Poder Concentrado, Ciudades Grandes Rasgo del subdesarrollo por Eduardo García Gaspar

	Contactos Otros artículos de este autor Imprimir Artículo

         Los datos son de la revista Foreign Policy (enero-febrero, 2008). Se refieren a las poblaciones urbanas. La tendencia marcada es la esperada: en 1900, el 90% de la población mundial era rural, pero en 2007 ella es de 50%. El estimado para dentro de unos 40 años es de 25%.

         El mundo se está convirtiendo en uno urbano, pero no es ésa toda la historia. Hay otro fenómeno, el de las súper ciudades, que es propio de los países no desarrollados. Las ciudades que más rápido crecen están en Nigeria, Bagladesh, India, Paquistán, Indonesia, República Democrática del Congo, China, Filipinas, Brasil, México, Afganistán, Sudán.

         No son ciudades iguales a las similares en los países desarrollados. En ellas, desde luego hay ingresos per cápita menores. Por ejemplo, para comprar una rebanada de pan, en la Ciudad de México deben trabajarse 53 minutos, contra 16 en Nueva York. Más aún, en cuanto a asesinatos por cada cien mil personas, Nueva York tiene un índice de 6.8 contra el de la capital mexicana que es de 19.4.

         Estas y otras cifras indican situaciones que merecen verse. Primero, efectivamente la tendencia es a la conversión urbana y esa tendencia se marca en países subdesarrollados en crecimientos espectaculares de unos pocas ciudades. Y esas pocas ciudades padecen problemas.

         Las tasas de crecimiento poblacional no explican ese crecimiento urbano concentrado en pocas ciudades. Ese crecimiento es producto de la emigración de las áreas rurales a las urbanas, lo que sólo puede tener una explicación: quien emigra a la ciudad lo hace porque piensa que así vivirá mejor… y significa que aunque viva mal en la ciudad, eso será mejor que la vida rural.

         La disyuntiva en los países menos desarrollados está entre la ciudad grande y el área rural. No parece haber un término medio, esas ciudades de medio millón o algo más que retire la carga de las ciudades enormes. Las áreas rurales no son eficientes para el establecimiento de servicios: no resulta conveniente establecer hospitales, por ejemplo, en casi todos los municipios de Oaxaca, por tener cantidades mínimas de personas. Ciudades intermedias sí lo permitirían.

         En otras palabras, parece que en los países de menor desarrollo se tiene un fenómeno indeseable, el de la concentración urbana. Un ejemplo de esto: en los EEUU, la capital del estado de Nueva York es Albany y tiene una población de unos cien mil. Washington, la capital federal tiene un medio millón. La capital mexicana, unos 9 millones (sin contar suburbios).

         Lo que deseo hacer es apuntar hacia una teoría: las poblaciones en países en desarrollo tienen a concentrase en las ciudades mayores, haciéndolas aún más grandes; por su parte en países desarrollados, los tamaños de las ciudades están más diversificados y repartidos en todo su territorio. No es una tendencia absoluta, pero sí general, me parece.

         Es mi impresión que una de las características del subdesarrollo es la existencia de una ciudad muy grande en cada nación, quizá hasta tres o cuatro como en China, que son polos enormes de atracción migratoria y que crean problemas de atención a esa población muy grande. El desarrollo se caracteriza por lo opuesto, la existencia de muchas ciudades de tamaños intermedios que distribuyen a la población.

         Cuentan de un ranchero mexicano, muy exitoso, con una gran propiedad en México y que había comprado otro rancho en Texas. Cuando alguien le interrogó sobre cómo le iba con su rancho en los EEUU, contestó: “Muy, muy bien, y lo mejor es que hasta ahora no he tenido que ir a Washington a arreglar ningún asunto, ni a hacer ningún trámite.”

         Creo que el subdesarrollo está muy contagiado por una mentalidad concentradora de poder, que se manifiesta también en un sentido geográfico y tiene como consecuencia eso, la creación de ciudades enormes con problemas que no tendrían ciudades de tamaño intermedio. Por el contrario, el desarrollo tiene gobiernos menos concentrados y que permiten la existencia autónoma de esas ciudades intermedias.