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Para ganar... todo es válido
No importa los que quedan
por La Ciudadana
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Ayer finalmente, quedó aprobado para plebiscitar el voto consular o voto epistolar, a iniciativa, por supuesto, del Frente Amplio.
Dicen que afuera hay alrededor de 600 mil uruguayos y obviamente, no son todos frenteamplistas.
Lo que no dicen, es que cada quien, se fue por diferentes razones, que son propias de cada uno. Algunos lo hicieron por ambición, otros porque buscaron un futuro que el país no les garantizaba, otros por temas políticos.
La cuestión es que se fueron por motus propio, nadie los desterró.
Es harto conocido el tema del traslado que hace el Frente amplio en todas las elecciones de gente que está radicada en Argentina, es también, según las cifras de las elecciones, que gracias a estos compatriotas que vinieron, pusieron su voto y se fueron, que tuvimos que bancarnos este gobierno, los que nos quedamos, los que hemos estado siempre acá..
Muy bien, ahora, a partir del día de ayer, se oficializó el plebiscito para hacer del voto consultar o epistolar una realidad, que se votará conjuntamente a las elecciones de octubre 2009 y se efectivizará a partir del 2014.
Y sigo diciendo, es un reverendo disparate. Y que no me vengan con que otros países del primer mundo tiene esta práctica, la verdad me importa muy poco, a mi me interesa lo que pasa acá, en nuestro país.
Gente que nunca pisó nuestros suelos, podrá votar, o sea, hijos de emigrantes que quizás jamás vengan ni de vacaciones, tendrán derecho a votar en las elecciones, porque las credenciales cívicas podrán ser expedidas en los consulados.
Muchos esgrimen el argumento de que son uruguayos y que les importa lo que pasa aquí, y me parece bárbaro que les importe, otros esgrimen el argumento de que mandan plata para acá, que pagan sus impuestos y eso les da el derecho de opinar, yo creo que no, porque no todos tienen familiares aquí, no todos dejaron bienes, aquí y no todos mandan sus ahorros para aquí., y por tanto, lo que no me parece es que puedan opinar de política interna, cuando luego ellos, no se quedan aquí para ver el resultado de su propia decisión.
Y esto no es discriminar, ni tratar a los emigrantes como ciudadanos de segunda, es simplemente, poner las cosas en su sitio, cada uno decide su vida, los que se fueron eligieron vivir en otro país, sabiendo a lo que se estaban enfrentando, pero huyendo de los problemas que les afectaban acá, otros decidimos quedarnos y seguir peleándola desde nuestro suelo, por tanto, no podemos tener los mismos derechos.
Es más, estarán habilitados para votar por las intendencias también, claro, yo, ciudadana uruguaya, que vivo aquí, y que nunca me fui, si quiero votar por un intendente para Maldonado, viviendo en Montevideo, no puedo hacerlo, pero según el artículo que desean incorporar, desde el exterior si podrán hacerlo.
Me pregunto además, cuántos de los emigrantes, de esos 600 mil están dispuestos a votar y a venir a vivir aquí inmediatamente?
El voto consular, como el voto epistolar, no tienen las garantías que la Constitución manda para los comicios, no habrá representantes de cada partido para efectuar el eficaz contralor en las mesas de votaciones, pero esto hace únicamente, a la parte administrativa de este engendro.
Y para terminar, quiero extraer uno de los comentarios que enviaron a El País, justamente, un emigrante, que me parece muy lógicos y de gran ubicación.
Comentario:
Estando todavía yo en Uruguay, escribí a Ecos mi opinión y fue publicada. Con el título "Los de afuera son de palo" Yo decía que mi casa necesitaba mejoras. Entonces consultaría con mi esposa y con mis hijos, lo que convenía hacer, que cada cual sugiriera, las reformas, las pinturas, etc. Ni por asomo nos pasaría por la cabeza la idea de llamar a nuestros parientes para consultarlos. ¡Y eso que también son de la familia! Ellos no viven en la casa. Si acaso vienen de vez en cuando de visita…. ¡Jamás pensé que un día estaría a miles de kilómetros, en el lado opuesto del globo! Y sigo pensando igual. ¿Qué tienen que preguntarnos a quienes aunque soñemos con volver, cada día que pasa nos aleja del retorno? ¿A santo de qué, yo les impondría desde acá a fulano o mengano, si sé que serán Uds. los que por mi voto tendrán que soportarlo durante 5 años? ¡Yo me declaro absolutamente contrario al voto consular o epistolar! ¡Perderé con honor la oportunidad de decidir por ustedes, que estoicamente soportan lo malo que yo rehuí! La quinta parte de la población del Uruguay, está en el exterior. ¿Van a dejar que los cobardes o ambiciosos que huimos decidamos vuestro futuro? ¡NO LO HAGAN!”
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