Una rosa color te en mi almohada.
Fragante detalle que perfuma el aire.
Una esquela pequeña con solo dos palabras,
que al despertar encuentro
todas las mañanas.
Una rosa color te en mi almohada.
Un pedido silencioso sin palabras.
¿Serán sus gotas de rocío, lágrimas
Que deja a mi lado todas las mañanas?
No se por qué leo la esquela
que la acompaña, si ya se lo que dice.
¡Te amo!. Solo dos palabras,
que están junto a mi almohada
¡todas las mañanas.!
Lidia María Bertuccio