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Año V Nro. 353 - Uruguay, 28 de agosto del 2009
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La reciente visita que la fórmula del Partido Nacional realizara a la sede del Pit – Cnt, y el intercambio que en la oportunidad se produjo con sus autoridades, dejó un balance netamente positivo. No solamente para las partes, lo que ya de por sí es significativo e importante, sino muy especialmente para el país porque abrir grandemente una puerta de diálogo entre éstas dos instituciones tiene una enorme relevancia para los próximos tiempos. En enero junto al Dr. Lacalle y en nombre de Unidad Nacional ya habíamos tenido una reunión similar, que nos dejó sumamente satisfechos. Concretada ahora por todo el Partido Nacional, en la antesala de una elección de gobierno cobra mayor importancia. A tal punto fue positiva que, de ganar la elección nuestra colectividad política ya quedó concretada una entrevista para el próximo lunes 8 de diciembre a las 10 de la mañana. Aún cuando podamos tener, como tenemos, distintas visiones acerca de cuáles son los instrumentos más convenientes para alcanzar los objetivos en materia laboral, también es verdad que el fin último de proteger al trabajo, al trabajador, al salario y a la inversión es compartido y por ende no es de descartar la posibilidad de entendimientos en ésta materia. Desde luego, los entendimientos reposan en la disposición al diálogo primero, y a la transacción luego, lo que supone también la necesidad de ceder posiciones, sin renunciar a los principios pero admitiendo que la flexibilidad es siempre necesaria. En la visita de enero habíamos anunciado nuestra voluntad de mantener los Consejos de Salarios, y por ende la Negociación Colectiva, en caso de acceder al gobierno. Unidad Nacional había hecho suyo este planteamiento a instancias, precisamente, de Correntada Wilsonista. Es que el instrumento resultó útil, durante ésta administración, para recuperar el poder adquisitivo del salario; si bien ésta meta no se alcanzó en la medida que se había comprometido, sirvió, ayudó, y por consecuencia es bueno, con algunas adaptaciones a la realidad, mantenerla. Más aún, en el proyecto de ley sobre negociación colectiva que termina de aprobar el Senado y que ahora vuelve a Diputados, ratificamos esa voluntad de diálogo y negociación votando en general la norma, a cambio de la incorporación de una cláusula que no solamente fortalece la paz de los acuerdos que se puedan alcanzar sino que previene el conflicto, aporta formas de interpretación de los convenios y sanciona el incumplimiento de los compromisos asumidos. En una redacción muy clara y muy concisa en la que, ni se cae en el extremo de señalar que solamente lo acordado está protegido, porque va de suyo que lo que se pactó, se pactó. Ni se pretende que una vez celebrado el convenio, no hay instancias de conflicto o de disputa porque eso significaría eliminar derechos consagrados en la Constitución de la República. No es por cierto, el proyecto en su conjunto, la norma ideal en ésta materia y por eso votamos en contra algunos de sus artículos. La obligación de sindicalizarse que se establece en la misma no es buena, ni tampoco es de recibo que los acuerdos sigan vigentes más allá del plazo estipulado. Pero nuestro sistema necesitaba una regulación legal de la negociación colectiva, algunas actualizaciones en materia de consejos de salarios ya que las actuales vienen de 1943, y creemos haber hecho un aporte en ese sentido. No olvidemos que estamos bajo un gobierno del Frente Amplio, que goza de mayorías propias en el Parlamento, y que ha sido reticente a todo tipo de apertura de diálogo con la oposición. Lo que da mayor valor aún a los cambios alcanzados. © Dr. Francisco Gallinal para Informe Uruguay
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