No todas son pálidas
Persistir en el esfuerzo para seguir reduciendo el índice
Al finalizar el año 2003, Uruguay se alistó entre los tres países latinoamericanos con menor índice de mortalidad infantil, sólo superado por Cuba y Chile, según consta en el documento sobre Estado Mundial de la Infancia, que recoge los resultados de la investigación practicada por el Fondo de Naciones Unidas-Unicef y los datos proporcionados por los organismos oficiales respectivos.
Cuba tuvo durante el 2003 una mortalidad infantil de 6.3 niños por cada mil nacidos vivos, la menor de toda América Latina. La cifra menor a la registrada en el período citado en Chile (10 por mil), Uruguay (14 por mil), Argentina ( 16 por mil) y Brasil (30 por mil), es superada en todo el territorio americano por Canadá, con 5 fallecimientos cada mil nacimientos, mientras que Estados alcanza un 7 por mil, de acuerdo al relevamiento de la Organización de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
Sobre la base de la información que antecede, se indica en una crónica sobre el tema publicada en el diario El País:
"El Ministerio de Salud Pública anunció recientemente que se propone intensificar el seguimiento de los niños que nacieron con bajo control de peso en todo el país, con el fin de evitar fallecimientos por desnutrición y abandono, y así continuar abatiendo los decesos.
El Ministerio se propone captar el cien por ciento de los 2 mil bebés que nacen por año con ese factor de riesgo, mediante visitas domiciliarias y chequeos médicos cada quince días.
Para fortalecer el llamado Programa Aduana, se pretende recurrir al convenio firmado con los funcionarios de Salud Pública, tras el conflicto de setiembre pasado. En esa oportunidad, los trabajadores obtuvieron un incentivo salarial a cambio de una mayor participación en programas de atención primaria.
Por eso la idea del MSP es que los funcionarios-especialmente los enfermeros y loa asistentes sociales-aumenten el número de visitas a los domicilios de las familias que presenten más factores de riesgo".
Independientemente del cumplimiento del acuerdo sobre mayor carga horaria de los funcionarios para brindar un plus de tiempo a la atención primaria, la solución al problema de la mortalidad infantil no pasa por allí.
Así quedó demostrado con el fortalecimiento del Programa Aduana en nuestro departamento. Cabe recordar que el índice se situaba en el 18 por mil, el más elevado del país, lo cual fue calificado como "vergüenza nacional" por el actual director del Hospital Regional en el acto de asunción.
Sin necesidad de adicionar recursos económicos y humanos, en el lapso de un año se logró alinear a la mortalidad infantil con el índice histórico, que sigue siendo elevado.
El índice nacional de 14 fallecimientos por cada mil nacidos vivos es un guarismo que no debe mover a la celebración. Se requiere un gran esfuerzo de coordinación-porque de eso se trata-para bajar la estadística a la mitad.
A es lo menos que puede aspirar un país que destina a la salud el 10 por ciento del Producto Bruto Interno, superior a los de varias naciones desarrolladas.
Material publicado por Cambio Digital de la ciudad de Salto