RECUERDOS DE UN PASADO ESPLENDOR
|
|
Una vez visité una ciudad del interior donde no brillaba el bienestar, sin embargo en sus edificios, en su gente, se veían lo que con mi esposo llamábamos "vestigios de un pasado esplendor". Edificios que en ese momento estaban abandonados o en ruinas, pero cuyas paredes traslucían recuerdos de épocas mejores, personas mayores con una cultura placentera.
Hoy hablaba con un amigo que estuvo de visita en la ciudad de Bunia (en la República Democrática del Congo), la misma ciudad que fue noticia el año pasado por las masacres que se dieron entre dos tribus rivales, la misma ciudad que fue motivo de preocupación para miles de familias uruguayas por tener sus hijos destacados en la Misión de la ONU en el Congo (MONUC). Este querido amigo, una persona muy inteligente y amante de la historia, me contó que esa misma ciudad había sido en el pasado una ciudad de intelectuales, y que existen entre sus habitantes aun muchas personas brillantes, cultas y muy inteligentes, pero que lamentablemente los más, son lo que se sabe de ellos a través de los titulares de la prensa. Gente ignorante, sin preparación, que desde muy joven se pelea entre ellos, destrozándose.
Y yo pensaba mientras lo escuchaba, como habrá sido el proceso de cambio, el que llevó a Bunia a convertirse de una ciudad de intelectuales a lo que es hoy, y se me paralizó el corazón recordando los nuevos, tristes, índices de la población uruguaya. Más del cincuenta por ciento de los niños naciendo en la pobreza, 6 de cada 10 niños entre 2 y 6 años viven en asentamientos. Y también recordaba nuestro espanto cuando a la noche sacamos a pasear a nuestra perra. Nuestro espanto decía, aunque tal vez debería decir dolor, al ver cuanta gente duerme en la calle, grandes y pequeños.
Y todo esto se me aderezó con unas palabras que hoy escuché del Diputado Ronald Pais (Foro Batllista) en la radio. El Diputado Pais se quejaba de que los medios de prensa hablan poco de los logros que se están obteniendo. Y dijo algo así: "Este gobierno injustamente vapuleado que ha sabido capitanear la crisis, y nos está sacando de ella."
Yo le diría el Diputado Pais, que este gobierno nos sumió en la pobreza dilapidando todas nuestras reservas en financiar bancos quebrados, administrados por delincuentes, en eso se fueron más o menos U$S 1.200.000.000,oo. No tuvo la inteligencia de un verdadero estadista que debe ver más allá, y darse cuenta antes que ya el sistema financiero no daba para más, y que si la devacle se venía igual, más valía no volver a asistir a los bancos. Ese dinero se fue y ahora además deberemos pagar por él. Y debido a ello la crisis, ya instalada en nuestro país se acentuó, y muchos de los que aun conservaban sus empleos los perdieron, y los trabajadores independientes quedaron sin clientes. Como resultado los deudores dejaron de ser simplemente aquellas personas que no pagaban sus deudas y pasaron a ser gentes desesperadas que no podían hacer frente a sus egresos, los que hasta hacía muy poco pagaban con tranquilidad. Los ahorristas perdieron sus ahorros, y los que han podido cobrar algo los cobran por migajas, como si fuera limosna.
Mientras que según las estimaciones realizadas por el economista Talbi, el monto que debiera invertir nuestro país para atacar de raíz el problema de la pobreza son U$S 81.000.000, o sea únicamente el 6.75% de lo que se tiró en los bancos y fueron quien sabe donde. Cuando se consultó al Ministro Alfie sobre el tema, dijo: "Si claro esas son las estimaciones, pero el tema es de donde sacamos ese dinero."
Claro ese dinero no existe hoy en día, sin embargo en su momento en vez de tirar nuestras reservas se debería haber encarado un plan para terminar con la pobreza. Claro, eso no es inversión productiva, o sí?
Es que me puse a pensar en cuando dentro de muchos años hablen dos amigos, y uno de ellos haya estado de visita en un pequeño país, situada en el sudeste de América, y le relaté al otro que ese país había dado al mundo grandes pintores, músicos, escritores, que había sido famoso por su población que tenía índices de calificación paralelos a los de los países más desarrollados del mundo como la baja mortandad infantil, la alta alfabetización de su población, pero que en la época de su visita estaban todos sumidos en la miseria más atroz, ignorantes, con unos pocos muy ricos y la mayoría de la población sumergida atacándose entre ellos.
Y en ese camino estamos transitando si no entendemos que no podemos permitir que nuestra población se siga "desestructurando", que cada familia que vive en la calle, que cada niño que en vez de jugar y estudiar anda pidiendo limosna, limpiando parabrisas o haciendo piruetas, no solamente es un espectáculo denigrante, sino también un llamado de alerta.
Por eso Excelentísimo Diputado Pais, ningún gobierno será digno de ser alabado mientras no se preocupe por encima de todo por sus gobernados, ningún gobierno podrá sentirse satisfecho mientras no haya intentado atacar nuestro principal problema.