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No preguntes lo que tu país te puede dar, sino lo que tú puedes darle a él.
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Año V Nro. 404 - Uruguay, 20 de agosto del 2010 |
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La “gripe canina”, “influenza canina” o “catarro canino” como también se la conoce, es una mutación del virus de la Gripe Equina, H3N8, que ocurriera hace unos años, produciendo una enfermedad contagiosa, nueva en los perros, de amplia y rápida difusión mundial y nacional. En Nicaragua, comenzó a actuar a fines del año pasado, siendo cada vez más el número de casos que atendemos diariamente. Cuáles son los síntomas? Los síntomas principales son falta de apetito, pérdida del ánimo, vómitos glerosos (como clara de huevo), en pocos casos diarrea o calentura, y tos. En muchos se observa adelgazamiento. Los vómitos no tienen base gástrica, lo que pasa es que los perros no son capaces de eliminar la flema producida mediante el esputo, por lo que lo tragan y el animal lo vomita para eliminarla… si se le práctica un tratamiento con antieméticos (antivomitivos), el perro seguirá vomitando, porque la base del mismo no es estomacal sino la eliminación de la flema, es más, que el perro vomite frecuentemente nos es favorable porque significa que está eliminando gran cantidad de flema!!! La tos generalmente pasa inadvertida por los dueños hasta que se les muestra haciéndoseles patente, todos tienen reflejo tusígeno positivo. Muchos de los pacientes, en vez de llegar con calentura, llegan con hipotermia, lo que dificulta la recuperación dado que con temperaturas inferiores a la normal el metabolismo basal no funciona adecuadamente. Algunos datos extraídos de la clínica Estudiando los pacientes que hemos atendido en este período (más de doscientos), vemos que no tiene la enfermedad predilección por raza ni por sexo (46,94% de los animales afectados han sido machos, lo que no es significativo). La edad tampoco es significativa, afectando perros desde los 3 meses a los 12 años, siendo el promedio 3 años. Un 20,41% de los perros viene con nefritis asociada (inflamación de los riñones), lo que no hemos encontrado relación alguna con la enfermedad aunque es verdaderamente significativo. Del total de pacientes, el 6,12% no logran salvarse, muriendo casi en estado de shock, con pérdida total del apetito, hipotermia severa y babeo profuso, así como disnea grave. Tratamiento
En aquellos animales que son rápidamente traídos al consultorio con los primeros síntomas, el tratamiento es exitoso y rápido. Los que vienen con más de un mes de sufrir la enfermedad, son casos bien complicados, que si bien la gran mayoría se salvan, quedan en muy mal estado los animales, muriendo poco menos del 10% de los mismos. La base del tratamiento es la administración de expectorantes (derivados del éter gliceril guayacolato), trimetroprim sulfa y dexametazona, por un período no menor a cinco días, intramuscular, dado que por vía oral corremos el riesgo que vomite el medicamento. Abrigar al perrito es buena idea, para poder mantener la temperatura en bases normales. Durante el tratamiento y su recuperación hay que vigilar que el perrito no se moje, y por supuesto, no bañarlo!!! Secuelas Luego del tratamiento quedan con tos por un período de quince a veinte días. La capacidad respiratoria queda francamente disminuida. Compartir este artículo en Facebook © Dr. Enrique Rimbaud para Informe Uruguay
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