El intervencionismo provocó la crisis
por Italo Bretti
|
|
|
Nadie puede decir que la crisis internacional actual fuera por causa de un destino escrito o la fatalidad. La causa de la crisis fue por las acciones intervencionistas de gobiernos, que no supieron aprender de errores anteriores.
La actual crisis fue copiada de la crisis de 1929 hasta en los detalles. Durante la década del 20 en EEUU, las presidencias republicanas de Warren Gamaliel Harding desde marzo de 1921, John Calvin Coolidge Jr. desde agosto de 1923 y Herbert Clark Hoover desde marzo de 1929, fueron “alentando” la producción industrial, el consumo, etc. para salir de la crisis de post guerra y fomentar el desarrollo. Se facilitó el crédito, con tasas de interés artificialmente bajas que promovió la FED (una institución americana creada en 1913 por los demócratas). Durante los llamados “años locos” se abusó de inversiones bursátiles en la bolsa de Nueva York (NYSE) con dinero prestado por los bancos. Fue con “gran apalancamiento”, pensando en que las subas seguirían por largo tiempo. Cuando finalmente el gobierno subió las tasas de interés, muchos especuladores habían tomado un porcentaje importante de los fondos prestables de los bancos, lo cual produjo el Jueves Negro, 24 de octubre de 1929.
Durante los dos períodos presidenciales de George W Bush, desde el 2001 al 2009 se siguieron acciones similares. Fueron otros 8 años de gobiernos republicanos con el mismo planteo. Luego de la burbuja de Internet y del ataque a la Torres Gemelas la economía se frenó, y nuevamente se facilitó el crédito, con tasas de interés artificialmente bajas que promovió la FED. Estos créditos fomentados por quienes se suponía deben evitar las crisis terminaron creándolas. La venta de propiedades facilitó que una mayor cantidad de americanos fueran propietarios, pero se financiaba hasta el 100% de la propiedad, a “medio siglo” de plazo, incluyendo a quienes no calificaban para un crédito y pudieran tener problemas en pagar. Aquí el “apalancamiento” se produjo por la “securitización” con papeles de deuda que inundaron el mundo. Cuando el gobierno americano subió las tasas de interés se produjo el colapso del mercado hipotecario, el cual a través de la “securitización” afectó al resto del mundo.
Los demócratas siempre quieren más intervención para resolver los problemas, lo cual es muy discutible; pero peor aun es que los republicanos hablen de “menos estado” y aprovechen a la FED para “fomentar el crédito”, generando crisis como las del 1929 y del 2008.
No se trata de mayor o menor intervención gubernamental, se trata de cómo intervenir. Cuando se “defienden derechos individuales” el gobierno interviene según el mandato recibido, pero no si se “alteran los mercados afectando derechos individuales” se favorece a unos y perjudica a otros.
Toda alteración a la “libertad para trabajar” hace que se reduzca la actividad porque afecta a quienes trabajan. Por el contrario la defensa de los derechos individuales incrementa la actividad porque en un ambiente de libertad se puede trabajar y progresar.
¿Cómo puede ser que hasta los comentarios de funcionarios de la FED o del gobierno de EEUU afecten tanto a los mercados bursátiles? Porque las intervenciones del gobierno exceden la defensa de los derechos individuales. Muchas empresas logran más del lobby por prebendas que del esfuerzo productivo.
Ahora las consecuencias de esas intervenciones se las quiere corregir con más intervenciones estatales, particularmente “los salvatajes”. Hay notables ejemplos para el asombro que superan la imaginación de cualquiera.
Nueva York, 3 de marzo de 2009 (Reuters).- La aseguradora American International Group Inc (AIG) anunció la mayor pérdida trimestral en la historia de Estados Unidos y recibió un nuevo paquete de ayuda estatal, luego de que el Gobierno volviera a concluir que es una firma demasiado grande para caer. AIG tendrá acceso a 30.000 millones de dólares de capital fresco, tras haber recibido una ayuda de 150.000 millones de dólares el año pasado, que le dio al Gobierno estadounidense una participación de casi el 80 por ciento en la empresa. La enorme pérdida del cuarto trimestre de 61.700 millones de dólares, o 22,95 dólares por acción, se produjo mientras la preside Edward Liddy, nombrado el septiembre pasado por el gobierno americano. En todo el 2008, las pérdidas totalizaron un saldo negativo de 100.000 millones de dólares.
Luego de leer esta noticia me invadió el terror. Sentí que había perdido la inocencia, que la igualdad ante la ley en EEUU no era como yo la imaginaba. Empecé a entender porque había empeorado la crisis con los “salvatajes a puro lobby”.
No poseo toda la información de este caso como para opinar en profundidad, pero más allá de lo que se pueda argumentar en favor de este salvataje, siempre las consecuencias son las mismas.
1. Si se hacen los salvatajes para evitar despidos, solo se logrará que los despedidos sean en otras empresas competidoras que en el futuro no podrán convivir con una empresa privilegiada. No hay que evitar despidos, hay que ayudar a los despedidos, porque poner recursos en manos de empresarios fallidos es tirarlos a la basura.
2. Los salvatajes a los gobiernos estatales o municipales le dan continuidad al empleo público en detrimento del privado. Se paga con impuestos que reducen la actividad privada. Leyes de salvataje del empleo público es solo escapar de la crisis perjudicando a los demás.
3. Si se pretende darle liquidez al mercado con los salvatajes, puede que el resto del mundo no reciba los dólares tan fácilmente como ahora y todos huyan de ellos. Los americanos no están acostumbrados a que el resto del mundo no acepte los dólares, y si ello pasara van a tener que trabajar y exportar mucho para rescatar todos los “papelitos verdes que han esparcido por el mundo”. Posiblemente muchos ciudadanos americanos no se impresionan con los salvatajes porque EEUU siempre gastó de lo que el resto del mundo ahorraba. Pero, ¿podrán ahora resolver la falta de capitales a pura maquinita de imprimir?
4. En EEUU van a endeudar hasta la cuarta generación, como cita el Éxodo 34,7 y las empresas igual terminarán quebrando.
5. Luego de tantas sorpresas sobre los bancos y el sistema financiero, hoy se sospecha hasta de empresas serias con buenos fundamentos. Entre otras se dice que General Electric iría a pedir ayuda al gobierno.
6. Cómo pueden operar en el mismo ambiente (país o provincia) un banco como el Citibank cuyos errores, cualquiera que fueran serán cubiertos con dineros del contribuyente y bancos privados extranjeros que solo cuentan con garantía hasta 250.000 dólares y no pueden brindar servicios a pérdida.
Un gobierno jamás puede evitar la quiebra de una empresa porque es deshonesto y genera más despidos en otras empresas. No puede haber “empresas que no puedan quebrar”, como no hay “hombres que no puedan morir”. Desde la antigüedad la mitología griega llamo dioses a los inmortales, por lo que las empresas que no tienen la posibilidad de quebrar se las podría llamar “empresas divinizadas”. Si una empresa no puede quebrar se acabó la igualdad ante la ley, y tal empresa es del gobierno aunque no lo digan los documentos.
Es fácil ver que no deberá ser rentable y solo deberá hacer todo lo que le pida el gobernante, quien a cambio le dará “el dinero de los contribuyentes”, es decir de los individuos que trabajan y pagan impuestos.
Es razonable que el gobierno de un país o sus ciudadanos ayuden a las empresas que crean conveniente, lo único perjudicial e irrazonable es afectar los derechos individuales, la igualdad ante la ley y la competencia. Siempre la actividad económica/ financiera debería estar en manos privadas que corre con los riesgos empresarios, pero en emergencias es legítimo que haya excepciones respaldadas por leyes del Poder Legislativo que representa la sociedad.
Cuando hay un desastre natural (terremoto, inundación, sequía, tsunami, etc.) todos aceptamos que con dinero del contribuyente se ayude a los afectados. Una crisis originada en otro país, por una legislación equivocada, por un ataque exterior, etc. merecen fondos de ayuda para emergencias aceptables
- Por medio de inversores privados o supletoriamente dineros del contribuyente según leyes correspondientes.
- Con reglamentos escritos y transparencia “para que cualquier empresa necesitada lo pueda pedir”.
- Como todo crédito, se debe demostrar la viabilidad de la empresa, el uso que se le dará al crédito, la solvencia para el pago, análisis de riesgos, impactos ambientales, etc.
- No se debe afectar derechos individuales, la igualdad ante la ley y la competencia en el mercado.
No existen los “activos tóxicos” y es molesto escuchar ese eufemismo porque se nos considera tontos.
Lo que hay son “créditos pésimamente mal otorgados”, es decir graves errores empresarios que no pueden estar exentos de sus lógicas consecuencias.
La imagen de EEUU actualmente es la de una “orgía de salvatajes a empresas fallidas a puro lobby”, lo cual mete miedo a cualquiera porque fácilmente se puede ver el lamentable final que se avecina. Porque cuando no quiebran las que tienen que quebrar, terminan quebrando todas las demás.
» Arriba
Fuente: Fundación Atlas 1853 |
|
|
|