Panorama Australiano
Por: Walter Amaro - Sydney/Australia
El panorama australiano ofrece una serie de variantes sumamente jugosas. Por un lado el rechazo circunstancial al proyecto del Premier del estado de Nueva Gales del Sur, Bob Carr de implementar impuestos desorbitados a las maquinas tragamonedas, por otro la situación del pesquero de bandera uruguaya Viarsa I detenido y en viaje al puerto de Freemantle, Adelaide, supuestamente por pescar especies protegidas en aguas jurisdiccionales australianas, también el triunfo del boxeador nativo Anthony Mundine alzándose con el título mundial de su categoría y finalmente la exposición FINE FOOD que se celebró en Sydney, entre el 9 y 12 de este mes, donde se hicieron presentes productos de nuestro país, en uno de los invites más esperanzados de las autoridades uruguayas.
Dando por tierra con las ambiciones del Premier de Nueva Gales del Sur, Bob Carr, el proyecto de elevar los impuestos a las máquinas tragamonedas no prosperó en el Parlamento Estatal. Un empate a 34 congeló por el momento un impuesto que mucho dista de ajustarse a una realidad. Tal vez se habrán enterado en notas anteriores que los impuestos federales en este país son capaces de darle la pálida a más de uno. No solamente paga el contribuyente hasta un 46 por ciento de su salario si su sueldo es elevado, sino que además sufre una serie de ajustes tan grandes, en una serie de valores impositivos que sería imposible de detallar, y a ustedes imposible de asimilar por la exageración, el volumen y lo descabellado. Pero esto no es todo. Se paga impuesto suplementario por cada litro de nafta, leche, pan, transferencias de propiedades, de autos de eso, de lo otro, y de aquello también. |
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Ustedes ni se lo imaginan, Cada cosa que genera dinero está expuesta a las feroces fauces de los gobiernos de turno; tanto el federal como el estatal. Luego, por si no fuera suficiente, instalaron el IVA, pequeño si se quiere en su porcentaje 10%, pero mucho más exorbitante en el resultado final del producto o prestación de servicios.
Pensará usted amigo lector que ahí acaba la cosa. Pero no es así, el rollo tiene más piola que una cometa. La idea manejada por Liberales a nivel federal, o Laboristas en Nueva Gales del Sur que, supuestamente debieran defender el bolsillo de la clase trabajadora, particularmente estos últimos, es cobrar impuesto sobre los impuestos, o dicho de otra manera, si todavía da leche la vaca, alguno de ellos volverá a sacar tajada con un nuevo o mayor impuesto hasta que esa teta quede seca y aparezca otra. Lo peor del caso es que ya nos han exprimido tanto, que tienen a la población cansada con sus consabidas mentiritas, aunque "don tolerante" todavía duerme la siesta. Todo el mundo se pregunta a donde va el dinero de lo recaudado, puesto que por reglas generales nunca lleva el destino primariamente prometido. En este caso, el de agregar una carga impositiva a los clubes, se estaría condenando a los mismos a ser inoperables en términos que oscilan entre los 5 y 10 años.
Ustedes se preguntarán si estamos defendiendo las ganancias de los mini casinos que operan dentro de los clubes; nada de eso. El punto es que estos clubes sociales que por lo general representan a una población o barrio o entidad deportiva, como prefiera llamarle, con sus ganancias, mejoran su capacidad operativa, la cual en reciprocidad, le ofrece a sus asociados una cantidad de beneficios gratuitos, cosa que los gobiernos no hacen. Y no sólo eso, un porcentaje de estas ganancias se canaliza en ayuda de otras instituciones sociales, de beneficencia y deportivas que, justamente, subsisten con esas donaciones. Sin embargo, y para colmo de los colmos, los servicios y prestaciones son cada vez más deplorables. Por citar un ejemplo, los hospitales del centro de Sydney, deben cerrar sus puertas temporariamente, inclusive a las emergencias y ambulancias, porque su capacidad de hospitalización y operatividad es desbordada por falta de camas y recursos.
¿De quien es la culpa? ¿Porque no hay dinero para incrementar el número de camas? Y de esos porqué tenemos muchos, que de todas formas nadie contesta. Será cuestión de globalizar el gobierno digo yo, de esa forma cuando la cabeza o gerencia no funcione, zas... se hace rodar la cabeza del culpable, tal como rueda la nuestra cuando en la fábrica instalan otro robot que suplanta a cien obreros. Y no se lo tome a risa... Si la electricidad hay que privatizarla, los teléfonos, también el gas, las refinerías, el servicio de salud y todo lo que según el gobierno es inoperable o no redituable en favor de las multinacionales y los accionistas; ¿Qué diablos gobiernan entonces? ¿ Cómo es que si se hace lo correcto privatizando y cobrando impuestos tan exagerados la deuda externa trepó hasta los 395 mil millones de dólares? Pero mejor dejémoslo ahí, dicen que el mundo cambiará cuando los políticos se tengan que rascar por nuestras mismas sarnas o nuestras mismas pobrezas, mientras tanto...
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Les cuento que el bocazas de Anthony Mundine conquistó el cinturón de los super-medianos de la WBA al derrotar por puntos en decisión unánime al estadounidense Antwun Echols, en pelea pactada a doce asaltos y sostenida en el Sydney Entertainment Centre. Luego de la brillante victoria el flamante campeón señaló a la prensa que aunque derrote al mismísimo King Kong, la gente de cualquier forma no le da crédito por su desempeño. No es para menos, en una confrontación similar luego de vociferar a los cuatro vientos, al mejor estilo de Muhamed Alí, que iba a descuartizar a su oponente, terminó durmiendo la siesta luego de un certero golpe aplicado por el ex campeón de la categoría. Sin intentar ser pesimistas pensamos que deberá trabajar mucho para retener esta presea.
En otro orden de cosas, la cinematográfica persecución del pesquero Viarsa I de bandera uruguaya, y su histórica captura, nos catapultó a los primeros planos del bochorno. Si bien las autoridades de uno u otro lado se dicen y contradicen, la cosa es que el barco y su tripulación, navegan detenidos hacia puertos australianos, donde se espera que arriben a fin de este mes. Si bien la representación diplomática uruguaya en Australia, liderada por el Embajador Dr. Pedro Mó Amaro está haciendo lo imposible para llegar a un entendimiento que contemple la situación jurídica del navío que se entregó a la justicia uruguaya, y que luego, con manifiesta arbitrariedad, fue abordado por sus perseguidores, las cosas no se presentan nada fáciles. La reiteración de actos de esta naturaleza por parte empresas navieras extranjeras que operan con pabellón uruguayo, nos están dando una fama de transgresores a los tratados internacionales, que nuestro país no merece.
Las autoridades australianas aparentemente no confían en la justicia que se aplicaría en Uruguay a estos pesqueros furtivos. Multas leves que no superarían los 20.000 dólares y sanciones que dejan mucho que desear serían las penas que según se rumorea, se aplicarían en nuestro país. Sin embargo, las condenas y multas que se aplican en Australia son realmente duras, en el caso de que se pudiera comprobar que, efectivamente, el Viarsa I estaba faenando en zona territorial australiana. Por supuesto no debemos olvidar además que en sus bodegas, de acuerdo a las versiones circulantes, tiene almacenadas unas cuantas toneladas de bacalao, lo que representa un par de millones de dólares y que aparentemente motivó la costosa persecución.
De todas formas se ha hecho un mutis impresionante; nadie abre la boca y por los últimos 4 o 5 días no se dan noticias del suceso. Lo último que se sabe es que la cancillería uruguaya reiteró, a través de una nota, el pedido de liberación del científico que viaja en el Viarsa I.
Al fin de cuentas, quien seguramente pagará las consecuencias será el capitán del pesquero, un desafortunado oficial que para poder llevar unos pocos pesos a casa, y obligado por el código del "sí o sí" o no tenés trabajo, ve amenazada su libertad y, paradójicamente, la posibilidad de seguir trabajando en lo suyo si se le retira la licencia. Cosas que pasan por culpa de ser pobre. ¿Vio? De todas formas, algo que llama poderosamente la atención, es que luego del apresamiento del pesquero, la prensa australiana y el gobierno, sólo emiten escuetos comunicados sin dar demasiada divulgación al asunto. Más allá del conflicto, se ve como emergente rectificar el otorgamiento de licencias para operar con pabellón nacional. Se debe recordar las afirmaciones del dirigente sindical José Pedro Franco cuando señaló que la concesión de los permisos caen en la ridiculez, puesto que estos se pagan a US$ 20.000 por una sola vez, mientras la tonelada de merluza negra se cotiza a US$ 12.000 por tonelada. No hay ninguna duda de que seguimos siendo muy lentos.
Fine Food Australia 2003
Para cerrar estos comentarios desde la tierra del Capitán Cook, señalemos que entre los días 9 y 12 de setiembre y merced al empuje y decisión de nuestras autoridades diplomáticas, Uruguay se presentó en la Exposición Internacional de "FINE FOOD" , algo así como alimentos y bebidas selectas. Este singular evento se revistió de una particular importancia, puesto que afecta no sólo el área de Oceanía sino que además permite extender la promoción al importante mercado de la región del Pacífico en el continente asiático. Los visitantes tuvieron oportunidad de codearse con los más selectos vinos uruguayos, como así también una variedad de productos entre los que se contaron, galletitas, postres, cafés, pastas, y hasta el agua mineral. Esta promoción francamente rescatable, que cuenta con un calificado material ilustrativo, ofreció una serie de oportunidades cualitativas. El proyecto fue preparado por Uruguay XXI, Inversión y Exportación, por la Agencia de Promoción del gobierno de Uruguay.
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