Los funcionarios públicos ganan demasiado. Los funcionarios públicos ganan más que los privados.
Hay que echar, o hacer desaparecer 100.000 puestos de trabajo para equilibrar las finanzas del Estado.
Estas y muchas otras frases parecidas se han escuchado últimamente con bastante frecuencia.
Contienen, como toda afirmación genérica, parte de verdad y parte de falsedad.
Hay funcionarios que ganan mucho, hay otros que ganan poco y hay otros que ganan más que estos últimos pero que igualmente no les alcanza para cubrir las necesidades vitales mínimas.
Es que situar la discusión en si está bien en que el Presidente gane 4.000 dólares mensuales y eso sea más que lo que cobra Lula o Kirchner, o enterarse que las críticas llevaron en este fin de semana a Alejandro Toledo a rebajarse un 30 % su ingreso, son casi hasta ridículas.
Y si afirmamos esto, cuanto más se podría hablar sobre lo fijado como monto para su ganancia mensual por parte del Presidente del Banco Comercial, rebaja posterior incluida.
No importa que los funcionarios ganen mucho o poco, y habría entonces que definir que son esos conceptos. La verdadera discusión es si el país tiene o no posibilidades de funcionar con la cantidad de funcionarios que tiene, si estos son o no eficientes, y por dónde achicar el gasto.
El ajuste político planteado por el Dr. Lacalle hace bajar a la mitad el número de legisladores, con el pretexto de rebajar el gasto del Parlamento. No está probado que con ello se logre una rebaja en el mismo, porque habría que preguntarse si no serán necesarios más funcionarios para que los pocos legisladores que queden, puedan cumplir a cabalidad con las necesidades del país y sus obligaciones.
Esto además nos introduce en un tema que es a quien favorece un achicamiento en la cantidad de legisladores y hacer pensar a la población que para ser Senador se necesitarían alrededor de 160.000 votos, cosa no fácil de conseguir.
UTE, ANTEL, ANCAP, funcionan hoy, de la buena o mala manera que lo hacen, porque hay funcionarios públicos trabajando. si son muy, poco o nada eficientes es otro de los temas en discusión.
Si son entes solamente recaudadores también lo es. Y si en el futuro pueden seguir con sus estructuras actuales es parte del gran tema llamado reforma del Estado, presentado como uno único, y que al igual que el Seguro Nacional de Salud es algo diferente según quien lo presente y defienda.
Es hora sí, que el país empiece a discutir su futuro. Y un tema que urgentemente hay que plantear es como se defiende el agua, como no se la deja extranjerizar.
Luego de una buena explicación, se podrá plantear cuál es la mejor forma en la que puede intervenir el Estado. Monopólica, compartida, de control, pero esto es parte de algo que se nos viene encima, de vital importancia para la Humanidad entera en los próximos 20 años, y que debemos abstraer de luchas electorales y mezquinos intereses partidarios, porque en esto se nos puede ir, como en tantos otros temas, la vida del país.
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