juicios están acertados. Ellos, los matraqueros, siempre reaccionan en función de los intereses de sus auspiciadores: la Inteligencia cubana, los titiriteros de esta Internacional de la mediocridad y la desvergüenza.

         Como de aquello que no es experiencia directa sólo conviene hablar en función de documentos, referencias y datos que den soporte y respalden las deducciones o inferencias que uno extraiga, suelo fundar mis juicios en lo que en mi opinión son sólidas fuentes de apoyo. Y también, admito, tengo particular predilección y simpatía por artistas e intelectuales que contradicen el poder, exponiéndose a todo tipo de injuria, maltrato y contratiempos.

El discurso engatusador y la práctica reveladora

         Hay un video de una entrevista de Jorge Ramos a Hugo Chávez, entonces candidato donde Chávez miente descaradamente. Como el mismo presentador señala, Chávez mintió al decir que entregaría pacíficamente el poder en cinco años; que no nacionalizaría ninguna empresa privada y que tampoco intentaría nacionalizar los canales de televisión.

         Como el que mucho habla, mucho yerra, hay una retahíla de videos en donde Chávez hace gala de su capacidad de mentir y embaucar. ¿Quiere mi amigo Aristófanes Urbáez más pruebas? YouTube está lleno de videos en que aparecen las mentiras descaradas y comprobadas del golpista (¿o no? ¡Incluso presume de serlo!) Hugo Chávez Frías.

         ¿Tiene Hugo Chávez las manos manchadas de sangre? Su golpe de Estado fallido contra un gobierno constitucional, gústele o no a mi amigo Aristófanes Urbáez, produjo 50 muertos. ¿Hay sangre o no hay sangre directamente provocada por él?

         Pero mi amigo Aristófanes Urbáez me pide que crea en la palabra de un hombre sin palabra, que confíe en un defraudador, que endose a un truhán, que ponga mi fe en un golpista y “le dé la ventaja de la suposición de que actúa de buena fe”, a pesar de 11 años de mentiras, de discursos engatusadores que son desmentidos por prácticas aberrantes en contra de la libre empresa, del derecho de propiedad, de la libertad de expresión, del derecho a disentir y del derecho a la libertad que él y su camarilla quieren conculcar en Venezuela.

         ¿A quién debo creer, a las palabras engañosas o a las conductas reveladoras? En Proverbios 14,15 aprendí que: “El ingenuo cree todo lo que le dicen; el prudente se fija por dónde va”. ¿Qué conducta debo escoger, la del ingenuo o la del prudente? ¿O cómo me explica mi amigo Aristófanes Urbáez este otro video en que Chávez, candidato, niega que sea socialista”: 

         ¿Es o no un mentiroso consuetudinario? ¿Puede confiarse en un jablador de tomo y lomo?

¿Es o no Chávez un aliado de las FARC?

         Igualmente, señala que yo le atribuí “en días pasados la intención aviesa de provocar una guerra que envolvería a todo el norte de Sudamérica bajo la orientación de Fidel Castro”. Y sí denuncié el plan de Chávez de provocar una confrontación militar con Colombia para justificar medidas de excepción, la Ley Marcial, de cara a imponer en Venezuela una dictadura comunista.

         ¿Estaré yo inventando tal propósito? Veamos.

         Hugo Chávez desarrolló una obsesión por asesinar al expresidente colombiano Álvaro Uribe Vélez. En su empecinamiento criminal, facilitó a las FARC más de siete lanzacohetes AT-4 de fabricación sueca, comprados a Suecia por las Fuerzas Armadas Nacionales de Venezuela.

         Las FARC dispararon un rocket nada menos que contra el avión presidencial en que viajaba el presidente colombiano Álvaro Uribe Vélez el 21 de octubre del 2003. El cohete cayó cerca de los hangares de la base militar en Catam, Bogotá, momentos previos a que aterrizara el avión presidencial con el presidente Uribe a bordo. Y sólo una reacción relámpago neutralizó la amenaza, pues un segundo cohete iba a ser disparado desde una casa próxima a la pista, pero fue detectado e incautado por las autoridades colombianas.

         Los números de serie de los cohetes decomisados fueron enviados a la INTERPOL y a la Agencia contra el Alcohol, Tabaco, Armas de fuego y Explosivos (ATF), de los Estados Unidos.¿El propósito? Identificar su origen. Y eso permitió a las autoridades internacionales establecer que los rockets utilizados para atentar contra el presidente Uribe fueron los AT-4 de fabricación sueca vendidos al ejército venezolano.

         Ese mismo año, 2003, el ejército colombiano había incauto otros dos lanzacohetes en la vereda del Guamo, Tolima, a la columna Teófilo Forero, de las FARC. Otros tres lanzacohetes AT-4 suecos vendidos a las FAN venezolanas fueron capturados por tropas colombianas en un campamento de las FARC en el departamento del Meta, a guerrilleros del grupo dirigido por “Jhon40”, jefe guerrillero cercano al Mono Jojoy, uno de los líderes de las FARC.

         Cuando el gobierno colombiano por un lado, y el gobierno sueco por el otro, le pidieron a Chávez que explicara cómo los lanzacohetes AT-4 vendidos a las FAN venezolanas habían sido decomisados a distintas columnas de las FARC en territorio colombiano, el presidente de Venezuela se hizo el Lorenzo y evadió dar la cara, limitándose a inventar un cuento y a desinformar a la opinión pública.

         ¿Desistió Chávez de su intención de atentar contra la vida del presidente Uribe Vélez? ¡En forma alguna! El juez de la Audiencia Nacional de España, Eloy Velasco instruyó un caso contra ETA y las FARC, organizaciones terroristas que entrenaron y llegaron a acuerdos en Venezuela, bajo el amparo del gobierno venezolano y las FAN y que originó una crisis de Venezuela con España.

         Las FARC recabaron la ayuda de la organización terrorista vasca para atentar contra la vida del presidente Álvaro Uribe. ETA también se comprometió a localizar objetivos para atentados terroristas en España, para las FARC, entre ellos, asesinar a una serie de personalidades colombianas. A su vez, ETA pidió a las FARC que les instruyera técnicamente en el manejo de misiles tierra-aire. ¿Y quién coordinaba estos encuentros? Nada menos que el etarra Arturo Cubillas Fontán, responsable de ETA en Venezuela y quien, en el 2005, fue nombrado director adscrito a la Oficina de Administración y Servicios del Ministerio de Agricultura y Tierras de Venezuela.

         La esposa del jefe etarra es la periodista venezolana Goizeder Odriozola, directora de la Oficina de Información y Relaciones Públicas del Ministerio de Agricultura y Tierras, de Venezuela, misma institución donde su esposo, Arturo Cubillas, es, desde el 2007, jefe de seguridad del Instituto Nacional de Tierras, dependiente del mismo ministerio. Odriozola es, igualmente, la mano derecha del vicepresidente venezolano Elías Jaua.

         Esos son datos específicos, hechos comprobados, escándalos registrados por la prensa internacional y en manos de la justicia española y los organismos internacionales.

         Pero hay más. En una comunicación del 4 de enero del 2007, enviada por correo electrónico por alias “Iván Márquez” a alias “Raúl Reyes” y otros miembros del Secretariado de las FARC, el dirigente de la narcoguerrilla informa lo siguiente: “Como estaba previsto, el 3 de enero me reuní con los generales (Cliver) Alcalá y (Hugo) Carvajal (ambos generales venezolanos), hablamos de tres aspectos del plan estratégico: finanzas, armas y política de fronteras. Nos van a hacer llegar la próxima semana 20 bazucas de gran potencia, según ellos, de las cuales 10 serían para Timo (Timochenko) y 10 para acá. Alcalá sugirió que fuera una cantidad mayor". Esta información se obtuvo de las laptops capturadas en la operación en que murió el dirigente de la narcoguerrilla alias “Raúl Reyes” en Ecuador, realizada por las Fuerzas Armadas de Colombia. ¿Podían estos dos generales de las FAN venezolanas suplir armas sofisticadas a las FARC sin la autorización y la complacencia del Libertador de Sabaneta?

Quién dice la verdad ¿Chávez o Fidel?

         Una noticia aparecida el 23 de julio del 2010 sobre la denuncia por Colombia de más de 83 campamentos de las FARC en territorio venezolano, señala que el señor Chávez declaró que toda esta patraña, toda esta mentira es una excusa perfecta para intentar una invasión a Venezuela, alardeó de una supuestas “corrientes militares bolivarianas” en las fuerzas armadas colombianas y puso en estado de alerta máxima a las fuerzas armadas de Venezuela.

         Posteriormente, Chávez denunció que Uribe es capaz de mandar a montar un campamento simulado del lado venezolano para atacarlo y causar una guerra. Mientras, el ministro de defensa de Venezuela, general Carlos Mata, amenazó con una “respuesta contundente” a nivel militar, si fuerzas extranjeras intentasen de alguna manera violar el sagrado suelo. Chávez, por su parte, declaró que si somos agredidos no nos vamos a quedar de brazos cruzados, acusando a Colombia de que era “una gran base yanqui”.

         Nótese que toda la alharaca la hace Chávez. A seguida, adoptando aires de víctima, el presidente venezolano aseguró que EE. UU. y Colombia tienen un plan estratégico para atacar militarmente a Venezuela y asesinarle al dar lectura a una carta anónima” de “alguien que merodea por allá por Norteamérica. En los actos conmemorativos del 227 aniversario del nacimiento de Simón Bolívar declaró: “Lo sé, estoy condenado a muerte, pero no voy a ceder ante el chantaje y las amenazas”.

         Y como todo un maestro de la desinformación y la manipulación informativa, señaló con gesto histriónico que la denuncia documentada por Colombia de más de 83 campamentos guerrilleros en Venezuela, igualmente confirmada por las autoridades españolas que dan seguimiento a las andanzas de ETA, no era más que la fase de preparación para la anunciada invasión militar norteamericana a Venezuela, procedente de Colombia, y el magnicidio que se cometería en su contra.

         Y para redondear su explicación, el plan de invasión norteamericana contaría no sólo con las supuestas siete bases colombianas que el ejército norteamericano puede utilizar, sino también con la autorización para que 46 buques de guerra y 13,000 marines se estacionen en Costa Rica y con el reforzamiento de las bases de Aruba y Curazao, así como con el permiso de reinstalarse en Panamá. Esta flota está destinada a ser una fuerza de contención contra otros países que apoyan a Venezuela, expresó Chávez.

         El 1ro. de agosto del 2010 aparecieron publicadas declaraciones de Hugo Chávez en que decía estar revisando planes de guerra contra Colombia, al tiempo que ordenaba el despliegue en la frontera con Colombia de unidades de la defensa aérea, tropas de infantería y de operaciones especiales e informó de la instalación de no menos de diez distritos militares para blindar la frontera venezolana, conformando una zona de defensa integral: Hemos utilizado este show que ha armado Colombia, para acelerar medidas económicas, militares y políticas, para tener presencia militar a lo largo y ancho de la frontera que ha estado abandonada a lo largo de la historia, anunció Chávez.

         Simultáneamente con las bravuconerías de Chávez, el presidente del Ecuador, Rafael Correa, que recibió fondos de las FARC para su campaña electoral, lanzó amenazas militares contra Colombia. Y lo mismo hizo Daniel Ortega, el abusador sexual que gobierna Nicaragua. Y todo eso salió publicado en la prensa, lo mismo que el apoyo de Evo Morales que se sumó a la campaña de calumnias, ataques e insultos contra Colombia y el entonces presidente Uribe.

         ¿Fueron esas declaraciones inventos míos? ¿Inventos de los medios y de la oposición insensata y carnívora? ¡No, fueron declaraciones de Hugo Chávez y sus marionetas: Evo Morales, Rafael Correa y Daniel Ortega, Los Tres Chiflados!

         Y mientras el canciller venezolano Nicolás Maduro salió de gira a amarrar lealtades y recordar deudas, y lo mismo hizo, tras él, el entonces presidente electo de Colombia, Juan Manuel Santos, tanto Estados Unidos como México, entre otras naciones, pidieron que Venezuela verifique las denuncias de Colombia sobre los campamentos de las FARC en su territorio.

         ¿Cuál fue la respuesta del gobierno saliente del presidente Álvaro Uribe, de Colombia? Un comunicado de prensa leído por César Velásquez, secretario de Prensa de la Casa de Nariño, sede del ejecutivo colombiano, expresa que "Colombia jamás ha pensado atacar al hermano pueblo de la República Bolivariana de Venezuela, como lo dice el presidente de ese país en un claro engaño a su propia nación". Más aún, destaca que “Colombia ha acudido a los canales del derecho internacional y seguirá insistiendo en esos mecanismos para que se adopten instrumentos que hagan que el gobierno venezolano cumpla con la obligación de no albergar a terroristas colombianos". Por su parte, el entonces comandante general del Ejército colombiano, general Freddy Padilla, declaró al periódico El Universal, de Venezuela que “es impensable absolutamente un conflicto entre los militares de Venezuela y Colombia”.

         Y en la misma entrevista concedida al periódico venezolano, el general colombiano expresó que en Colombia no hay ni habrá bases militares de EE. UU. ni de ninguna otra nación en nuestro territorio. Nuestras bases son colombianas, operadas por militares colombianos y donde ondea la bandera colombiana. Además no fueron establecidas para agredir a ninguna nación vecina y menos a una nación hermana.

         Y todo esto, mientras el presidente colombiano y sus principales representantes recibían andanadas de insultos desconsiderados, epítetos irrespetuosos y calificativos ofensivos.

         El presidente del Perú, Alan García, desmintió las histéricas acusaciones del caudillo venezolano, al negar que exista “amenaza real o material” sobre Venezuela. Yo no he visto por el momento ninguna amenaza real, ninguna amenaza material de invasiones o de guerra por parte de un país contra Venezuela, no sé por qué tendrían que moverse tropas y tanques”.

         El secretario de Estado francés para asuntos europeos, Pierre Lellouche, dijo que Francia "no está ciega ni es ingenua" frente a esta situación. Todos están más o menos de acuerdo en que las FARC se refugian del otro lado de la frontera cuando son perseguidas. La pregunta es si cuentan o no con ayuda por parte del gobierno venezolano, declaró.

         Más interesante es la opinión publicada del tirano de Cuba, Fidel Castro, que sale a la palestra para distraer a la opinión pública y restar fuerza a la liberación de los presos. Y, hombre que padece logorrea crónica, empieza a hablar que da gusto. Y en ese opinar sobre lo sagrado y lo profano, desmiente al Comediante Chávez.

         Así, para el locuaz dictador de Cuba no hay ni la más remota posibilidad de que Colombia ataque a Venezuela, porque no le interesa, no puede ni quiere y porque sabe que las consecuencias serían desastrosas. Todo eso después que Chávez habló de las fuerzas acantonadas en Costa Rica, la flota de barcos e incluso habló de naves espías y otras mentiras.

         ¿Quién de los dos, Chávez o Fidel, miente? Uno denunció un plan de invasión inminente, con magnicidio incluido, y el otro expresa que el tal plan no existe, que no hay la más remota posibilidad de que se verifique porque a Colombia ni le interesa, ni lo quiere ni le conviene. Espero que Aristófanes me aclare el asunto.

Las intenciones de la guerrita al descubierto o lo que
dijo el general Melvin López Hidalgo en Cuba

         El 7 de febrero del 2005 apareció una noticia que vale la pena colocar en contexto, a la luz del plan siniestro de los Castro y Chávez contra la democracia venezolana.

         El entonces general de división del ejército venezolano, Melvin José López Hidalgo, quien era para la época secretario del Consejo de Defensa de Venezuela, en una conferencia que impartió en el Centro de Estudios de Información de la Defensa, CEID, de Cuba, denominada Problemas globales que afectan la seguridad de la humanidad, la cual se celebró los días 8 y 9 de diciembre del 2004 en el Teatro “José Martí”, en La Habana, declaró que “Las fuerzas armadas venezolanas han concebido una nueva doctrina de seguridad nacional, bajo la cual Estados Unidos reemplaza a Colombia como la mayor amenaza externa a su seguridad y soberanía”.

         Eso fue ¡en el 2004! Y desde ese tiempo se montó el show mediático y el plan siniestro. ¿Y en qué consistía esa “nueva doctrina de seguridad nacional? Veamos lo que exponía el general López Hidalgo a sus nuevos amos: Esta nueva doctrina de seguridad se basa en la excusa de que los militares estadounidenses acabarán por invadir a Venezuela, para asumir el control de su petróleo y gas natural. La anterior doctrina de seguridad preveía una respuesta militar convencional a posibles invasiones colombianas. Por el contrario, la nueva contempla una "respuesta asimétrica" a fuerzas invasoras estadounidenses superiores, mediante la combinación de personal militar venezolano, reservistas civiles y una red interna de grupos civiles de base. Estos componentes estarán encargados de ataques guerrilleros de baja intensidad, coordinados contra las fuerzas estadounidenses.”

         Nótese el plan de incorporar las milicias paramilitares, al hablar de “combinación de personal militar venezolano, reservistas civiles y una red interna de grupos civiles de base”, que serían armados (¿de qué otra forma podrían resistir?) y muchos de los cuales están siendo intensivamente entrenados por las FARC como parte de su acuerdo político-militar con el gobierno de Chávez y los Castro.

         Pero ahí no para la cosa. El ejército de ocupación de más de 200,000 personas que Chávez ha subcontratado a los Castro y que están por todos lados en Venezuela, tienen otra tarea: conformar una KGB venezolana, un aparato de espionaje instruido y dirigido por oficiales de la Inteligencia cubana.

         Expresamente, el general venezolano López Hidalgo lo expresó claramente en su intervención ante los jerarcas cubanos. En la nota sobre la exposición, el autor escribe: “La nueva doctrina también incluye la creación de una red civil de "inteligencia social" que funcione como sistema clandestino de espionaje, cuyos miembros informarán al gobierno de todo aquello que consideren sospechoso. Aunque López Hidalgo describió su nuevo aparato de espionaje como parte de la defensa contra una invasión norteamericana, también se podría utilizar para espiar con eficacia a trabajadores, empresas, vecinos e incluso familiares.”

         John Sweeney, del Diario Las Américas, autor de la nota, escribió algo más escalofriante: Tácticamente, la nueva doctrina de seguridad nacional será irrelevante durante los próximos cinco años, apreciación que se basa en que en 2005 el gobierno de Chávez lanza un programa acelerado de modernización de las fuerzas armadas.”

         Eso fue publicado el 7 de febrero del 2005 y estamos ya en esos cinco años después. Si Aristófanes no quiere sacar las consecuencias, que no lo haga. Si algo confirma mis previsiones, es esta noticia que leí hoy por vez primera hace unos días, escarbando en la red, escrita por John Sweeney para elDiario Las Américas en febrero del 2005.

         En octubre del 2009, Hugo Chávez, por decreto, constituyó las Milicias Bolivarianas, una quinta fuerza armada, adicional al ejército, a la marina y a la aviación que conforman las FAN venezolanas, y la Guardia Nacional. Y no hemos mencionado al Comando General de la Reserva Nacional, creado por Chávez en el 2005 y agregado a la Presidencia de la República ni a la Policía, que también poseen armas.

         Estas milicias responden al plan diseñado en el 2004 bajo la tutela castrista. Chávez piensa elevar este ejército irregular a más de un millón de personas.

         El concepto de “guerra asimétrica” respondía al esquema que Chávez maneja de la guerrita con Colombia. Citemos, por ejemplo, al fallecido analista venezolano Alberto Garrido que escribió un libro en el 2005 sobre la hipótesis militar de Chávez de la “guerra asimétrica”. Allí cita un reportaje publicado en Caracas sobre los juegos de guerra que militares venezolanos estaban desarrollando con trabajadores de PDVSA; “El Ejército se trazó como escenario un conflicto entre dos países suramericanos que habían sostenido excelentes relaciones comerciales y diplomáticas (...) la nación invasora había suscrito un tratado bilateral con una potencia occidental para el equipamiento de su fuerza armada, con el fin de garantizar el combate efectivo del narcotráfico y las FARC ¿No es este, acaso, el guión que ya en el 2005 Chávez diseñó y por el cual pretendió realizar su guerrita contra Colombia? Nótese que la cita es del 2005, que la estrategia fue declarada por el general Melvin López Hidalgo en el 2004, a cinco años de que se intentara ejecutar en el 2010.

Los carapaicas o el lumpen en armas

         ¿Conoce Aristófanes del Comandante Maruchi y los carapaicas? Un reportaje español de REC Reporteros Cuatro retrata la insólita realidad de las milicias de lúmpenes con los que Chávez arma su “ejército popular”. E inicia informando que 43 personas mueren diariamente por la violencia que sacude a la sociedad venezolana y que el pasado año murieron asesinadas más de 16,000 personas. Puede acceder a dicho documental en: (http://www.youtube.com/watch?v=GGgf4pdCUos&feature=related)

La Inteligencia cubana y sus alicates se lanzaron contra el reportaje, buscando restarle crédito y méritos. Un indicador confiable de la calidad del mismo.

         Los “Círculos Bolivarianos” fueron grupos clandestinos armados que en los barrios populosos se identificaron con el proyecto chavista. Desde el ascenso al poder de Chávez estos grupos ultras del chavismo, armados y motorizados, impusieron su ley en los barrios de Caracas. Pandillas como los de La Piedrita, el Frente de Resistencia Tupamaro, el grupo Alexis Vive, los Carapaicas, los Chirinos, los Montaraz y otros son verdaderas bandas de gangsterismo político, sin control y sin ley, que matan, extorsionan, amedrentan y se pelean con otros grupos en los deprimidos barrios pobres de Caracas.

         Delincuentes comunes convertidos en líderes de la revolución bolivariana, declarándose bullosamente “pueblo en armas” y ufanándose de que Chávez seguirá en el poder con votos (fraude incluido) o con botas, porque están dispuestos a bañar en sangre a Venezuela antes que en someterse a la voluntad libérrima de la mayoría de los venezolanos.

         Caracas es una ciudad en que la violencia mantiene aterrorizada a la población. La inseguridad ciudadana en Venezuela es alta. El gobierno oculta la cifra de muertes diarias. Y las maquilla a conveniencia. Se estima que en manos de la población civil hay entre nueve y quince millones de armas de fuego ilegales.

         Casi de manera pública, jóvenes venezolanos reciben instrucción militar desde hace cuatro años en la represa Uribante Caparo, en Táchira. Leogmano Flores, secretario de Gobierno de Táchira, declaró: Hay denuncias de que los jóvenes reciben entrenamiento de militantes de las FARC y de cubanos. Eso lo venimos denunciando nacional e internacionalmente”.

         Barrios enteros en que la policía no entra; donde el lumpen armado impone las normas y aterroriza a sus habitantes que ven a los matones, armados, pasearse y tomar justicia por sus manos. ¿Quién los mantiene? ¿Quién les aporta recursos? ¿Quién sostiene a estos matones? Un reportaje de Daniel Lozano para La Nación, explica: “Al menos 7,700 personas contratadas por el anterior alcalde, el chavista Juan Barreto, cobraban sueldo sin desempeñar trabajos reconocidos, por un monto anual de 117 millones de bolívares fuertes (más de 43 millones de euros al cambio oficial). En este listado se ha identificado a 15 integrantes de la agrupación Alexis Vive y a dos líderes de los guerreros de la Vega. Y es sólo la punta del iceberg.”

¿Asunto de “creencia” o asunto de evidencias?

         Aristófanes puede creerle a Oliver Stone. Mi trabajo, por el contrario, no es creer, es establecer vía indicios, evidencias, hechos, declaraciones, etc., una explicación que funcione como hipótesis provisional para entender una realidad.

         En tanto ni yo ni nadie maneja todos los datos, todos los hechos, todas las circunstancias de una realidad que es multideterminada y compleja, en modo alguno puedo reclamar para una explicación que yo dé verdad alguna, siempre han sido, son y serán hipótesis provisionales, explicaciones plausibles en función de los datos, hechos y evidencias recopilados artesanalmente por mí, armando con retacitos de información, con hilachas tomadas de aquí y de allá, hilvanando en base a paciencia, sentido común, experiencia e intuición, un cuadro posible que dé cuenta de la situación.

         ¿Puedo estar equivocado? ¡Claro que sí! No pido a nadie que crea en mí o en mis juicios, sino que evalúe los datos que aporto y saque sus propias conclusiones, respetando el hecho de que tengo derecho tanto como lo tiene el lector, de poseer las mías, pero no me cierro a evaluar conclusiones alternativas, discrepantes o fundadas en datos que no posea.

         Yo, por mi parte, le reitero a Aristófanes Urbáez, a Chiqui Vicioso y tantos amigos escritores, artistas y lectores mi aprecio y mi amistad. Ahora bien, soy amigos de ellos, pero lo soy más de la democracia, de la libertad, de los principios y valores de la libre empresa, de los derechos ciudadanos y civiles y de la verdad. La frase de Aristóteles: “Amicus Plato, sed plus magis amica est veritas” sigue manteniendo vigencia en el siglo XXI. Y espero que durante lo que reste a la humanidad.

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Fuente: Aquiles Julián

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