|
Año V Nro. 337 - Uruguay, 08 de mayo del 2009
|
|
No había querido contestarle nada en su oportunidad al candidato oficial para las elecciones internas del oficialismo, por dos motivos: 1. Creo que a esta altura la prensa que le dan al citado candidato en desmedro incluso de los otros candidatos de su sector, ha sido tanta, en todos los medios, que ha saturado. 2. Resulta obvia la confusión que tiene, que nos muestra su ignorancia total respecto a estos temas, pero no es fácil que los practicantes de la religión “Mujiquista”, acepten cuando quien no pertenece a esta, marca sus “errores=horrores”. Cuando el Sr. Mujica salió diciendo las barbaridades que dijo respecto al secreto bancario, y remarcó en un programa televisivo que al ser secreto era malo, le hizo un terrible mal al país. Veamos más allá de lo que suceda en las elecciones de octubre, no hay dudas que hoy por hoy, el susodicho es el primer senador de la República, ha sido Ministro y por más disparates que diga, es el candidato más votado del oficialismo, que no es lo mismo que el del país. Resulta obvio que todos aquellos que desean invertir en nuestro país, al escucharlo despotricar contra el secreto bancario, se retraen y dudan si invertir o no en nuestro país. El no acceder a los nombres de los titulares de los depósitos bancarios en nuestro país, es lo que nos da la posibilidad de contar con inversiones extranjeras y nacionales. En casos contemplados por la ley, la justicia puede, y lo ha hecho cuando lo ameritaba la cuestión, levantar el secreto bancario. Pero es un hecho que el dinero que una persona tiene, sea mucho o sea poco, está internalizado en las costumbres uruguayas, que no es necesario que sea de público conocimiento. El decir del Sr. Mujica que porque es secreto es malo, sería lo mismo que suponer que todo lo de público conocimiento es bueno, ni lo primero ni lo último es cierto. Pero además en todos los países del mundo en mayor o menor medida, existe el secreto bancario, y cada estado enmarca la posibilidad de todos los ciudadanos, de acuerdo a su legislación de poder solicitar a la justicia su levantamiento. En nuestro país se terminan de aprobar algunas leyes que determinan casos donde el juez debe levantarlo como es, entre otros, el de una demanda por pensión alimenticia, y en lo personal me parece perfecto. Sin embargo resulta cristalino para quien no es nabo (parafraseando ahora al Senador José Mujica en un programa de canal 12, a un conductor televisivo) que si el tener el dinero depositado en el banco significa que todo el mundo tenga acceso a cuanto dinero tiene depositado una persona, lo más probable es que las personas comiencen a sacar su dinero de los bancos, con consecuencias catastróficas, pues ese dinero depositado allí es el que permite que los bancos a su vez, le presten a otras personas, y así se produzca el impulso de la economía. Ese dinero será guardado posiblemente en “cofres fort”, donde únicamente producirá polillas, y no me vengan con los intereses que pagan los bancos, porque todos sabemos que en los últimos años, el interés bancario no mueve a ningún inversor, pues es irrisorio, y cuando sube al punto de volverse interesante, se desconfía de la solvencia del banco. En la actualidad por lo menos en nuestro país, el guardar dinero en los bancos responde a una necesidad de seguridad y comodidad, nada más. Tanto del dinero de los depósitos locales, como el de los extranjeros. Luego de la vergüenza de que Uruguay fuera incluido entre los paraísos fiscales con otros 3 países, donde ni siquiera estaba Suiza (principal defensora a ultranza del secreto bancario), Mujica se defendió diciendo que el manejaba información que nadie más tenía y por eso había dicho lo que dijo. Lamentablemente los feligreses de “Mujica”, se dieron satisfechos con la explicación, y no existe forma de que entiendan el disparate manifestado por este señor. Hasta ahora no quise hablar del tema por los motivos enunciados, pero en estos días recibí un correo con un planteamiento del Nuevo Espacio, sector liderado por el Senador Rafael Michelini, que justamente plantea la necesidad de evitar los errores que puedan hacerlos perder la elección, y como muestra da el ejemplo de esta confusión mujiquista. En lo personal, no me preocupa a los efectos de este artículo, quien va a perder o no la elección, pero si que los candidatos no realicen declaraciones que le causan desastres a la economía de nuestro país. El motivo por el cual fuimos incluidos en la citada lista negra, no tiene nada que ver con el secreto bancario, sino que fue a causa de nuestro secreto tributario. No hay dudas de ello, pero para aclararlo queda la constancia que la manera en que nuestro país fue retirado de dicha lista, fue firmando el art. 26 donde se compromete a cuando tenga acuerdos tributarios con otros países, y tenga la información, y ello no vaya contra las normas legales del país, a entregar al otro país firmante del acuerdo, la información tributaria requerida, y además que esta información debe ser solicitada por los organismos competentes del país solicitante, a nuestros organismos competentes en la materia. El problema del secreto tributario está dado, pues existen países como nuestros primos lejanos “argentinos” que tienen un sistema tributario que grava el dinero y patrimonio que los ciudadanos de ese país tengan en cualquier lugar del mundo, a diferencia de Uruguay que se maneja con el concepto de “fuente uruguaya”, así los ciudadanos uruguayos pagan impuestos por la actividad realizada dentro de nuestras fronteras, y por los bienes que tienen en ellas. El sistema de “fuente global”, que así se llama a los sistemas como el argentino, es un tanto iluso, pues resulta por lo menos difícil poder controlar los bienes que los ciudadanos de un país tienen en el mundo entero. Y solo y solo sí, por ese motivo es que Uruguay había sido incluido en esa lista, a las pruebas me remito que firmado el artículo 26, donde no se menciona para nada información bancaria, sino tributaria, Uruguay fue quitado inmediatamente de dicha lista. Vale aclarar que Uruguay tiene únicamente firmado un acuerdo tributario con Alemania, acuerdo que viene de tiempos inmemoriales, y con ningún otro país por ahora. Y resulta cristalino que no tiene fundamento para Uruguay, firmar este tipo de contratos pues al ser nuestro sistema de “fuente local=uruguaya”, no tiene nada que le permita obtener a cambio que lo beneficie. Por ello lo del título “ERA EL SECRETO TRIBUTARIO, ESTUPIDO”, con todo el respeto debido a la investidura del Sr. Senador, a quien no pretendo faltarle el respeto, sino utilizar una frase hecha que pinta claramente el grueso error en que se incurrió Y aprovecho para marcarles el tema a algunos colegas de la prensa digital, quienes únicamente escriben intentando dejar en evidencia los errores de los demás candidatos, pero no se por cual razón olvidan dejar bien claro cuando se equivoca, y feo, este candidato.
|
|
Los enlaces externos son válidos en el momento de su publicación, aunque muchos suelen desaparecer.
Los enlaces internos de Informe Uruguay siempre serán válidos. |
Estadisticas Gratis | ||