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Año II - Nº 72 - Uruguay, 2 de Abril del 2004

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JOSÉ LUIS RUZ, UN ARTISTA CON PERSONALIDAD
por Graciela Vera
Periodista independiente

Vive en el paisaje que plasma en sus lienzos. Se esconde en la sencillez de una elaborada imagen y desde la extraña –porque simula emerger del suelo- luz conque lo ilumina parece arrastrarnos para terminar nosotros también formando parte de la trama: viviendo el pensamiento del creador.

La pintura de José Luis Ruz juega con la luminosidad bajo un cielo falto de refulgencia, movimiento con el cual el artista logra resaltar lo que quiere: el paisaje.

Campos, pueblos, montañas, cañadas representan la esencia misma de su tierra adoptiva.

Llegó a Almería desde Madrid con una escuela ya formada en mente pero tampoco él pudo escapar a la influencia indaliana quizás, porque más que otros está ligado por lazos familiares al que fuera el ideólogo de este movimiento, el inolvidable Jesús Perceval.

Pero José Luis Ruz brilla por méritos propios. Su obra tiene personalidad y en ella encontramos valores muy definidos y no muy comunes

Nos dice que casi siempre pinta paisajes, no obstante no se siente encasillado en la temática ya que también pinta retratos, composiciones, dibujos, ilustraciones para libros y como artista completo también grabados.

“Huyo de las ciudades grandes, de los pueblos importantes e incluso, cuando voy a un pueblo lo camuflo. Le quito importancia porque hago que prime el entorno, el campo sobre el propio pueblo y entonces el pueblo se queda allí… camuflado, absorbido por el campo… yo pienso que el paisaje debe ser lo más modesto posible.”

Encontramos a José Luis Ruz exponiendo en la galería Argar de Almería en la segunda quincena de marzo. Los cuadros prolijamente colgados de las paredes trasmiten tranquilidad. Colores pasteles, luces difuminadas que se integran a un especial fulgor que el pintor hace surgir de los mismos trazos conque nos trasmite el sosiego del entorno.

Nos detenemos más de una vez frente a cada cuadro. Hay profundidad, hay belleza y existe esa sensación de paz que Ruz quiere trasmitirnos en palabras. “El tipo de cuadros que pinto no son para competir… yo siempre pretendo trasmitir mucha serenidad y eso está un poco reñido con la competición”.

No obstante que concurre muy poco a concursos, tiene en su haber premios como los obtenidos en exposiciones internacionales Dalí, en la feria de Almería y otros que deberíamos buscar en archivos porque la modestia del artista es notoria.

Comenzó a pintar desde muy pequeño; “Recuerdo el primer cuadro que hice a color…, tendría yo siete años. Hice un molino de agua…, un molino de dos ojos que para mi posiblemente era un misterio y por eso es lo que primero dibujé… lo conservé hasta hace pocos años pero en una de las fogatas lo perdí.”

Nos quedamos pensando en cuántas cosas importantes se convertirán en cenizas en momentos de apresuramiento. Pero no nos podemos distraer recreando ideas porque José Luis Ruz no se detiene y ya está proyectando su próxima exposición que será en Sevilla en un año o año y medio.

Presentará paisajes sevillanos y nos cuenta que ya tiene cinco cuadros terminados para exponer en la misma. Ahora comenzará su labor para completar una colección digna de ese evento.

Cuadros que como muchos otros, seguramente comenzaron a perfilarse en apuntes sin color dibujados sobre el capó de su automóvil. Nos descubre su secreto, esos, sus paisajes comienzan por ser bocetos que trasmitirá más tarde al lienzo; incluso en alguna ocasión la fotografía ayuda al recuerdo pero es poco el apoyo que necesita la memoria de quién ha logrado que el color se empape en la retina al punto de que al pasarlo al lienzo haya muy poca confusión.

“Es así, me confundo muy poco porque es importante impregnarte y al final terminas tú impregnándote de los colores y es como si tú le pusieras los colores al paisaje”.

¿Y por qué de tus colores desaparece el azul tan característico del cielo almeriense?


Cuando trato el cielo no lo trato con nubes completas ni le doy importancia al color. El añil es muy agresivo y trato de evitarlo siempre, incluso cuando quito las nubes… entonces detrás de las nubes hay otro tipo de color de cielo porque no me interesa el que realmente tiene”.

“El cielo, cuando tiene mucha claridad se convierte en un elemento agresivo y desvalora todo lo que tiene a su alrededor. No contribuye al ‘éxito’ del paisaje, lo que hace es quitarle el protagonismo. Entonces yo creo que le hago un favor al paisaje que es mi protegido, que es mi favorito.”

El crítico de arte, Juan García Bellver, define su técnica expresando: ‘Consigue, no sé si proponiéndoselo, un logrado contrapunto entre el cielo y la tierra. … Su indiscutible vocación paisajística le permite apreciar los detalles inaprensibles de la naturaleza con pinceladas breves y precisas, entonadas y seguras, evitando toda estridencia colorista y rehuyendo elementos más o menos efectistas. Todo resulta espontáneo y grato como la naturaleza misma, sabiendo captar toda su plenitud plástica.’

UNA EXPOSICIÓN PARALELA

Una exposición paralela a la del pintor nos permitió disfrutar del dibujante. Una serie de ilustraciones que forman parte de un trabajo realizado por encargo de la Autoridad Portuaria y recrea la historia del puerto de Almería desde la época de los romanos.

Muchos siglos, tantos que para no errar en su trabajo José Luis Ruz debió convertirse en experto en muchas artes.

 “Ha habido muchos hitos importantes durante el transcurso de la historia y he tenido que documentarme y, aunque lo digo un poco en broma, me he convertido en experto en historia, en sastrería… porque… si son los ingleses los que atacan no los voy a vestir de rusos y entonces tuve que ver como era el uniforme de la marina inglesa en 1704 para vestir esos marineros que están bombardeando la ciudad… después en la llegada de Isabel II los uniformes son otros…”

Y dice bien, se transformó en sastre y en historiador y entonces a su comentario de que ese trabajo le dio muchas satisfacciones nosotros podemos agregar que le entendemos porque, al fin y al cabo no es más que la satisfacción de saber que algo está muy bien hecho.

Almería, (el sur del norte) 31 marzo 2004