Madrinas por la vida
El 25 de marzo se conmemora en el mundo, el día del niño por nacer. Varios países han aceptado reconocer y adherirse a ese día. Nosotros, todavía no.
La Iglesia Católica celebra la anunciación de la Virgen María, cuando fue escogida para ser madre de nuestro Salvador. Ella en su momento dijo “si” a su maternidad a pesar de que podía significar su muerte (en su tiempo podía morir apedreada) ¿Cuántas mujeres aceptarían ese reto?
La gran campaña del “Derecho a la mujer a decidir abortar” que escuchamos hoy en día, es simplemente la negación a ayudar a la mujer embarazada, la que desea y no desea tener a su hijo. Es dejarla sola con su problema. ¿ Cuántas mujeres luchan solas por sus hijos aún a costa de sus vidas? ¿Cuántos niños crecen sintiendo falta de amor, porque si en el vientre de la madre no eran importantes, para otros fuera de él tampoco? ¿Cuánta violencia se genera cuando se tiene el poder de acabar con sus vidas en un momento determinado?
Jesús santificó el vientre materno, le dio una voz a ese ser humano que hoy en día es negado. Jesús nos ha acompañado a cada uno de nosotros durante todo nuestro desarrollo, por eso somos importantes, no sólo porque fuimos o no planeados, porque tenemos muchos o pocos talentos, sino porque somos todos hijos de Dios, desde antes de nacer. Y si no trasmitimos este mensaje a nuestros hijos, el futuro de nuestra especie será cada vez más inhumano porque perderemos el sentido de nuestro valor, y cada vez será más difícil descubrir quiénes somos.
En Uruguay donde se propone despenalizar el aborto, Madrinas por la vida trabaja gratuitamente para las mujeres que están en peligro de aborto. Se les da una mano, una opinión diferente. Se les propone ayudarlas con una Madrina por un año, se les entrega alimentos una vez por mes, ropa y pañales. También se les ofrece apoyo psicológico y espiritual.
En Paso de los Toros y en Tacuarembó, las madres están trabajando en talleres para firmarlas, para que puedan conseguir un empleo digno. Ahora, empezarán en Montevideo.
Madrinas, ama a la vida, a los niños por nacer y a las madres. El amor en acción es el que da lecciones de vida, no de muerte. El amor tiende manos, abraza, protege y da soluciones.
Marta Grego