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Año I - Nº 37 - Uruguay, 1 de Agosto del 2003

No hay cambios
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Recuerdos del Ayer
Uruguay sin Divagues
Radio Vilardevoz
Como los caracoles, yo me llevo el país conmigo
Entendamos un poquito de qué se trata
Ojos Uruguayos en el Brasil
Sydney: Tolerante y Bohemia
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El Marinero
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

 

"COMO LOS CARACOLES, YO ME LLEVO EL PAIS CONMIGO"

GONZALO SOLARI

ENTREVISTA de Fernando Manzoni

Gonzalo Solari es un guitarrista uruguayo radicado desde hace varios en Italia, más precisamente en Arezzo (Toscana).
Considerado por la critica como uno de los más refinados guitarristas de su generación, Gonzalo Solari es nacido en Fray Bentos, Uruguay.
Ha realizado sus estudios de guitarra con Amìlcar Rodríguez Inda y Abel Carlevaro, completando su formación en Armonía, Contrapunto, Fuga e Interpretación con Guido Santorsola.
Ha seguido una carrera como concertista presentándose en los más importantes escenarios musicales de Europa, Estados Unidos, América Latina, China y Japón.
Ganador de importantes premios guitarrísticos internacionales: Ministerio de Educación y Cultura (Uruguay, 1977), Facultad de Música Palestrina (Brasil, 1980), Instituto Italo-Latinoamericano - Accademia Musicale Chigiana (Roma, 1982) . En 1988 fue condecorado por la Radio Caritas (Asunción del Paraguay) con la Mención de Honor por su investigación musicológica sobre la vida y obra del compositor y guitarrista paraguayo Agustín Barrios.
Es considerado un guitarrista poseedor de técnica impecable, de fraseo prodigioso y de un profundo rigor estilístico que lo ubican como uno de los protagonistas del firmamento guitarrístico mundial.
Gonzalo Solari es también un apreciado docente, invitado a participar en los festivales internacionales como concertista, profesor y jurado de los más importantes concursos en el mundo de la guitarra clásica.
Superando los tradicionales limites del virtuoso Solari se ha impuesto como uno de los estudiosos más cultos del mundo guitarrístico, colaborando con revistas especializadas de Europa y América.
El 15 de noviembre de 2002, durante el XI Encuentro Internacional de Guitarra Ciudad de Linares "Andrés Segovia", en España, Gonzalo Solari se presentó en la Casa Museo que lleva el nombre del célebre guitarrista andaluz.
Allí, ante una sala repleta de público que después del bis le brindó un larguísimo, caluroso y merecido aplauso, se convirtió en el primer guitarrista americano que dio un concierto en el Museo luego de que fueran trasladados los restos mortales del Maestro Andrés Segovia a la cripta privada de la Casa Museo.
Gonzalo Solari toca con una guitarra construida en 1981 por el luthier MASARU KOHNO (Japòn)

¿Pero quien es verdaderamente Gonzalo Solari ?
Gonzalo, es casi imposible en cuatro líneas conocer una persona, pero trataremos de hacerlo en esta entrevista, trataremos de descubrir el Gonzalo Solari guitarrista, concertista, pero también descubriremos el Gonzalo Solari uruguayo, sus orígenes, su niñez, su vida y pasearemos junto a él por su historia, hasta llegar a esta realidad de hoy que lo ve como otro uruguayo que triunfa por el mundo.

ENTREVISTA

Gonzalo, Fray Bentos es tu tierra natal, tu lugar de nacimiento, tu ciudad, que recuerdos tienes de tu niñez, como era el Gonzalo niño en aquella Fray Bentos que lo vio nacer y crecer ?

Tu pregunta ya de entrada me descoloca. Tú te referís, cuando decís aquélla, a una ciudad. Yo nunca he podido pensar, cuando se trata de Fray Bentos, en un sustantivo femenino. Para mí ha sido siempre el pueblo y no la ciudad. Era aquélla la dimensión adquirida por nuestro imaginario colectivo de gurises cimarrones.

¿"gurises cimarrones"?, Esta es una definición que me gusta mucho, sintetiza en dos términos lo que es la infancia del uruguayo, ¿ puede ser así?

Claro que si, en ese cardumen de gurises que nos criamos en la esquina de España y Roberto Young, yo me sentía un pescado, pronto a saltar de la pecera a la hora de la siesta, cuando pelotazos y chicharras se trenzaban en un mágico contrapunto.

¿Cómo eras?

Introvertido, pícaro, rebelde y con un acendrado sentido de la justicia, del deber, del merito y de la lealtad. Creo que batiendo estos ingredientes, servís en copa el gurí que yo recuerdo. Por supuesto, boca sucia, ya que en la esquina que te mencionaba anteriormente, tenia su boliche un niño eterno como el Bebe Zunino.
A pocas cuadras de allí, corría la mítica calle José Pedro Varela: " tres quilombos y ninguna escuela. "
Los Franciscanos Conventuales, en cuyo colegio de Fray Bentos cursé los seis años de primaria, apreciaban, estimulaban y trasmitían valores como la franqueza, la lealtad y el espíritu de sacrificio. Por esos anos, en el Colegio Laureles, los curas, como los llamábamos nosotros, no habían aún dejado el lugar a las maestras externas. Eran todos italianos. Tipos duros, austeros, que modelaron nuestro carácter en el modo más noble.

Uno piensa siempre que crecer en una escuela de monjas o de padres, significa ser rígidamente creyente en un futuro, volverse casi sacerdote en el resto de la vida, muchas veces la ecuación COLEGIO DE MONJAS=RELIGIOSO AL MAXIMO no funciona, ¿fue este tu caso?

Hablando de religión, no podría decirte que me alejé, pues nunca existió realmente un acercamiento. En mi estructura mental, a pesar de ser aún un niño, no cabía la existencia del dogma.
Recuerdo que todos los años, al finalizar los cursos daban una medalla al mejor alumno de cada clase. En los 6 años que estuve en el colegio la recibí dos veces. Las restantes se repartieron entre Julio Cabrera, Pablo Figares y "Cachete" Cáceres, toda gente que dejé de ver hace muchos anos. Lo que quería explicarte es que en ningún momento -y cuando sos un niño lo percibís con mayor facilidad- me sentí victima de una injusticia en las ocasiones en que no "mojé". Creo que a ellos les habrá ocurrido lo mismo.

"Honor al merito", una frase que suena fuerte y da vueltas en la cabeza, ¿tiene algún significado para ti?

Había en el colegio, dos clases de alumnos: los pupilos y los externos. Estos últimos éramos gurises de F. Bentos que asistíamos al colegio en el horario normal de cualquier escuela. Los pupilos en cambio, en su mayoría, provenían de familias acaudaladas (estancieros, latifundistas, etc.), que vivían en el colegio y que tenían su casa lejos de F. Bentos. Había incluso dos hermanos que eran italianos. Se llamaban Renzo y Serse Vacchi. Habiendo quedado huérfanos de madre, su padre los había fletado desde acá y nosotros, canaritos jodones, les hacíamos pronunciar algunas palabras, pues nos causaba gracia el modo en que lo hacían.
En ese contexto, nos habíamos destacado como mejores, alumnos que proveníamos de familias de clase media (jodida) como decía un paisano. Sólo Julio Cabrera era un pupilo. Pablo Figares era hijo de un veterinario, el padre de "Cachete" era repartidor de la ONDA y mi viejo era empleado del Poder Judicial.
Ese clima moral que se regía por el mérito y el espíritu de sacrificio, no en vano las medallas llevaban escrita la frase "Honor al Mérito", nos templó el carácter. Ellos no sólo nos instruyeron sino que -fundamentalmente- nos educaron.

¿Tu amor por la música se puede definir un don de la naturaleza, o es parte de un proceso que te fue llevando de la mano hasta hacer de ti eso que sos actualmente?

El Amor en su sentido más profundo es un don de la Naturaleza. Podemos deducir de esta premisa, que el amor por una disciplina artística; la música en este caso, no puede constituir una excepción. De todas maneras, existen en la música como en la vida, amores correspondidos y también de los otros. Para el amor hacen falta dos y como dijo el escritor Leopoldo Marichal: "con el dos nace la pena. "

¿A que edad comenzaste con la música?

Tenia siete anos cuando empecé a estudiar Música. Durante mi niñez, ésta era una actividad más que compartía con la escuela y el deporte.

¿Eras un niño que vivía para la música, en conservatorios o eras un niño normal y corriente a quien le gustaba sonar la guitarra?

Jugué al fútbol, hice atletismo, boxeo y todas las cosas imaginables que se podían hacer en un pueblo del interior de ese Uruguay de la década del 60.Juntaba las figuritas que con esmero pegaba en un álbum y me sabia de memoria, mucho mejor que el Padrenuestro, aquella legendaria formación: Maidana, Lezcano y Cano,Edgardo Gonzàlez, Goncàlvez y Caetano...Cuando llegaba La Vuelta a Fray Bentos nos emociònàbamos viendo que el "Musculoso" Villanueva era de carne y hueso y buscàbamos en el pelotòn a Juan Josè Timòn,al Vasco Etchebarne, a Vid Cencic y sobre todo a la camioneta de Zabala, con su lluvia de caramelos.

"QUIEN EN LA VIDA POSEE UN PORQUE, ES CAPAZ DE SOPORTAR CUALQUIER COMO."

¿Cuándo se presentó la verdadera vocación por la música?

Fue al entrar en la adolescencia que la Vocación me hizo la guiñada. Un embudo perfecto que ensanchó su cuello para dejar pasar lo que para mí era accesorio, y lo apretó para retener lo esencial. Estaba tan seguro de lo que quería, que rechacé el test vocacional que en el liceo nos proponían. Sabia ya que, independientemente de la indicación de la psicóloga, mi vida tenía un sentido sólo en función de la guitarra y que hacia ella enfilaba mi proa. Por si fuera poco don Nietzche me "arrimaba una bocha" con aquella frase esclarecedora: " quien en la vida posee un porquè, es capaz de soportar cualquier còmo."
Seguramente a esto se llega a través de un proceso de acumulación, en el que determinados factores-como el ambiente y la atmósfera cultural, los encuentros fermentales con personas que me ayudaron a abrir los ojos y la mente hacia nuevos horizontes, las lecturas, vehículos portadores de libertad y también una cuota de suerte, sin la cual muchos proyectos renguean o se caen-ayudaron a que en un momento todo se cristalizara.

ESTA ES LA PRIMERA PARTE DE LA ENTREVISTA A GONZALO SOLARI, UN ARTISTA, UN SER HUMANO, UN URUGUAYO QUE TRIUNFA POR EL MUNDO PERO QUE NO SE OLVIDA DE SU PAIS Y LO LLEVA A CUESTAS COMO LOS CARACOLES LLEVAN SU CASITA.

LAS FOTOGRAFIAS SON OBRAS DEL FOTOGRAFO: Jacopo Santini(Florencia)

"Serie Gonzalo Solari" Las Manos
"Serie Gonzalo Solari" La Mirada(Italia 1999).

JULIO 2003

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