Finalmente con el reintegro del Comisario Pérez, se cierra una etapa de este impresionante abuso, -uno más-, de las autoridades ministeriales (incluidos los ex policías).
Nosotros seguiremos atentos a cualquier tipo de abusos que se pudieran tomar con nuestro camarada, así como con el resto de los policías.
Buscando los motivos de esta persecución, pensamos que podría ser que Pérez, que en la oportunidad se desempeñaba como Director de Investigaciones, podría estar investigando algún hecho irregular que involucrara algún personaje político de este gobierno, y por tanto había que sacarlo del medio.
También podría ser que a partir de la ineficacia de los asesores jurídicos, el poder político encontró la forma de hacernos saber al resto de las Instituciones Sociales, principalmente al Círculo Policial del Uruguay, y a los Oficiales que estamos en actividad en las comisiones directivas de las mismas, que no somos “impunes” y que pueden hacer lo que quieran con nosotros, incluso violar la Ley como en el caso de Pérez.
Los que conformamos una corriente de opinión, que surgió en 1997, descontentos con el manejo político que ya se estaba haciendo de nuestra Institución, -sentándola en un tobogán, por el cual se desliza a distintas velocidades según el gobierno de turno, (hoy en su máxima aceleración), pero siempre en caída libre hacia el caos, la inoperancia y la ineficiencia-, entendemos que desde la profesionalidad y el compromiso debemos hacer lo posible, para intentar rescatar a nuestra Policía de esta situación.
Personalmente, con un desempeño profesional, involucrados con la función de acuerdo a las jerarquías y de acuerdo a nuestra Ley Orgánica Policial. En lo institucional, denunciando situaciones como la del Comisario Pérez, y muchas más que nos implican y nos duelen.
Esto está asumido ideológicamente, y no es con amenazas que nos van amedrentar, ni siquiera con medidas concretas.
Sabemos y estamos dispuestos pagar todos los costos personales que haya que pagar… de todas formas mientras haya justicia en el Uruguay, Penal, Civil, o del Contencioso Administrativo, si tenemos razón, tarde o temprano se pondrán las cosas en su lugar, como sin dudas va a suceder con nuestro camarada y amigo.
En tanto debemos lidiar con la frustración, y la impotencia de ver como muchos, escudados en la impunidad de sus cargos, abusan de su poder.
¿Realmente pensarán que nadie les va a pasar factura por esos abusos?
Hoy es día de acompañar al amigo, y darle fuerzas para seguir adelante, sin olvidar lo que le ha tocado vivir, a él y a su familia, sin rencores pero con buena memoria.
Comentarios en este artículo |
|
» Arriba
|