|
El perfecto idiota uruguayo
por Jorge Borlandelli
|
|
|
Hace una semana, en respuesta a un reportero de Televisión Nacional, escuché a Jorge Drexler opinar sobre el Impuesto a la Renta de las Personas Físicas. Por este medio lo proclamo candidato al título de “Perfecto Idiota Uruguayo” para aparecer junto con Eduardo Galeano en la próxima edición de “El Manual del Perfecto Idiota Latinoamericano” de Mendoza, Montaner y Vargas Llosa.
Hagamos el siguiente experimento mental:
El reportero de Televisión Nacional, me pregunta, como Consejero de la Fundación Libertad y especialista en temas económicos, que opino de la situación del Uruguay y yo le contestó que Uruguay está mejor porque Jorge Drexler vive en España y ya no tenemos que escuchar sus canciones de pobres melodías y letras cursis aderezadas con la insulsa voz del cantautor (esta no es mi opinión, pero hace más gráfico el ejemplo). El reportero, sí tiene la menor dignidad como tal, me preguntaría inmediatamente: ¿Qué educación y experiencia tiene usted como para opinar así de las canciones de Drexler? Yo le contesto: no, no tengo ninguna, es mi opinión. ¿Creen ustedes que la nota saldría al aire? Por supuesto que no. Sin embargo si un doctor en medicina que canta opina sobre las bondades del IRPF, el reportero se calla y la nota sale en el noticiero central de Televisión Nacional.
El Dr. Drexler dijo que los países en serio tienen Impuesto a la Renta y que el IVA es un impuesto al consumo que termina afectando a los ciudadanos más pobres. Nunca escuché tantos disparates y lugares comunes en una sola frase. Para empezar, ¿que es un país en serio? He escuchado muchas clasificaciones de países pero nunca la de países en serio y en broma. ¿Dónde clasificaría el Dr. Drexler a Cuba y Venezuela? Calculo que él se refería a países ricos, pero como todo Perfecto Idiota Uruguayo, sólo mencionar la palabra rico le genera un sarpullido cerebral. Los países ricos, que han acumulado una enorme riqueza (duh!!!), pueden darse el lujo de gravar la renta. Por ello es que los países ricos crecen poco y los países pobres, como España – el país que el Dr. Drexler pone como ejemplo - , pueden alcanzar a los ricos creciendo (generando renta!!!) más rápido. China multiplicó su renta per capita por 5 en los últimos 20 años. Si los políticos quieren que los uruguayos disfruten en el futuro de una mayor renta per capita, gravar la renta está contraindicado. El IVA no es un impuesto al consumo, es un impuesto a la renta (valor agregado es sinónimo de renta de todos los factores productivos: trabajo, capital y ganancias empresariales). Si es a tasa única no es regresivo sino neutral. De todas maneras lo que un país pobre necesita es gravar el consumo y así fomentar el ahorro y la correspondiente inversión, indispensablemente necesaria para crecer a tasas altas.
Calculo que al Dr. Drexler le molesta estéticamente la pobreza que se ve en Uruguay y en lugar de pensar a fondo el tema o informarse se contenta con apoyar el IRPF para lavar su conciencia. Si al Dr. Drexler le preocupa la pobreza y estudiara el tema a fondo, descubriría que la pobreza se soluciona creando riqueza y, si no alcanza con crecer, para los ciudadanos que no se pueden incorporar al proceso de crecimiento, el gasto público es la herramienta de redistribución para complementar la caridad privada que es moralmente superior. En lugar de tener un monstruo que consume más de un 35% de la riqueza que se produce en Uruguay matando así los incentivos para trabajar más y generar más riqueza, el estado uruguayo debería bajar los impuestos, liberar la energía creadora de todos los uruguayos dejando que el libre mercado y la competencia lleguen a todos los sectores de la vida nacional, abrirse al comercio internacional y gastar en aquello que importa: seguridad, justicia, educación y salud (estas dos últimas razones del gasto público no implican que el estado deba administrar escuelas y hospitales).
Dr. Drexler, la próxima vez que quiera opinar de economía le recomiendo que no lo haga. Si aún así quiere opinar, consulte con un economista antes. Yo le prometo no opinar ni de medicina ni de música.
Comentarios en este artículo |
|
|