ETA mata y logra unir por Graciela Vera Periodista independiente

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Los agentes de la guardia civil lloran a su compañero asesinado, uno más.

         En la España actual, en la que por más de un lustro la unidad no ha sido precisamente lo que ha lucido en el escaparate de la clase política y, ¿por qué no?, tampoco el espejo en el que se miran las ideas de muchos ciudadanos, nuevamente esa mezcla entre desazón, ira contenida y esperanza,  ha logrado el milagro.

         La esperanza en la desesperanza.

         Hoy en la España democrática no ha habido divisiones,  ni ha faltado nadie de los que se esperaba que estuvieran en persona o en espíritu. Políticos, empresarios, sindicalistas, gente del pueblo, todos dijeron ¡basta!.

         ‘Juan Manuel has muerto por ser español en una tierra en la que te puede costar la vida ser español. Gracias por tu sacrificio. Otros cogeremos la antorcha’, fue el grito anónimo que retumbó en el recogido silencio de la Catedral de Vitoria durante la misa por la memoria del guardia civil asesinado.

         Otra muerte, y otra vez en el País Vasco, y otra vez un policía y siempre, detrás,  la mano desafortunada de la organización separatista vasca ETA.

         Poco más de las tres de la madrugada  del 14 de mayo,  un coche bomba con 300 kilos de explosivos convertía en escombros la casa cuartel policial de Legutiano. El atentado causaba la muerte del guardia civil Juan Manuel Piñuel Villalón, de 41 años, casado y con un hijo y hería de consideración  a otros cuatro policías; afortunadamente no fue una masacre, lo que puede considerarse un milagro por el estado en que quedó la edificación donde a esa hora dormían 30 personas, cinco de ellas niños.

         Nuevamente los españoles sin distinción han salido a la calle en silencio; nuevamente los organismos públicos y privados de toda España se han sentido afrentados por la irracionalidad.

         El presidente del gobierno español  pidió  la unidad de todos los partidos políticos en la lucha contra ETA: ‘somos más fuertes si estamos unidos’ afirmó y, en respuesta a su llamado  el líder de la oposición, Mariano Rajoy, ofreció su total apoyo para alcanzar el consenso al pacto antiterrorista y la derrota de ETA.

         ‘ETA sobra, estorba y además mata’ dijo el lehendakari (jefe de gobierno vasco) Juan José Ibarretxe que demostró su repulsa al grupo terrorista reclamándole que dejara  en paz el nombre del pueblo vasco:  ‘Mi máxima condena en nombre del pueblo vasco. A ETA le
digo que no manchéis el nombre del pueblo vasco. Estamos hartos de vuestra violencia’, pidió.

         Y quizás porque España ya ha vivido demasiadas muertes inútiles, las acciones de ETA no encuentran respaldo entre los ciudadanos libres. Por eso toda una nación, sin distinción de insignias políticas rindió su homenaje, en el nombre de Juan Manuel Piñuel, a todos los mártires de la insania terrorista.  

El guardia civil asesinado es llevado en hombros por sus compañeros; su viuda  le despide con lágrimas.

         No es la primera muerte achacable a ETA en lo  que va del año. El 7 de marzo, a sólo dos días para las elecciones nacionales,  asesinó a tiros en la localidad de Mondragón, en la provincia vasca de Guipúzcoa, a Isaías Carrasco, un ex edil socialista de 43 años, alejado ya de la actividad política.

         El 14 de diciembre, la banda terrorista amenazó a través de un comunicado a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y reivindicó el asesinato de los agentes de la Guardia Civil Raúl Centeno, de 24 años, y Fernando Trapero, de 23 asesinados el  1º de diciembre  en Capbreton (Francia).

         En el 2008 la organización terrorista se ha hecho presente con su carga de destrucción muchas más veces; el 8 de febrero hizo estallar una mochila bomba ante los juzgados de Vergara, el 23 del mismo mes una bomba-trampa contra la Ertzaintza en un monte cercano a Bilbao y el 29 hizo explosionar un artefacto en la sede del PSE en la localidad vizcaína de Derio.

         En marzo continuó la lista con la muerte de Carrasco y el 21 la banda atentó contra el cuartel de la Guardia Civil de Calahorra en La Rioja. El 17 de abril siete ertzainas resultaron heridos al estallar otra bomba en Bilbao y el 20, ETA atentó de nuevo contra el PSOE con una bomba frente a su sede en Elgoibar.

         Llegamos así al mes de mayo en el que la organización señala especialmente el Día del Trabajo haciendo explosionar tres bombas en Vizcaya y Guipúzcoa.
Pero la historia de terror de ETA no es nueva. Podemos remitirnos a los atentados más sangrientos para entender la repulsa que provoca en el pueblo español y para hacerlo retrocedemos tres décadas.

         Pero los muertos por ETA son muchos más y la lista que se extiende desde el año 1968 al 14 de mayo del 2008 y de la que no son ajenos los niños, parece no tener fin.  Tan sólo en la década de los 70, considerada la más sangrienta,  los atentados indiscriminados cobraron el tributo de más de cien vidas.

Frente al Congreso en Madrid, representantes de todos los sectores políticos y sociales se unen contra ETA

         Si ETA pretendía desmembrar España, con esta última acción han logrado lo que ya los españoles, en estos últimos años comenzaban a considerar  irrealizable: unir.
Y la unión trae a España una imagen del Congreso, muy necesitada para seguir creyendo en los políticos y en la política como representación de la democracia: el portavoz del Grupo Parlamentario Socialista leyó una firma y contundente declaración de condena por el asesinato en Legutiano perpetrado por ETA y, junto a él, compartiendo palabras y foto, los portavoces de todos los demás partidos con representación parlamentaria y de las organizaciones sociales.

         En esta ocasión en media hora se acordó el texto conjunto contra los terroristas:
‘Los firmantes queremos responder con unidad y firmeza a esta nueva acción criminal de los terroristas. Los firmantes vamos a seguir defendiendo la vida y la libertad, y vamos a combatir con coraje y fortaleza democrática a la organización terrorista ETA hasta derrotarla definitivamente, a través de la fuerza exclusiva del Estado de Derecho’.

Desde Almería, en el sur del norte, a 15 de mayo de 2008