ADAN, EVA Y LA SERPIENTE
(DESDE EL PUNTO DE VISTA DE LA SERPIENTE)
- En un lugar que era un Paraiso, solamente eramos tres: Adan, Eva y Yo.
- Adan, con su larga barba, desaliniado, yo diria, sucio.
- En medio de aquel jardin, flores que irradiaban su aroma, aroma que flotaba en el aire, inspirando a la vida y al amor.
- Cuando vi que Adan miraba a Eva, con ojos lujuriosos y pecadores, mi furor no tuvo limites.
- A mi, a quien aquella belleza habia despreciado. Peor que eso. Eva habia sonreido, respondiendo a la mirada del varon, como aceptando lo que ellos llamaron amor.Desde ese dia, mi mente empezo a trabajar rapidamente.
- ¿Como vengarme de la afrenta.?
- Cuando declare mi pasion a esa hermosa mujer, me desprecio ....por arrastrado. Y eso si que no podia dejarlo pasar por alto.
- Como vengarme de aquellos dos. Mi odio crecia dia a dia.
- Pase muchos dias buscando el medio de hacerles el mayor danio posible.
- Mi gran amor, se transformo en el odio mas profundo. Aquella mujer traicionaba mi belleza, mi suave piel, mis dorados colores con matices de azul y verde.
- ¿Era posible que aquel miserable Adan, desprolijo, feo, con dos largas piernas, fuera el elegido por la bella de mis suenios?
- Cuando vi el arbol aquel, con jugosas y rojas manzanas, la idea vino a mi, como por un encanto.
- Yo conocia la prohibicion de Dios, de no comer del arbol aquel. Aquella fue
- .la prueba que Dios les habia impuesto. No es que ellos no conocieran sobre la prohibicion. !!!Pero humanos al fin.!!!! Despreciables seres que no creen en el poder del Todopoderoso, y siempre negandose a cumplir sus propias promesas.
Yo conocia las debilidades de esos odiosos seres y entonces, con mucha delicadeza y con bonitas palabras, los incite a probar y no despreciar aquellas hermosas frutas.
Dicho y hecho!!!!
Eva repartio la fruta con su amado Adan, pero mujer al fin, le dejo solo un pedacito.
Dios habia probado a aquellos seres y vio con que placer saboreaban la prohibida fruta. Su furor fue indescriptible. Tanto, que condeno de por vida a la mujer a parir con dolor.
Y hasta nuestros dias, la maldicion sigue latente. Y a Adan lo condeno a trabajar y ganarse su pan con sudor y lagrimas.
Y por si eso fuera poco, los condeno a vestirse. Asi se empezaron a abrir Tiendas y Supermercados en el Paraiso.
Leon Mileris
Diciembre ?2003/12/2003
Israel