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Año V Nro. 342 - Uruguay, 12 de junio del 2009
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La semana pasada, el Gobierno se lanzó contra el sector industrial coleccionando más enemigos. Lo curioso es que se enfrentó con un sector que lo apoyó y no dejó de aplaudir sus medidas durante casi 6 años. Digo que es curioso porque no se entiende esta tendencia de Néstor Kirchner a coleccionar enemigos. Lo concreto es que, luego de hacer casi lo imposible por destruir la actividad agropecuaria, con la actividad financiera casi inexistente, el turismo receptivo bajando, la construcción en caída libre y la industria casi paralizada sigue inventando conflictos. En el medio de este lío, Kirchner sigue generando incertidumbre y todo parece indicar que, cualquiera sea el resultado electoral del próximo 28 de junio, Kirchner tenderá a chavizarse cada vez más. ¿Cómo se lee este gráfico? En el eje horizontal está la cantidad de cocos (30) que puede obtener el náufrago si trabaja 8 horas diarias trepándose a los árboles. En el eje vertical está la cantidad de peces (10) que puede conseguir con sus manos en 8 horas por día. El náufrago puede hacer una combinación del tiempo de búsqueda de cocos y peces, obteniendo diferentes resultados (cantidad de cocos y peces). Esto es, se movería a lo largo de la curva dibujada. Cuando Kirchner llegó al poder, la economía estaba en el punto A. Es decir, podía producir más pero producía menos. Lo que él consiguió, por causas ajenas a su política (precios de la soja, inversión en construcción por miedo al sistema financiero, etc.), fue mover la economía del punto del punto A hasta algún punto de la curva dibujada. Lo que hizo fue reactivar la economía. Veamos ahora cuándo crecen los países. Crecen cuando estando sobre la curva de transformación consiguen moverla hacia la derecha y arriba del gráfico. Volviendo al ejemplo de nuestro náufrago, es como si él construyera una escalera para bajar los cocos de los árboles y una red para pescar. En términos económicos esto se llama aumentar el stock de capital. La escalera le permitirá, en las mismas 8 horas de trabajo, bajar más cocos. Y la red de pescar, en las mismas 8 horas, le permitirá obtener más peces. En economía esto se denomina incrementar la productividad. En el gráfico 2 muestro cómo se desplaza la curva. Como puede observarse, hay dos curvas. La de más abajo, es la original. La curva en que el náufrago baja los cocos trepándose y pesca con las manos. La otra, la de arriba, es la cantidad de peces y cocos que puede conseguir con el stock de capital (escalera y red de pescar). Como marca la flecha, si el náufrago consigue ese stock de capital se mueve hacia arriba y a la derecha logrando progreso porque consigue más peces y cocos en el mismo tiempo de trabajo. Esto significa que podría trabajar menos horas para conseguir la misma cantidad de peces y cocos y dedicar el resto del tiempo a otras actividades. Por ejemplo, construir una choza, hacerse ropa, etc. Mejorar su calidad de vida. O, trabajar las mismas 8 horas e intercambiar los cocos y peces excedentes con los vecinos de otras islas por productos que él no tiene. Esto se llama incrementar el comercio exterior gracias al aumento de la productividad de la economía, comercio que también mejora la calidad de vida. Ahora bien, en términos de nuestro náufrago, ¿que ha conseguido Kirchner con su avance sobre la propiedad privada y la imprevisibilidad de las reglas de juego? Mover la curva hacia la izquierda y hacia abajo. Lo que logró Kirchner es consumir el stock de capital de la economía (gas, reservas petroleras, stock ganadero, lechería, sector agropecuario en general, sistema energético, etc.). Por lo tanto hoy la economía se movió de la curva de arriba hacia la de abajo con lo cual se obtienen menos peces y cocos. En economía esto se denomina bajar la productividad y más pobreza en vez de progreso y mayor bienestar. Con su política, Kirchner ha conseguido que Argentina, que era el país de las vacas y el trigo, se esté quedando sin las dos cosas y, en un par de años, tengamos que importar hasta el bife de chorizo, por no hablar de tener que volver a importar petróleo y gas. Hoy tenemos menos bienes a disposición porque las empresas producen menos y porque se consumió el stock de capital por la arbitrariedad de las medidas. No debe resultar sorprendente, entonces, que a pesar de la recesión igual tengamos un agudo proceso inflacionario. Es que si bien el BCRA bajó notablemente la tasa de emisión monetaria, la cantidad de pesos en circulación no se contrajo en la misma medida que la cantidad de bienes y servicios que hoy produce la economía. La gente huye del peso hacia bienes cada vez más escasos por la recesión y el consumo de capital. Cada vez hay más pesos en circulación y menos bienes. El famoso modelo solo ha conseguido generar dos males simultáneamente: recesión con inflación. El peor de los escenarios posibles, sobre todo para la gente de menores ingresos. Ahora bien, volvamos al ejemplo de nuestro náufrago. ¿Estaría dispuesto a acumular más bienes de capital nuestro náufrago si de las islas vecinas lo atacaran todo el tiempo y le robaran lo que produce e incluso su stock de capital? Seguramente no. Viviría al día porque estaría siempre pendiente de un nuevo saqueo proveniente de las islas vecinas. Viviría sin seguridad jurídica. Sin instituciones que lo defendieran de los saqueadores de las otras islas. ¿Para qué producir e invertir si después viene otro y me lo roba? Si se entiende el párrafo anterior, se puede comprender por qué Kirchner está incapacitado para revertir la crisis en que nos sumergió. La gente no quiere invertir por miedo a un nuevo saqueo por parte del Estado. A sus regulaciones absurdas, ataques a la propiedad privada, a las directivas de Moreno, etc. La sombra de la chavización de Kirchner solo consigue mover la curva de transformación cada vez más hacia la izquierda y hacia abajo produciendo pobreza y desocupación. Solo cuando los argentinos recuperemos la seguridad jurídica, la previsibilidad en las reglas de juego, el Estado deje de saquear la propiedad privada y cada uno pueda desplegar su capacidad de innovación y el deseo de invertir, solo, decía, en ese escenario la curva de transformación se moverá hacia la derecha y hacia arriba. Es decir, iremos hacia el progreso, la plena ocupación y la aniquilación de la pobreza. Dos cosas se necesitan para salir de la crisis: a) políticas públicas que incentiven la iniciativa privada y la inversión y b) un gobierno que deje de saquear y establezca reglas de juego estables, previsibles y eficientes que dejen de crearle pánico a la población.
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