En Uruguay
Se realizan 33.000 abortos voluntarios al año
Una investigación del Centro Internacional de Investigación e Información para la Paz (CIIIP) concluyó que en Uruguay se realizan 33.000 abortos voluntarios anuales. El 81% se produce en el ámbito médico clandestino y el resto mediante prácticas populares.
El trabajo «Condena, tolerancia y negación: el aborto en Uruguay», coordinado por Rafael Sanseviero, revela que «la práctica del aborto es un medio a través del cual la sociedad uruguaya regula la fecundidad», indicó la antropóloga Susana Rostagnol en la mesa redonda «Proyecto de ley de Defensa de la Salud Reproductiva» organizada por la Facultad de Humanidades de la Universidad de la República, en Montevideo.
El estudio, publicado por Ultimas Noticias, fue llevado adelante por Sanseviero, Rostagnol, Mónica Guchin y Américo Migliónico, determinó que en el país se realizan anualmente 33.000 interrupciones voluntarias del embarazo, lo que representa una tasa de abortos del 38,5%.
un triste lugar
En este sentido, se estima que dos de cada cinco embarazos concluyen en aborto, teniendo en cuenta que los nacimientos se sitúan en el entorno de 52.000. «Esto coloca al Uruguay en el lugar número doce, entre 81 países, en tasa de abortos», explicó Rostagnol.
La estimación indica que la mayoría se produce clandestinamente en el ámbito médico (81 %), mientras que el resto se efectúa mediante prácticas populares (19 %). «Las diferentes capacidades de las mujeres para acceder a unos u otros abortos están determinadas de un modo central por la dotación de recursos económicos y capital social de cada una», sostuvo Rostagnol.
Sin embargo, «independientemente del ámbito de realización de los abortos, éstos siempre representan experiencias de violencia y abatimiento de derechos para las mujeres».
Una de las principales conclusiones es que la ley que penaliza el aborto «ha caído en desuso». La penalización «es más fuerte a nivel simbólico que en la práctica. Todas las mujeres que abortan están luego obligadas al silenciamiento, quedando el hecho fuera de la historia, fuera de lo dicho, en el ámbito de lo oculto».
los estratos sociales
Rostagnol explicó que la realización de este trabajo surgió «porque llamaba la atención el gran silencio que había respecto al aborto y la falta de información, estudios estadísticos e investigaciones en ciencias sociales que había en el país».
La estimación de la magnitud del aborto voluntario se efectuó a través de tres estrategias definidas, en base a la clasificación de mujeres según su capacidad de acceso al aborto. El primer grupo está constituido por mujeres de escasos recursos económicos, que no acceden a clínicas privadas. En este caso, los abortos se estimaron sobre la base de los egresos hospitalarios del sector público por causas de «embarazo terminado en aborto». A raíz de estos datos, la estimación es de 4.289 abortos anuales en el Interior del país y 1.718 en Montevideo.
Por otra parte, las mujeres del sector medio del Interior del país, quienes cuentan con recursos económicos para acceder a clínicas en su lugar de residencia o próximas, son las que conforman el segundo grupo.
En este caso, la proyección se realizó a partir de los datos proporcionados por una clínica instalada en una capital departamental. El promedio anual de abortos practicados en esa clínica fue expandido al total del Interior del país, a partir de conocer la relación existente entre ese promedio de abortos y el número de nacimientos anuales en el departamento, lo que arrojó la cifra de 11.000 interrupciones anuales para ese sector.
Finalmente, el tercer grupo está integrado por mujeres de sectores sociales medio y alto de Montevideo y alto del Interior del país. La estimaciones para este sector se basaron en las cifras aportadas por las clínicas de Montevideo. El número de abortos practicados anualmente en esos centros ascendió a 16.000.
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