El Plan Ceibal no es lo que parece
por José Javier Galarza
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El Plan Ceibal es un plan para que los niños de las escuelas aprendan computación.
Si bien la idea es buena, se debió definir previamente las prioridades, ya que no tiene ningún sentido poner computadores en una escuela donde se llueve el techo.
El Plan Ceibal puede fracasar debido a que no existe un plan pedagógico previo para su aplicación.
¿Está usted de acuerdo con las frases anteriores?:
Yo no lo estoy, y creo que los que piensan así, no han comprendido aún los objetivos y la naturaleza del plan, que por otra parte es más importante de lo que muchos de sus propulsores piensan.
Repetiré cada una de las frases y luego escribiré mis comentarios.
“El Plan Ceibal es un plan para que los niños de las escuelas aprendan computación”.
El Plan Ceibal no es para los niños, y mucho menos para las escuelas. Con él algunos niños podrán aprender muchas cosas, pero muy probablemente no computación, ya que son demasiado pequeños para ello. El Plan es la manera de que la sociedad uruguaya modernice su acceso a la información. Como los niños son más accesibles a las innovaciones y aprenden más fácilmente, muchas veces solos, fue por ellos que se comenzó. La distribución de las computadores se hizo por las escuelas, lo que es una buena idea ya que es un instituto razonablemente bien organizado que llega a todos los niños del país. También es una buena idea que los niños aprendan a manejar las computadoras en el ambiente escolar pero esto no significa que lo hagan en las clases; yo apostaría que la mayoría de los niños aprendieron en los recreos, experimentando junto a otros niños.
El Plan Ceibal es un plan para que la sociedad uruguaya se libere de la ignorancia, pueda escapar de los grupos de poder, rompa el aislamiento y entre en el mundo actual.
“Si bien la idea es buena, se debió definir previamente las prioridades, ya que no tiene ningún sentido poner computadores en una escuela donde se llueve el techo”.
Los que opinan así se sorprenderían si supiesen que las computadoras del Plan Ceibal fueron diseñadas para países donde a veces ni siquiera tienen aulas. Por ejemplo, tienen un pequeño dínamo que se acciona a manivela, y permite cargarlas donde no hay acceso a la red de energía eléctrica.
La Escuela Uruguaya lleva más de cien años organizada como tal, y estamos razonablemente orgullosos de los resultados que ha obtenido. Sin embargo, en cien años no ha logrado evitar que muchas escuelas se lluevan o que los niños pasen frío. Ni hablar de las enormes carencias de bibliotecas y libros para préstamo.
Precisamente por esas carencias, se opta por darle acceso a la web a los niños, de tal manera que puedan leer todos los libros y enciclopedias que no están ni estarán en la biblioteca de la escuela (si es que existe).
“El Plan Ceibal puede fracasar debido a que no existe un plan pedagógico previo para su aplicación”.
Hay consenso de ciertos conocimientos básicos que deben tener todos los niños: el manejo del lenguaje, la aritmética, nociones de historia y geografía. Para asegurarnos que todos los niños compartan estos conocimientos es que se redactan los planes escolares. Lo que es mucho más difícil de planificar en forma centralizada es cómo les enseñaremos estos conocimientos a los niños, ya que no sólo las habilidades docentes de los maestros son diferentes, sino que las capacidades e intereses de los niños difieren notablemente.
Por eso, una vez asegurado que los niños compartan conocimientos básicos de las áreas antes mencionadas, se puede seguir con un plan pedagógico integral (la estrategia ortodoxa de nuestra educación), con lo que logramos que algunos no puedan superar sus dificultades de comprensión y otros se aburran porque el curso es demasiado lento y superficial y la otra opción es dejar a los alumnos que aprendan a su propio ritmo y profundicen en las áreas que despierten su interés. Es la segunda la estrategia que se apoya en el Plan Ceibal.
También he oído quejas de docentes, diciendo que el curso para ellos se limitaba a enseñarles a prender la computadora y alguna cosita más. Si ese fue el curso que se les dio, fue suficiente. Lo que tiene que aprender el docente de computación, lo aprenderá estando con la computadora encendida. Si precisa ayuda, puede pedirla a otros docentes o mejor aún a sus propios alumnos. Así los alumnos comprenderán la importancia del saber, y su precedencia ante la autoridad. Si el docente no puede aprender de sus alumnos, su mente está anquilosada y sería mejor que se acogiese a la jubilación.
Retomo la idea del comienzo de esta nota, de que el Plan Ceibal no es de informatización de la niñez, si no de la sociedad toda. Muchos habrán visto en las plazas del interior, los niños jugando al fútbol y las madres entrando a Internet en las máquinas de sus hijos. Ese es uno de los efectos más saludables del Plan, facilitar el acceso a la red de toda la familia.
Además de los beneficios culturales, el incremento y mejora de las comunicaciones, como ser Internet y telefonía celular, tiene efectos muy beneficiosos para la economía de un país. De la misma manera que el tener un celular hace más productivo a un plomero, ya que no tiene que volver a su casa para recibir los pedidos de sus clientes, Internet puede facilitarle a un obrero desempleado conseguir empleo. Estos beneficios, a veces pequeños, cuando son sumados en toda una población informatizada aumentan la riqueza de la sociedad.
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