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Verdades a medias
por Federico Abdo
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José Mújica presentó ayer su equipo técnico en el Palacio Legislativo, ¿quién iba a pensar que Pepe presentaría su equipo en la cuna de la democracia burguesa y de saco sport fino? Dicho por él mismo, solo se había puesto saco el día que el dictador Fidel Castro visitara Montevideo. Olvidó decir que vistió elegantemente campera azul y camisa celeste al tono, el día que con el no menos inefable George W. Bush compartió asado en Anchorena. Seguramente no hubiera despertado la ovación de la claque que lo ovacionó al contar las cosas a medias.
Decir las cosas a medias, parece ser una enfermedad contumaz de los dirigentes del Frente Amplio, no decir concientemente toda la verdad en la cuestión pública, es hacer demagogia. Hay ejemplos claros como el agua de demagogia y de verdades a medias que en tiempos de optar debemos sacar a relucir para allanar el terreno.
Mújica, habló desde que tengo uso de la razón de la cuestión de la tierra y la concentración de la riqueza, fue ministro y los dichos quedaron en dichos. ¿Qué transformación importante recuerda el lector? ¿Sacarle el COFIS a la lenteja cuando no lo gravaba o el asado del Pepe es ser transformador? La cosa empeora si se considera que contaba con mayorías suficientes como para aprobar cuanta ley quisiera, lo cierto es que desde que entró al ruedo de la política regida por la democracia, los hechos objetivos demuestran que su radicalismo es solo una cuestión de la boca para afuera. ¿Donde está la correspondencia entre palabra y acción de la que de vez en cuando hace gala?
El referido candidato conjuga de modo muy seguido el verbo de la unidad, es más repite en cada uno de sus actos y audiciones que trato de escuchar, que el Uruguay es uno solo, y, que en su autonomía y unidad se va la vida de la Nación. Sin embargo, y sin ruborizarse, sale a mendigar ante gobernantes argentinos y se pasa dividiendo con epítetos groseros a los uruguayos que no pensamos a su modo. Se dice nacionalista y su columna vota obviamente con su complacencia, en la madrugada, el ingreso de Venezuela al MERCOSUR, y, lo que es aún más perjudicial al interés nacional, la formación del Parlasur, donde Uruguay tiene carácter meramente testimonial.
El Frente Amplio, ex nueva mayoría, pasó añares despotricando en contra de las empresas multinacionales, uno de sus principales voceros en este aspecto fue el Señor Mújica, hoy abrazan Botnia y hasta defienden la forestación. Obviamente no admite ni Mújica ni nadie del frentismo que estaban equivocados. Dijeron la verdad a medias, criticaron, pusieron trabas en la rueda, hostilizaron a la opinión pública, dividieron y cuando llegaron al poder, resulta que no era tan malo lo que pensaban Sanguinetti, Lacalle y Batlle. No solo no era malo, sino que era lo mejor que lo pudo haber pasado al país. Lo mismo pasó con la ley de puertos, ahora resulta que Uruguay es centro logístico y eso es bueno.
En la elección que viene, podemos elegir entre Lacalle y Mújica. Yo me inclino por el que como te dice una cosa, te dice lo mismo.
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