Pepito y Rosita
Estaba Pepito en un colegio de monjas y hablaba con un amigo y le decia deseo ver a una niña y platicar con ella. Como el colegio tenía una barda grande donde separaban a los niños de las niñas, Pepito muy astuto hizo un paqueño orificio y veía a través de él todas las tardes a Rosita sentada debajo de un árbol.
En una de esas veces que la veía, Pepito decidió brincar la barda, pero ésta tenía un alambre con púas, además que era muy alta. Pepito agarró valor y decidió enfrentar ese peligro con tal de ver y conversar con esa niña. Finalmente pasó al otro lado y se acercó a la niña y le dice:
"¡Cómo te llamas!"
"Rosita, pero me quitaron el ita al entrar al colegio. ¿Y tu como te llamas?"
"Pepito, pero me dicen Pe."
"¿Y el pito?"
"El pito lo dejé en la barda por venir a verte."