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Las cosas claras
por Michael S.Castleton-Bridger
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Como uruguayo me apenan las recientes declaraciones del Dr. Pedro Bordaberry en San José. Debo confesar que ya estaba algo molesto con unas declaraciones en sentido parecido del actual intendente de Rivera Prof. Tabaré Viera.
Como blanco, las declaraciones de marras me apenan y me preocupan por la miopía política que evidencian y de alguna manera la gratuita ofensa que representan para nuestra colectividad.
¿Concretamente a qué me refiero? Estos dos connotados dirigentes del partido colorado han puesto en tela de juicio el apoyo de esa histórica colectividad al partido nacional, en una eventual segunda vuelta en las elecciones del año venidero.
Viera maneja la posibilidad de hasta lograr un acuerdo con el frente amplio en una actitud insular que asusta. Bordaberry afirma que el Dr. Lacalle, el Herrerismo y por ende el Partido Nacional todo anda ‘mendigando’ los votos del Partido Colorado.
Estas actitudes en el caso de Viera se pudieran quizá soslayar por la terrible insularidad geográfica y mental que representan. No así el caso de Bordaberry quien debería tener una visión más clara de estos asuntos. Nadie mejor que este joven curial para saber que los Herreristas no mendigamos nada, nunca, y menos que menos lo hace el Partido Nacional.
En todo caso como blancos tratamos de mantener por arriba de todas las cosas los sagrados intereses de la nación, las cuales no traducimos ni traduciremos jamás a meros intereses electorales o partidarios.
Lo que sí pretendemos con toda lógica es que el partido colorado respete nuestro apoyo masivo, que habilitó la presidencia de uno de los suyos, concretamente, la presidencia del Dr. Jorge Batlle. Lo que sí pretendemos con legítimo derecho, es que el Partido Colorado nos apoye con sus votos en una segunda vuelta ante el conglomerado de izquierda que hoy nos desgobierna.
El tema sobre la mesa es mucho más grande que meros cálculos electorales o partidistas. El tema sobre la mesa es que a nuestro país le haría mucho mal otro período colectivista -gramsciano de gobierno. Lo que algunos colorados no parecen entender es que lo que está potencialmente en juego es una forma de vida, una forma de ver la sociedad, una forma de país que valora por sobre todas las cosas la libertad del individuo por sobre el colectivismo tan caro a los neo-marxistas que hoy nos desgobiernan.
En esto no puede haber duda. En esto, todos los verdaderos demócratas, todos los que verdaderamente aman la libertad debemos estar juntos.
Los temas partidarios por definición deben pasar a segundo plano ya que está en juego el modelo de país que dejaremos a nuestros hijos.
Es de esperar que nuestros adversarios políticos de siempre, recapaciten y pongan el hombro para defender sin peros y sin dilaciones al pequeño gran país que las dos colectividades crearon juntas, en las cuchillas y en las tribunas , en el parlamento y en la lisa política de todos los días. De una cosa no hay duda, el Uruguay lo hicieron blancos y colorados .Nuestros campos y cuchillas están regados por la sangre generosa de nuestros mayores. Nuestra sociedad está construida con los sueños de unos y de otros.
Parece que algunos se olvidan de esto.
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