Con un pueblo con cojones no se jode
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por Alejo Rivas Devecchi
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www.alejo.info
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Hace ya rato que asistimos horrorizados a todos los ataques terroristas. Pero lo mas sorprendente quizás sea la enorme diferencia en las reacciones de los pueblos víctimas de la violencia desatada por los poderes que asolan el planeta.
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Hace casi tres años los Estados Unidos sufrieron un ataque terrorista que, lejos de ser el mayor de la historia, fue el mas publicitado.
La reacción del pueblo norteamericano fue pedir sangre; casi la mitad de la pobación apoyó el ataque a Afganistán, sin siquiera detenerse a pensar qué podían tener que ver los afganos con el atentado. El pueblo yanqui se quedó sentado frente a sus televisores, "exigiendo" que el gobierno tomara venganza contra quien fuera. Y el gobierno lo hizo, claro que a su modo. Aprovechó la situación para borrar de un plumazo doscientos años de libertades y derechos individuales, ganados, con sudor y sangre, por los desposeídos; y a continuación organizó un atentado terrorista contra los que, |
casualmente, impedían el paso de su preciado oleoducto.
Una diferencia entre el ataque terrorista contra Afganistán y el de Nueva York, es que el número de víctimas fue miles de veces mayor, otra diferencia es que el mundo entero sabe los nombres de los terroristas y nada hace por detenerlos antes que cometan la próxima atrocidad. En este caso la reacción del pueblo afgano fue radicalmente diferente del yanqui. El país salió de sus casas, la gente común se vio obligada a dejar sus herramientas de trabajo y empuñar armas para detener el ataque; pero no pudieron, los terroristas eran mas y mejor armados.
Un año después, Indonesia fue atacada, el gobierno de Australia determinó, con razón o sin ella, que ese ataque fue contra su país. En esta ocasión el pueblo australiano hizo lo que acostumbra, nada. Las decisiones quedaron en manos de un gobierno que, como el monito que imita al amo, hizo desaparecer mágicamente las libertades individuales, y en poco tiempo se unió a los perpetradores del ataque terrorista mas grande de los últimos tiempos.
El año pasado dos potencias terroristas coloniales y el mas servil de los países del tercer mundo cometieron uno de los mayores atentados de la época contemporánea. Por medio de promesas quitaron todas las armas que un pequeño país tenía; y cuando estuvo completamente indefenso, descargaron sobre él toda la saña criminal de los que ante nada se detienen para robar plata. El pueblo del pequeño país se defendió como pudo; pero otra vez los terroristas eran mas y mejor armados. Otra vez los nombres de los terroristas y sus crímenes eran bien conocidos y otra vez no pasó nada.
Ahora le tocó a la madre patria, y perdonen si sueno parcial, es que soy de los que reaccionamos cuando tocan a la vieja. Pero esta última vez, los amos del terror no sabían con quien se metían. Eligieron al primer pueblo que se levantó contra el fascismo, en momentos en que gran parte del mundo "civilizado" lo aplaudía. Eligieron a los herederos de Pedro Rojas, de Lorca, de Machado.A esos que no son de quedarse sentados.
El planeta fue testigo de la mayor manifestación por la paz de que se tenga memoria. El pueblo español identificó inmediatamente al responsable detrás del terror , y lo castigó. Usando las armas de los pueblos de vanguardia, las que no se acallan con bombas, los españoles echaron al culpable.
Antes habían tratado de impedir que los involucrara en el gran atentado terrorista contra Irak. Ahora le dijeron: "no va mas".
Los españoles indicaron el camino, demostraron que los pueblos tienen armas para detener al terrorismo, con uniforme o sin él, venga de adentro o fuera de fronteras. Está en los demás pueblos tener lo que hace falta para seguir el ejemplo.
Así España honró a sus caídos y mostró al mundo que los que se fueron el viernes en Atocha, no se fueron solos, porque tienen un pueblo detrás.