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Año V Nro. 353 - Uruguay, 28 de agosto del 2009
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El deterioro de Venezuela está alcanzando a Hugo Chávez. Uno de los debates más importantes para América Latina gira en torno a la caracterización rigurosa del régimen chavista: socialismo o neopopulismo. Chávez Habla de un “socialismo del siglo XXI”, que echaría raíces en el pensamiento de Simón Bolívar. Esta evocación al Libertador genera profundas dudas. El pensamiento de Bolívar ha sido una fuente de inspiración tanto para los partidos conservadores de la región andina como para algunas agrupaciones de izquierda. Me hace recordar el caso del General Artigas en Uruguay. Otra duda en torno al “socialismo del siglo XXI”, es que día a día aumenta la fuga de capitales, la des-industrialización, el desempleo y el desabastecimiento de la población venezolana y a la par crece el índice inflacionario. Las tasas de criminalidad se han disparado, Caracas la capital venezolana es después de Recife en Brasil, la segunda ciudad más violenta de América Latina. Obviamente que como lo digo al inicio de este artículo, este deterioro está alcanzando a Chávez: según las últimas encuestas, sólo cuenta con el apoyo directo del 21% de la población. Hugo Chávez es más que un líder de la izquierda, es una versión más del viejo populismo caudillista de América Latina. En la tradición intelectual del continente existen cuatro perspectivas para analizar éste fenómeno: una perspectiva historicista, que coincidió con las primeras etapas de la industrialización y la urbanización, en la cual dirigentes como Juan Domingo Perón en Argentina lideraron la movilización social urbana (Gino Germani). Otros sostienen que el populismo es un estilo de liderazgo personalista sin estructuras partidistas fuertes (Julio Cotler). También se argumenta desde una mirada económica que el populismo se caracteriza por un fuerte intervensionismo económico tendiente a impulsar una redistribución de los ingresos. (Francisco Weffort y Octavio Ianni). Finalmente, desde una perspectiva ideológica, algunos autores sostienen que el populismo es un discurso contra las élites, desde una perspectiva popular.(Ernesto Laclau). La mirada del sociólogo argentino Guido Germani sobre el populismo como un fenómeno transitorio en América latina resultó fallida. El mismo, resurge periódicamente en el continente generando desastres para los pueblos que los deben soportar. Chávez es claramente un fenómeno neopopulista que combina un fuerte liderazgo personalista, un discurso social confrontacional y un modelo económico redistribucionista ineficaz e irresponsable. Sin duda, con el apoyo de Cuba los sectores más vulnerables se han beneficiado de programas de salud y educación. Pero el conjunto de la nación venezolana se está deslizando hacia el desastre económico. Día a día, el poder y la imagen de Chávez se deterioran, tanto en el interior como en el exterior del país. Su respuesta es típica: en un intento desesperado por recuperar apoyo interno, le echa mano al recurso tradicional de todos los dictadores: la amenaza externa y la guerra. El mismo recurso utilizó la dictadura militar Argentina encabezada por el General Leopoldo Galtieri. Y aquí no pongo en duda el derecho que asiste a la Argentina para un justo reclamo por las Islas Malvinas que apoyo solidariamente. No, simplemente que la guerra es el último recurso de todos los dictadores de la tierra utilizada vilmente como distractor a los problemas internos que no pueden resolver y que ellos mismos han generado o agravado. Todo parece indicar que Hugo Chávez quiere tomar ese rumbo. Hasta el próximo análisis… © Lic. Washington Daniel Gorosito Pérez para Informe Uruguay
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