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Año II - Nº 53 - Uruguay, 21 de noviembre del 2003

Nuestros Niños -Niños del mundo y de la calle
En el Atlántico rochense: Aguas Dulces
Un viaje hacia el mar
Posición del Movimiento Agropecuario del Uruguay
Una buena forma para entender la Ley de A.N.C.A.P.
Paseando por las neuronas de los recuerdos
Ojos Uruguayos en el Brasil
Hugo "Macaco" Becerra - Una vida sobre ruedas
Sucedió en España
Dura puja del ALCA en Miami
Lamentable... una mancha en el turismo
Hurgando en la web
El Interior También Existe
Rincón de Sentimientos
Olvidémonos de las Pálidas
Correo de Lectores
El Marinero
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

 

HUGO  ·MACACO·  BECERRA
UNA VIDA SOBRE RUEDAS
Desde Chuy por Julio Dornel
Con toda justicia la dirección del Establecimiento EL CORONILLA, ha designado con el nombre de Hugo Becerra, la pista de Auto Cross  inaugurada hace algunos años con la disputa de la primera fecha del Campeonato Nacional.. Se trata de un pequeño reconocimiento  a la trayectoria de este deportista que ha ofrecido siempre su aporte generoso al automovilismo nacional. El  ·Macaco·, así sin protocolo como lo conocen por todo el país, fue siempre un guerrero de las pistas, demostrando  la vigencia de una vitalidad extraordinaria pese a los años que lleva junto al volante. Figura consular del deporte tuerca y dueño de una trayectoria forjada en el sacrificio diario, que todavía no ha sido valorada como corresponde. Nació en la capital olimareña el 10 de julio de 1933, compartiendo
el barrio y los bancos de la escuela Nº 1 con Pedro Fleitas, Genaro de Leon, y el maestro Ruben Lena. Los juguetes infantiles se limitaban a los autos de lata o de madera que iba construyendo y mejorando permanentemente  al agregarle  nuevos elementos.  Comienza por esos años su admiración por los ídolos del automovilismo local representados por
Santos Olivera, Tito Mieres y Epifanio Lorandi. 
Fue durante muchos años la figura más admirada y elogiada  del kart fronterizo, no solamente por sus incuestionables dotes  de gran conductor , sino también por su gran dedicación a la mecánica. Muchos años de kart, plataforma y automovilismo  lo proyectaron como el mayor exponente de las ·tuercas· locales, marcando una brillante trayectoria en un deporte muy duro y competitivo. Debemos señalar además que la pasión por las ruedas comenzó con el ciclismo donde recogió muchas satisfacciones  defendiendo a diversas instituciones olimareñas entre las que podemos destacar al Club UNION CICLISTA, PEÑAROL Y NACIONAL. Vino luego su debut en el automovilismo fabricando su primer coche de carrera , un Ford T con el que participo en seis competencias ganando cuatro y obteniendo  dos segundos puestos. Los éxitos continuaron al volante de ·LA COCA· un viejo Ford T que pertenecía al Paco Bilbao. En 1948 se integra a la mecánica desarmando autos en la agencia Ford de Aramis Jorge.  En el año 1960  hace su debut oficial en el  kart con un tercer puesto y continuando con una serie inigualada de triunfos en San José, Florida, Montevideo, Treinta y Tres y Melo. Al debutar en la categoría 100  c.c. Formula Internacional  obtuvo uno de los triunfos más significativos al adjudicarse la Media Hora del Pinar, primera competencia de largo aliento que se realizaba en el país. En el año 1966 fue
designado para integrar  la selección uruguaya en los juegos rioplatenses de Motociclismo y Kart en el Gran Premio República Argentina. Años más tarde  se adjudica en gran forma  el Premio Internacional del Arroz disputado en la ciudad de Treinta y Tres.  Transitó pistas y caminos de tierra durante medio siglo, agotando elogios  y sumando puntos en forma reiterada, lo que fue siempre
una constante para justificar victorias. Demostró siempre  un control extraordinario del volante, midiendo cada curva en forma milimétrica, haciendo el rebaje correcto y desafiando permanentemente las distancias. Cientos de trofeos  están atestiguando los triunfos que no son otra cosa que la consecuencia  directa del trabajo y la aplicación diaria sin los cuales nunca se hubiera codeado con el éxito. Es posible que en muchas oportunidades  haya dejado  de lado  la prudencia, para apretar demás  el acelerador en busca del límite que califica siempre a los más capaces. El ·Macaco· nunca reclamo  medidas de seguridad para que  la velocidad fuera reducida en los circuitos. Sin embargo lucho permanentemente por la seguridad del público y la fabricación de las máquinas por un sentimiento humanitario hacia quienes asisten y  también a quienes ofrecen el espectáculo. Poco importa si volverá a estar  entre los primeros, si quedará relegado o deberá abandonar alguna competencia. La inauguración de la pista que llevara su nombre ha significado un emotivo acontecimiento en la vida del ·Macaco·  que ha visto  nuevamente  la bandera a cuadros en la reta final, señalándole que ha vencido por amplio margen  en el circuito de la vida.... que es el más difícil.