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Año II - Nº 70 - Uruguay, 19 de marzo del 2004

No al horror
Los desafíos de los ganaderos en relación a la salud animal
Sueño o Realidad
Expectativas por la política de emigración del nuevo gobierno
Sergio Sánchez y los "Domingos Uruguayos"
Ojos uruguayos en Brasil
Anécdotas Bancarias - Quien siempre miente...

España, caos, espíritu, "mozárabe" y antídoto

Chairando Ideas
España también vivió su 14 M
Hurgando en la web
Rock uruguayo sí, rock uruguayo no
Con un pueblo con cojones no se jode
¿Ganó la democracia o ganó Al Qaeda?
Rincón de Sentimientos
El Interior también existe
Olvidémonos de las Pálidas
Las Locuras de El Marinero
Correo de Lectores

 

 

SUEÑO O REALIDAD
Escribe: Ernesto Martínez Battaglino

Estoy escribiendo estas líneas aún con la mente perturbada por los terribles acontecimientos ocurridos el jueves 11 de marzo en la ciudad de Madrid.
No bien enterado de la nefasta e irracional matanza de personas indefensas, inocentes, trabajadores, estudiantes, gente común que transita habitualmente para cumplir con sus tareas o realizar sus quehaceres, utilizando económicos medios de transporte que los traslade desde su lugar de domicilio a la gran ciudad, no pude evitar que se me apareciera en la mente aquél otro nefasto 11, pero de setiembre de 2001, cuando la irracionalidad también actuara contra las Torres Gemelas en N.Y. y en el Pentágono en Washington, dejando igualmente un reguero de muerte y una destrucción inimaginable.
En aquel momento se dijo que el mundo cambiaría a partir de ese trágico día, lo que sin duda así aconteció. Ya nadie podía sentirse seguro estuviera donde estuviera, pues habían fuerzas desconocidas que actuaban en la clandestinidad, que es la forma más cobarde y traicionera de proceder, sean cuales sean los argumentos esgrimidos para así comportarse, pero peor aún teniendo en cuenta que tras esa supuesta lucha desigual, por traicionera, lo que se busca es hacer cundir el pánico en la población civil y el de desestabilizar gobiernos con matanzas indignas, si es que pueden haber las que no lo son.
A esta hora que escribo estas líneas, aún no se ha oficializado en forma categórica si los ideólogos y ejecutantes de esta barbaridad infrahumana es obra de la ETA o de Al Qaeda, aunque por los últimos indicios descubiertos e incluso por una declaración de autoría y hasta de un video que aparentemente proporcionara la propia organización delictiva, todo apunta a que fue otra de las ya acostumbradas "obras" de Al Qaeda, que incluso, tiempo atrás había advertido que daría golpes terribles y de sorpresa en los países que se habían confabulado en perseguir y destruir al terrorismo islámico.
A poner entonces las barbas en remojo: Inglaterra, Francia, Italia, Japón y la propia Norteamérica, que aunque ya atacada -¡y en qué forma!- no puede descartar ser mira de otros ataques, ya que es el GRAN enemigo al que permanentemente tienen en la mira, dado también lo que ha influido en forma directa e indirecta esa poderosa nación, en guerras, matanzas, destrucción e intervenciones de todo tipo, en casi todas las naciones del mundo árabe e islámico en general.... y tan criminalmente, en muchos otros países también.
Igualmente, nada puede justificar actitudes como las que se han vivido contra la población española. Es tan inimaginable, que se torna casi como el estar ante un sueño, una pesadilla irreal, donde no pueden haber argumentos valederos entre personas sensatas y racionales, que le puedan encontrar una razón valedera.
Lo lamentable es que acá, en nuestro Uruguay, hubo una persona con rango político de primer nivel, que después de que pausada y desganadamente brindara a los medios su rechazo a las matanzas realizadas, "sean por quienes sean", enfatizando entonces su voz y con gesto imperativo, para darle más fuerza de justificación a lo ocurrido que el de condenar al hecho en sí, acusa entonces al Presidente del Gobierno de España José Ma. Aznar, por ser el único culpable y por lo tanto responsable de lo acontecido, por haber colaborado con USA en la guerra declarada al terrorismo islámico, poniendo así en peligro la integridad física de su pueblo.
Lo curioso es, que ese personaje es nada más y nada menos que el Senador del Frente Amplio Eleuterio Fernández Huidobro, quien fuera una notoria triste figura de primera línea del movimiento subversivo y terrorista uruguayo tupamaro, que hasta el día de hoy no se ha arrepentido de haber empuñado armas, bombas y dado muerte a muchos compatriotas, en aras de lograr un golpe de estado contra un gobierno democrático y elegido como la ley marca por el libre albedrío de la gente. Se consideraba y se sigue considerando ser "uno de los elegidos" -por sí y ante sí pero sin consultar libremente al electorado- para llevar justicia, orden y buen gobierno al país, sin nunca haber presentado ni un esbozo de plan más o menos sensato, más que sobre temas tan generales, que sin duda pueden ser apoyados por todas las fuerzas políticas o no políticas, sean de la tendencia que sean, por lo obvias y queribles por todos.
El que ante estas grandes catástrofes de la humanidad hayan aún personas que pretenden usarlas para sacarle provecho político para sus ideas y arrimarle votos para sus tiendas, los convierten en seres tan indignos y repudiables, como merecen ser considerados los propios autores del genocidio.
Tan es así, que los propios politólogos españoles y que calibraban las posibilidades de los distintos partidos en las elecciones generales que se realizaron el domingo inmediato siguiente (14 de marzo de 2004), especulaban que las posibilidades de tales resultados bien podían favorecer a uno u otro partido que con pretensiones podían alcanzar las mayorías, en la medida que los autores del luctuoso hecho lo fuera la organización terrorista ETA, o la de Al Qaeda. Si lo fuera ETA, la ventaja electoral podía favorecer al Partido Popular de Aznar; pero si se confirmaba a tiempo que los autores pertenecen a Al Qaeda, los votos podían volcarse a José Rodríguez Zapatero del Partido Socialista Obrero Español.
Aunque parezca increíble, prácticamente descartada sobre la hora del comienzo de los comicios la participación de ETA y casi confirmado que fue provocado por la organización terrorista islámica Al Qaeda, el resultado de las elecciones marcó lo anunciado. Pierde el partido de Aznar, colaborador de USA en la guerra antiterrorista, y gana el PSOE, opositor al PP y a las medidas adoptadas por Aznar, de alianza con EE.UU. e Inglaterra.
Bien es sabido, históricamente es sabido, que el hombre es un beligerante permanente y que las guerras y las agresiones se han sucedido irremediablemente en el tiempo, sin dejar de haber habido aquellos otros hombres -perdidosos- que hicieron lo imposible porque esas guerras y esas matanzas no se produjeran.
El hombre las ha llevado a cabo, las sigue y las seguirá haciendo, en busca de la conquista del poder por el poder mismo, por la posesión de riquezas por sobre todas las cosas y hasta justificándolas en aras de mandatos seudo nacionalistas y hasta religiosos, imposibles de creer. Siempre han sido esos los notorios motivos de las contiendas más férreas, donde, generalmente, el que le pone el pecho a las balas ni es el que logrará si gana su correspondiente cuota parte de poder, ni nada de las riquezas que se obtengan, y menos aún, de especiales contemplaciones en el más allá cuando muera. Lo seguro que sí posiblemente logre, será el de matar a otros hombres y a otras mujeres y a otros niños generalmente inocentes, pero también, la de su propia muerte o de su mutilación física o mental, lo que convierte a esas guerras en más inhumanas e injustificables, si es posible aún.
Por tal razón, jamás pueden haber ni pueden buscarse justificativos para que alguien le quite la vida a otro. Menos aún cuando se hace una matanza a diestra y siniestra entre personas civiles sin culpas a cuestas, sin previo aviso, alevosamente y por sorpresa. Las guerras declaradas son injustificables y horrendas igualmente, pero por lo menos tienen un código, una determinada ética y una reglamentación internacional que por lo menos, pretenden encauzarlas dentro de un razonable enfrentamiento, donde se le puedan dar iguales oportunidades a unos y a otros. Hay un ejército individualizado con un uniforme, con una bandera, que se enfrenta a otro uniforme y a otra bandera, también fácilmente distinguible. Con esto, dentro del desastre, pretende darles iguales oportunidades a las partes.
Lo que no se justifica es la clandestinidad. Ahí se cobija la cobardía y la alevosía. Por eso, todo movimiento "clandestino" también es terrorista. Sea en aras de lo que fuere, nunca podrá ser aceptado como legítimo y justificativo de ninguna acción, por más que se aduzcan agresiones de la otra parte, y más aún, cuando la agresión se hace contra los que nada tienen que ver, obviando los verdaderos objetivos, según sus enfocadas y enfermizas visiones.
Las corrientes terroristas clandestinas como la de ETA, IRA, Al Qaeda, FARC, ELN, AUC, Sendero Luminoso ... , como así pueden catalogarse también de terroristas los extremistas religiosos, lo sean de la religión que sea, denigran al ser humano y degradan a las propias religiones, al sostener que ellos actúan bajo sus designios y protección, cuando se supone que, en su esencia, lo que hacen todas las religiones civilizadas es pregonar la paz, la tolerancia, la ayuda al prójimo.
Hoy más que nunca el mundo debe de unirse contra esta barbarie, así como rechazar cualquier atisbo de justificación de estos luctuosos hechos. El ser humano, como todo ser viviente en el mundo, nace, vive y muere. Es el ciclo natural de la naturaleza.
Pero que hayan fuerzas mundanas que a causa de mentalidades retorcidas sean las que truncan inesperada y anticipadamente vidas, sin ton ni son, no son más que criminales. Pero los que aún buscan algún justificativo a esas acciones, sean por los motivos que sean, también se convierten en criminales pasivos, tan destructores unos, como los otros.